«Make Europe Great Again»: Orbán copia el eslogan de Trump para la presidencia húngara del Consejo de la UE
Hungría asume el próximo 1 de julio la presidencia rotatoria y semestral del Consejo de la Unión Europea, y el Gobierno del ultraconservador Viktor Orbán ha decidido adoptar –y adaptar– el eslogan característico del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, uno de sus estrechos aliados en la escena internacional. «Make Europe Great Again», reza el lema presentado este martes por el ministro de Asuntos Europeos húngaro, János Bóka, con el que Budapest pretende resaltar que «juntos somos más que por separado». El logo que acompaña al eslogan está basado en el Cubo de Rubik, el invento del húngaro Ernö Rubik que cumple medio siglo este año.
«Europa vive una situación excepcional, con problemas como una guerra en la vecindad o la inmigración», explicó en rueda de prensa Bóka, quien prometió que la presidencia de Hungría será «una honesta intermediaria». Los de Orbán tratarán de impulsar en los próximos seis meses la competitividad, la defensa común y la defensa de las fronteras externas, además de avanzar en la ampliación e impulsar las políticas de cohesión, la agricultura y abordar los problemas demográficos. Bóka también espera avances en el funcionamiento de la zona de Schengen de libre circulación y la lucha contra el antisemitismo.
Es evidente el guiño del primer ministro húngaro a Trump, con quien se reunió a principios de marzo en su residencia floridana de Mar-a-Lago para preparar lo que podría significar su regreso a la Casa Blanca. En este sentido, la presidencia húngara del Consejo de la UE, que durará hasta finales de año, podría coincidir con el eventual triunfo del candidato republicano en las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre en Estados Unidos. Una posibilidad que buena parte de las cancillerías europeas temen por las implicaciones que pudiera tener en cuestiones como la guerra de Ucrania y el futuro de la OTAN.
Orbán ya expuso de forma nítida en enero de 2017 su visión de Europa. El mandatario húngaro, penalizado en las instituciones comunitarias por su deriva autoritaria y sus constantes ataques al Estado de derecho, observaba una Europa decadente y en claro declive cuyo modelo político actual es incapaz de gestionar las sucesivas crisis. Orbán pidió entonces a los líderes europeos que se deshicieran de «una utopía llamada Europa supranacional» y de «la ilusión del federalismo», y que su interés radicaba en «una Hungría fuerte en una Europa fuerte». Una Europa de las naciones que defienden las formaciones europeas de ultraderecha a lo largo y ancho del Viejo Continente.