Un estudio propone los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar
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Los resultados de este ensayo clínico que se publican en la revista ' JAMA Internal Medicine ' sugieren que los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina parecen ser una opción eficaz como tratamiento para dejar de fumar para adultos que fuman cigarrillos tradicionales. El ensayo clínico, realizado en el Hospital de Rovaniemi (Finlandia), ha comparado la eficacia que tienen los cigarrillos electrónicos con nicotina y los comprimidos de vareniclina -fármaco para dejar de fumar-. El estudio, que incluyó 458 participantes, no observó diferencias entre ambas estrategias a los seis meses. Sin embargo, al cabo de un año, solo la vareniclina se confirmó claramente más eficaz frente al placebo. «El uso de cigarrillos electrónicos ha estado extendiéndose durante más de una década, especialmente entre jóvenes y adolescentes, causando una notable preocupación entre profesionales e instituciones sanitarias», señala a Science Media Centre Josep Maria Suelves, de la Agencia de Salud Pública de Cataluña y de la Junta Directiva del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo . Aunque se comercializan como productos de consumo, ajenos a los requerimientos de eficacia y seguridad que se aplican a los medicamentos, «la industria de los cigarrillos electrónicos promueve la idea de que son útiles para dejar de fumar o para reducir los daños que causa el tabaco». Noticia Relacionada Salud estandar No Vapear, el nuevo agente que introduce a fumar a los más jóvenes DANIEL ARAGÓN Con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, el Hospital Reina Sofía ha querido dejar clara la necesidad de proteger a los menores de la publicidad de las industrias tabacaleras e informar sobre las consecuencias del vapeo Advierte Suelves que la duración del tratamiento farmacológico del tabaquismo se limita normalmente a unas pocas semanas o algunos meses. Se ha visto, en cambio, «que muchos fumadores que recurren a los cigarrillos electrónicos con la intención de dejar de fumar siguen consumiéndolos después de un año , tanto si se mantienen sin fumar como si han recaído en el uso de tabaco». Señala Suelves que en el trabajo no se menciona qué porcentaje de fumadores siguió utilizando cigarrillos electrónicos después de las 12 semanas de tratamiento, «un dato que sería importante conocer teniendo en cuenta los riesgos de su uso continuado sobre la salud». En este sentido, Esteve Fernández, del Instituto Catalán de Oncología afirma que el artículo no ofrece suficiente evidencia para incluir en la asistencia sanitaria rutinaria se ofrezca el cigarrillo electrónico como terapia para dejar de fumar hasta que las autoridades competentes europeas y españolas lo apruebe como terapia para dejar de fumar. «Hasta lo que sabemos, ninguna empresa de cigarrillos electrónicos (la mayoría parte de la industria del tabaco) ha presentado sus productos como intervenciones terapéuticas ». ¿Seguros? Fernández explica que a pesar de que los resultados son prometedores para el uso en la consulta de deshabituación tabáquica de los cigarrillos electrónicos con nicotina, aunque tengan menor eficacia que la vareniclina, el ensayo presenta otras limitaciones. En primer lugar, dice, «el artículo asume que los cigarrillos electrónicos son mucho más seguros que los cigarrillos convencionales , por lo que los autores no consideran la continuidad del uso de cigarrillos electrónicos como una complicación». Así, un reciente estudio publicado en la revista ' Cancer Research ', tras haber examinado en más de 3.500 muestras los efectos epigenéticos del tabaco y de cigarrillos electrónicos a largo plazo, mostraba que los cigarrillos electrónicos también pueden provocar cambios asociados a un aumento del riesgo de cáncer, incluso al poco tiempo de empezar a utilizarlos. En concreto, la investigación encontró que los usuarios de cigarrillos electrónicos con un historial limitado de tabaquismo experimentan cambios de ADN similares en las células específicas de las mejillas que los fumadores Añade Fernández que un metaanálisis publicado recientemente muestra que, para varios resultados, los cigarrillos electrónicos presentan riesgos de enfermedades indistinguibles de los cigarrillos convencionales y, para otros, aunque más bajos, los riesgos siguen siendo sustanciales. La segunda limitación radica la naturaleza de los participantes en el ensayo. «Es bien sabido que los participantes en los ensayos difieren en aspectos importantes de los no participantes. Los fumadores que participan en ensayos atendidos en consultas de deshabituación son una minoría autoseleccionada de fumadores que pueden diferir en aspectos importantes de los fumadores que no buscan asistencia profesional». Por lo tanto, concluye, «estos resultados pueden no ser generalizables a todos los fumadores que dejan de fumar, ya que entre el 65-75 % de los exfumadores lo han dejado sin ayuda profesional».