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Май
2024

Los cuervos saben contar en voz alta como un niño pequeño

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Abc.es 
Los cuervos carroñeros son tan listos como los de las fábulas de Esopo : abren nueces dejándolas caer en las carreteras para que los coches pasen por encima y las partan, saben contar hasta 30 y hay quien apunta que tienen una 'consciencia primaria'. Por si fuera poco, los científicos han descubierto otra habilidad destacable. Estas aves inteligentes pueden aprender a producir un número determinado de graznidos, como si gritaran 'uno, dos, tres', para contar objetos que ven o sonidos que escuchan. El trabajo, publicado en la revista 'Science', sugiere que los cuervos cuentan de manera similar a como lo hacen los humanos, lo que los convierte en la única otra especie conocida con esta capacidad. Los cuervos carroñeros ( Corvus corone ), que pertenecen al grupo de los pájaros cantores, no se caracterizan precisamente por la belleza de su canto sino por su formidable capacidad de aprendizaje. «Además, tienen muy buen control vocal. Pueden controlar con precisión si quieren emitir una llamada o no», informa Andreas Nieder, del Instituto de Neurobiología de la Universidad de Tubinga en Alemania. El investigador y su equipo realizaron experimentos de comportamiento con tres ejemplares criados en la universidad para estudiar si podían aplicar estas habilidades en combinación. Noticia Relacionada Etología estandar Si Descubren cómo se saludan los elefantes: cambian el ritual según les miren o no Judith de Jorge Los paquidermos muestran distintas combinaciones de gestos y vocalizaciones para decirse 'hola' que incluyen desde toques con la trompa y aleteos con las orejas a hacerse pis Como explican en 'Science', los humanos relacionamos los números con algo que vemos u oímos. Decimos «tres» si vemos tres manzanas, por ejemplo. Antes de aprender esta habilidad, los niños pequeños aprenden a hacer conteos verbales, como decir «uno, dos, tres» o «uno, uno, uno», para señalar el número de manzanas. El tres, un redoble de tambor Para averiguar si las cornejas podían hacer lo mismo, los investigadores las entrenaron para que emitieran de uno a cuatro graznidos cuando veían un número arábigo en una pantalla o escuchaban unos sonidos específicos (por ejemplo, un redoble de tambor equivalía al número tres). Cuando terminaban sus graznidos, las aves debían picotear la tecla 'Enter' en una pantalla, lo que significaba que habían acabado su tarea. Los cuervos que emitían el número correcto de graznidos (tres ante el número tres o el redoble de tambores) eran recompensados con golosinas. Los investigadores hicieron miles de pruebas y «los tres cuervos lo consiguieron. Pudieron contar sus llamadas en secuencia», afirma Nieder. Curiosamente, los cuervos se tomaban su tiempo antes de emitir sus graznidos, como si planificaran lo que iban a hacer. Ese tiempo para responder era mayor cuantas más llamadas se requerían. La duración del retraso no se vio afectada por la naturaleza del estímulo, visual o auditivo. «Esto indica que, a partir de la información que se les presenta, los cuervos forman un concepto numérico abstracto que utilizan para planificar sus vocalizaciones antes de emitir las llamadas», explica el científico. Errores de conteo Este hallazgo se ve reforzado por el análisis de los cantos de los cuervos individuales en una secuencia. «Utilizando las propiedades acústicas del primer canto en una secuencia numérica pudimos predecir cuántos cantos haría el cuervo», informa Nieder. Sin embargo, el comportamiento de los cuervos no estuvo exento de errores. «Los errores de conteo, como un canto de más o uno de menos, surgieron porque el pájaro perdió la cuenta de los cantos ya realizados o aún por producir. También podemos leer este tipo de errores a partir de las propiedades acústicas de las llamadas individuales», dice. MÁS INFORMACIÓN noticia No Hallan un exoplaneta muy cercano del tamaño de la Tierra candidato a ser habitable noticia Si El sufrimiento de ser hijo de neandertales, marcado en centenares de dientes La capacidad de producir un número voluntario de vocalizaciones exige una combinación altamente desarrollada de competencia numérica y control vocal. «Nuestros resultados muestran que los humanos no son los únicos que pueden hacer esto. En principio, esto también abre una comunicación sofisticada a los cuervos», afirma Nieder.