Las razones detrás del "apoyo forzado" de Kicillof a Fernando Espinoza
El escándalo del acoso sexual por el que investigan a Fernando Espinoza, más la aparición de un "chocolate" agravado por su rol institucional en General San Martín, dejan a las claras que Unión por la Patria está padeciendo el mismo problema de conexión con la realidad que lo marginó de la Presidencia de la Nación y abrió la puerta a la llegada de Javier Milei a lo más alto del poder.
Melody Raukaskas, quien denunció al intendente de la Matanza por supuesto abuso sexual, trabajó por un breve período como su secretaria privada sin que su nombre apareciera en ningún legajo. Esta señorita, que inclusive tenía su propia página de oferta sexual, tenía una relación clandestina con Gustavo Cillia, uno de los imputados en la causa del Plan Qunita en la que también fue acusado el exministro de Salud de Cristina Kirchner, Juan Manzur, de estrecha relación con la política peronista del distrito.
Como era de esperarse, la fervorosa pero minoritaria oposición política matancera exige su renuncia o, en todo caso, un pedido de licencia hasta que la Justicia determine su culpabilidad o no. Pero, a diferencia de lo que sucedía hace un año, cuando la interna por la candidatura a intendente se suspendía por hechos de violencia, el Movimiento Evita, de Emilio Pérsico, y su mujer, Patricia Cubría, no han dicho nada al respecto.
Extrañamente, quien sí salió a apoyar al intendente, a pesar que no tengan muchas coincidencias cotidianas, ni en modos ni en formas, es Axel Kicillof, que no puede permitirse el lujo de perder ningún jugador en la puja que mantiene con La Cámpora de Máximo Kirchner. Fue a La Matanza al día siguiente de la explosión mediática del caso para presentar nuevos patrulleros locales, aunque a diferencia de cada actividad oficial que protagoniza, la misma no fue avisada por su oficina de prensa oficial del día 21 de mayo, como así tampoco hay registro oficial de lo sucedido ahí surgida desde la Gobernación.
¿Qué debe hacer Axel?... ¿Pedirle que renuncie?... ¿Qué puede hacer?" se preguntaba alguien que trabaja en el "kicillofismo" que sabe que sería mejor si el oficialismo no tuviera que asistir diariamente a extravagancias como las que sacuden al matancero o lo que se supo el viernes pasado en General San Martín.
En este distrito, que conduce Fernando Moreira, se da otra particularidad. La Justicia Federal investiga una supuesta estafa en la que, a prima facie, aparece involucrado el fallecido presidente del Concejo Deliberante local, Sergio González, cobrando con tarjetas de débito que no le pertenecían y cuyos dueños eran beneficiados de un plan social al cual no pudieron acceder porque, repentinamente, la ANSES les avisó que estaban trabajando en la Municipalidad que los tenía como contratados con un sueldo de $ 300.000 cada uno.
Ambos distritos tienen la particularidad que las conducciones políticas, Espinoza y el ministro provincial Gabriel Katopodis, respectivamente, si tienen que elegir entre el gobernador o La Cámpora, indudablemente se quedarían con el primero. Y ahí empiezan a dispararse todas las sospechas que, si se leen los expedientes, terminan siendo algo mucho más simple y llano.
Al no incorporar las ideas de cambio, renovación y aireación de las administraciones, los oficialismos más antiguos siempre están a tiro de caer atados en el "sistema", que, rápidamente, empezó a atrapar a los libertarios de la mayoría de las localidades del Gran Buenos Aires, quienes terminan apoyando aumento de tasas o cambios de zonificación escandalosas.
Al no incorporar las ideas de cambio, renovación y aireación de las administraciones, los oficialismos más antiguos siempre están a tiro de caer atados en el "sistema", que ya empezó a atrapar a los libertarios.
En Luján, la concejal libertaria Marina Varela, aliada de los vecinos de General Rodríguez vinculados con Darío Kubar, le permitió el quorum para tratar y aprobar las nuevas tasas que los lujanenses tendrán que soportar ya sea cuando cargan combustible, por la ya expandida tasa vial y, además, por otros insólitos servicios como el control de las conexiones de gas domiciliaria.
En Las Lomitas, Lomas de Zamora, Concejo Deliberante votó un proyecto enviado por el Ejecutivo que necesitaba una excepción para su aprobación por el cual se le permite construir 35 metros más en altura, alrededor de diez pisos, por fuera del código urbano. Salvo los vecinalistas conducidos por Guillermo Viñuales, y la Coalición Cívica, el resto de los ediles opositores, o mejor dicho, no oficialistas, levantaron la mano, entre ellos, los de la Libertad Avanza.
Estas y otras situaciones delirantes son las que debe ordenar Karina Milei, no solo el jefe de su hermano, sino la referente máxima de La San Martín, una agrupación política que coordinarán entre Eduardo "Lule" Menem y Sebastián Pareja. En su ayuda ya están acudiendo los primeros "liberales del PRO" a cargo de Juan Curutchet, Luis Parodi y Pablo Walter, quienes respaldan a Patricia Bullrich en su idea de fusionar al PRO con LLA.
A esto se suman las inocultables diferencias que aparecieron en la Primera Sección Electoral, Noroeste del Conurbano bonaerense, entre dos representantes de municipios más que importantes, General San Martín y Moreno. En el primero, el máximo referente es Marcelo Ballester, que fue, porcentualmente, el lugar donde más voto sacó Milei en el ballotage.
Es que a pesar de haber sacado muchos más votos que el morenense, el electo diputado provincial Ramón "Nene" Vera, no sólo quedó como coordinador de la región en representación de Pareja sino que, además, está dispuesto a quedarse con todos los resortes de poder nacional distribuidas en las diferentes delegaciones como el PAMI, ANSES, y Trabajo.
A parecer, el propio "Lule" Menem tuvo que intervenir y la Región VIII del PAMI, que se la había quedado Vera, ahora no la manejará más y su gente estaría ya en estado de rebelión.