Douglas Sequeira encuentra en el insulto y la crítica destructiva su combustible para continuar luchando
“Entre más me dicen que soy un entrenador fracasado, cuando me dicen que he perdido mucho más de lo que he ganado y dicen que soy malo, pues yo más agarro fuerza para seguir intentándolo, más me motivo”. Así resume Douglas Sequeira su andadura en el banquillo, una aventura que inició en 2014 y que todavía no le ha dado los resultados que él espera, pero confía en que pronto estará celebrando.
Douglas Sequeira guardó silencio durante 15 días. Hace dos semanas recibió la noticia de que no seguiría al mando del Puntarenas F.C. El Esqueleto, como le decían sus compañeros en tiempos de jugador, tomó su tiempo para digerir la noticia, sobre todo porque para él fue sorpresiva y con honestidad acepta que no se quería ir.
Pese a que su deseo era seguir en el PFC, lo cierto es que también acepta que el rendimiento, en cuanto a resultados, fue malo, y la carrera de entrenador tiene esa variable como preponderante. Ante esto, su salida es totalmente comprensible, desde su análisis.
Sequeira no esconde que el semestre fue duro, sobre todo porque mantuvo durante cuatro meses el estrés y la presión por evitar el descenso. De hecho, no tiene problema en aceptar que en ocasiones la frustración le ganó, sobre todo porque él trabajaba para tener un equipo competitivo, en la cancha veía un buen rendimiento, pero las victorias no se daban.
“No voy a mentir, muchas veces apareció la frustración, sobre todo porque hicimos buenos juegos, pero el resultado no se dio. Yo fui muy leal a mi trabajo, sé lo que valgo como entrenador, por lo que continuaré intentándolo”, afirmó.
Aunque ya lleva 10 años en los banquillos, el exjugador señala que, pese a que todavía no cosecha títulos, su hoja de vida cuenta con experiencias que muy pocos han vivido.
Douglas fue asistente de varios seleccionadores nacionales: Óscar Ramírez, Gustavo Matosas, Luis Fernando Suárez. Además, ya dirigió a Saprissa, también a clubes como Puntarenas y San Carlos; también tuvo un paso por el Mixco de Guatemala.
“Yo no sé si el fútbol está siendo injusto conmigo. Lo que sí le puedo decir es que yo estoy sumamente agradecido con el fútbol porque me ha hecho poner los pies en lugares que jamás imaginé”, aseguró.
Contrario a lo que hacen muchos entrenadores cuando pasan semestres complejos, Douglas no se ve tomándose seis meses de vacaciones.
“Yo quiero trabajar, para eso me preparé. Yo tengo el gusanillo. Ahora sé que el mercado costarricense es un mercado cerrado, corto, en donde 10 equipos ya tienen técnico para el otro torneo y los otros dos están a punto de nombrar. La ventaja que yo tengo es que soy analista de video y también me preparé para ser gerente deportivo”, acotó.
Si algo rescata Sequeira de su paso por el PFC es el profesionalismo que demostró.
“Al final todo es experiencia. Yo estaba viviendo en el hotel Tioga; ahí preparaba mis análisis de video. Hicimos entrenamientos muy profesionales, la verdad se trabajó muy bien y al final conseguimos la salvación, pero sé que los resultados no eran los esperados”, puntualizó.
Algún día el fútbol se acordará de Douglas Sequeira
De hecho, el sueño de triunfar en el banquillo sigue intacto para el exzaguero, quien asegura que no le molesta convivir con la etiqueta de saprissista si bien anuncia de una vez que no tendría problema al sentarse en el banco de Herediano o Alajuelense.
“Yo no descarto ninguna posibilidad que se pueda abrir, en esto yo he mostrado profesionalismo. Usted sabe que la gente me molesta porque yo lloré por Saprissa, pero a mí Saprissa me dio una oportunidad, me vendió, me contrató dos veces, fue el equipo en el que me retiré, por lo que siempre estaré agradecido. Ahora yo he demostrado mi profesionalismo, porque con San Carlos le gané y en Puntarenas eso busqué”, acotó.
Douglas Sequeira se ciñe con la idea de continuar en los banquillos. Él ahora evalúa opciones y asegura que no le desagrada el mercado de la Segunda División, y también está en conversaciones con equipos centroamericanos para integrarse a un proyecto internacional.