Economistas, fiscalistas, inspectores, catedráticos, el Banco de España y la Airef avisan: el Gobierno no rebajará deuda y déficit con su actual plan
"La reducción de la deuda pública que anuncia el Gobierno no se va a producir. Es más, a finales de la década iniciaremos incluso una senda ascendente". Esta es la inquietante advertencia realizada por Cristina Herrero, presidenta de la Airef, pero secundada por fiscalistas, economistas y profesores en el III Foro de Fiscalidad de Esade, centrado en "La fiscalidad española ante el nuevo escenario económico global". La presidenta de la Autoridad Fiscal advirtió de que "la evolución y la dinámica de la deuda pública será ascendente", algo que los hará "insostenible" si se prolonga en el tiempo. Sobre todo, porque "no va a seguir bajando, no se va a producir una vez que se retiren todas las medidas que se han venido poniendo para atajar las crisis". Además, recordó que las previsiones de la Airef advierten de que la deuda estará "estancada" durante unos años y "a finales de esta década cuando el impacto del envejecimiento sea más notorio iniciaremos una senda ascendente" por el coste de las pensiones y de la sanidad.
También cree lo mismo el director general adjunto de Economía e Investigación del Banco de España, Carlos Thomas, que ha advertido de que "el desequilibrio de las cuentas públicas en España sigue siendo muy elevado" porque, en un escenario inercial, la deuda española seguiría una trayectoria creciente a partir de 2030, hasta alcanzar el 120% a finales de 2040. "Esta tendencia se revertiría en un escenario en el que se implementara un ajuste presupuestario, coherente con el nuevo marco europeo". Por ello, tanto desde el Banco de España como desde la Airef insisten en la necesidad de implementar, "sin demora", un plan de consolidación presupuestario a medio plazo que logre la sostenibilidad de las finanzas públicas, sobre el que habrá que "tomar decisiones difíciles" durante el proceso de consolidación fiscal, que se prolongará "durante más tiempo" que en la anterior crisis.
Un plan de consolidación fiscal que debe basarse "en amplios consensos económicos, políticos y sociales, que involucren a todas las Administraciones Públicas con responsabilidad presupuestaria", con una "selección rigurosa de proyectos de inversión" para intentar revertir el "grave problema de productividad que adolece el país". Ambas instituciones piden una revisión de todos los capítulos de gasto y del sistema tributario español que evalúe todas figuras impositivas del país "para lograr alcanzar los objetivos de déficit y deuda".
Para ello, Herrero ha recordado que "hemos pedido que se presente en el Congreso un plan fiscal estructural", pero duda de que se cumpla su petición dada la inestable situación política. Por eso, reclamó a los partidos un clima de "consenso en los próximos años a pesar de las dificultades políticas. Debe presentarse en el Congreso para rendir cuentas, contarlo y debatirlo". Además, cree que es "imprescindible" contar con comunidades autónomas y ayuntamientos a la hora de elaborar el plan porque "es impensable que podamos cumplir con un plan fiscal estructural sino se cuenta con quien gestiona 50% gasto".
Pero todo pasa por el nuevo sistema fiscal, que pone el foco en la evolución del gasto neto de ingresos no en el déficit, como en la anterior crisis, con el objetivo de situar la deuda en una senda descendente de manera sostenible, lo que pasa tanto por aumentar el crecimiento económico como un "ajuste fiscal, más suave que en la crisis anterior, pero más sostenido en el tiempo". Sin embargo, desde la Airef creen que será estéril si no hay un debate sobre las tasas de referencia de déficit del programa de estabilidad, porque la limitación del gasto pactada con Bruselas "nos lleva a una situación de déficit mucho más restrictiva" este año. Al menos entiende que el nuevo marco de reglas fiscales "los países van a tener cierta iniciativa a la hora de determinar su senda de deuda", lo que a su juicio es "positivo". Sin embargo, la iniciativa por parte del Estado miembro para decidir su senda de reducción de deuda "tiene un precio, y es que no se puede cambiar", lo que significa que una vez que se presenta el plan a cuatro años "se establecen unos compromisos de gasto y una vez fijados aquí no hay revisiones anuales y solo se pueden modificar cuando ocurren determinadas circunstancias excepcionales".
Para la directora de la División de Análisis Económico de la Airef, Esther Gordo, ha señalado que, tras el descenso de los últimos años, a medio plazo la ratio de deuda iniciaría una senda ascendente debido al envejecimiento, las bajas tasas de natalidad, pese al flujo de migración importante, el aumento del gasto en pensiones y de sanidad que ello conlleva. "El crecimiento de la deuda va a estar ahí", ha alertado, ya que la tendencia al alza del gasto en pensiones se prolongará en las próximas décadas, escalando en el escenario central hasta el 17,3% del PIB en 2050.
Tanto la Autoridad Fiscal como el supervisor bancario avisan de que la activación de la nuevas reglas fiscales implica ajustes fiscales "significativos en los próximos años", por lo que los países más endeudados tendrán que acometer una mejora anual promedio de su saldo estructural primario de entre 0,4 y 0,7 puntos porcentuales del PIB. "Esto supone un ajuste sustancial en comparación con el observado en el periodo 2014-2019", ha señalado Thomas. En línea, con los cálculos de la Airef, que apuntan a que la aplicación de este nuevo marco fiscal europeo requerirá de un esfuerzo de ajuste anual del 0,63% del PIB si el ajuste se produce a 4 años y del 0,43% a 7 años. Este implica que el crecimiento promedio del gasto neto del conjunto de las Administraciones no puede exceder el 2,7%. "Nos enfrentamos a un entorno macrofinanciero menos favorable que en el pasado y eso complica aún más alcanzar los objetivos marcados", ha advertido Gordo.
Esto provoca una situación que para el director del Foro de Fiscalidad de EsadeEcPol, Francisco de la Torre, debe acometerse "de inmediato" una reforma fiscal y hacer de los impuestos un sistema completo que no cambie "según las circunstancias o el color político. Se debe abordar una reforma fiscal, pero que garantice recursos suficientes y para eso o reducimos el gasto o aumentamos los ingresos. No hay otra forma de rebajar el déficit y la deuda".