Desmontan el campamento de los universitarios de Granada contra Israel y a favor de la causa palestina
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El pasado 8 de mayo, por la tarde, cerca de doscientos universitarios granadinos (aunque en ese número también hay que incluir a estudiantes de Formación Profesional y algunos profesores) decidieron acampar en una zona verde dentro de los llamados Paseíllos Universitarios , en el campus de Fuente Nueva. Este martes 21 de mayo ya no quedan tiendas. Su protesta contra el estado de Israel y a favor de la causa palestina se ha dado por concluida tras decidirlo así en asamblea. Los organizadores ya anunciaron el lunes por la tarde que desmontarían las tiendas y se irían después de haber conseguido su objetivo, que era que la Universidad de Granada (UGR) se posicionara de manera inequívoca en contra de la política de Israel en la franja de Gaza. Efectivamente, el pasado viernes 17 de mayo la UGR acordó en una asamblea extraordinaria suspender su colaboración con universidades e instituciones israelíes y se comprometió a contribuir, en el marco de sus competencias, «al fin de esta masacre y hasta tanto no se produzca el cese de las operaciones militares». Los estudiantes dan por buenos los doce días que han pasado en el campamento, que ha servido, además de para que se hayan dado clases y charlas, para unir sus esfuerzos «e n la lucha contra el genocidio de Gaza , contra los ataques a Cisjordania y contra la ocupación sionista de Palestina prosigue con más fuerza, intensidad, inspiración y entereza que nunca«. Aunque se van, prevén acciones para presionar a la UGR y que «ponga fin a sus convenios con empresas españolas y extranjeras que financian» lo que denominan como «proyecto colonial del Estado de Israel», y también para supervisar el cumplimiento de los acuerdos con los que se ha comprometido el rector, Pedro Mercado, y garantizar «que no sean revertidos o alterados por sus sucesores en el cargo». En paralelo a la acampada, sus promotores han protagonizado también dos manifestaciones con final en el Rectorado , en la que han participado unas doscientas personas, así como en concentraciones como la que se desarrolló a las puertas de la Subdelegación del Gobierno pidiendo el fin del comercio de armas con Israel.