El ambiente enrarecido instalado en el barcelonismo en torno al futuro de
Xavi Hernández se adueñó del
Estadi Olímpic de Montjuïc en la despedida y cierre de la temporada en el exilio. Es un hasta luego porque a partir de agosto esperan cuatro meses más de Liga en una montaña hasta el regreso al
Spotify Camp Nou una vez abiertas ya la primera y segunda gradería. Quién estará en el banquillo la próxima campaña sigue siendo una incógnita. La afición se hizo notar ayer en una tarde con Xavi Hernández acaparando más partidarios que nadie. Ya con 3-0, en un tramo final más divertido que la primera mitad gracias a una obra de arte de
Joao Félix y el renacer de un
Pedri que se resiste a ver en duda su convocatoria para la
Eurocopa, resonó con fuerza el “¡Xa-vi-Her-nán-dez!, lorololololo” que ya retumbó en sus tiempos de futbolista en el viejo
Camp Nou y la pasada campaña durante las victorias que condujeron a conquistar
LaLiga después de tres temporadas sin hacerlo.
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