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Май
2024

Andrés Caleca: La oposición debe enfrentar y derrotar al gobierno de Maduro en su propio terreno

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Andrés Caleca, expresidente del Consejo Nacional Electoral, resaltó su preocupación por las condiciones electorales desiguales impuestas por el gobierno de Nicolás Maduro, pero afirmó que la oposición democrática debe dar la batalla electoral el próximo 28 de julio bajo las condiciones que establezca el chavismo y derrotarlo.

«Dar la batalla donde el poderoso la plantea, sorprenderlo y derrotarlo en su propio terreno, eso es lo que está tratando de hacer la oposición venezolana, por primera vez, creo, con absoluta conciencia de lo que está haciendo, después de haber aprendido todo lo que hemos aprendido en 25 años», declaró el dirigente político, excandidato a la primaria del pasado 22 de octubre en entrevista con El Nacional.

Enfatizó que dependerá de los ciudadanos evitar las maniobras del régimen para intentar amañar el proceso electoral. Afirmó asimismo que la principal preocupación de Edmundo González Urrutia, candidato de la Plataforma Unitaria Democrática, con quien se reunió esta semana, es la cobertura del padrón electoral para garantizar la defensa del voto en las mesas electorales.

Andrés Caleca destacó los avances y desafíos del proceso electoral en Venezuela, así como el papel crucial de María Corina Machado en la campaña. También abordó la posibilidad de la anulación de la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática o del candidato opositor.

En la imagen aparecen María Corina Machado (centro), junto a Corina Yoris (izquierda), su primera sustituta que no pudo inscribir su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral y el candidato Edmundo González Urrutia (derecha) durante un acto de apoyo por parte del partido Encuentro Ciudadano. Foto: Miguel Gutiérrez / EFE

—¿Cómo evalúa el crecimiento de la oposición democrática desde el 22 de octubre hasta ahora?

—El 22 de octubre significó una jornada extraordinaria que confirmó todo el proceso de recuperación de la esperanza del pueblo venezolano, de la ciudadanía, sobre la posibilidad de un cambio de gobierno. Sin embargo, el régimen de Maduro ha hecho todo lo posible por empañar ese proceso: desconoció la primaria con una decisión absurda del Tribunal Supremo que nadie le hizo ningún caso; luego, ratificó la inhabilitación inconstitucional de la candidata ganadora, nuestra candidata María Corina Machado, que arrasó en la primaria; después impidió la candidatura de Corina Yoris y de otros candidatos. En ese momento en que se estaban resolviendo las postulaciones, la oposición intentó inscribir no solo a Corina Yoris, sino posteriormente a otros candidatos y ninguno pudo lograr que el Consejo Nacional Electoral abriera el sistema. Todo esto, intentando frenar este avance de la oposición que había significado la primaria para tratar de desanimar a la gente y empujar a la oposición a la abstención. Ese era el objetivo del chavismo, pero eso no ocurrió, por suerte se salvó la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática y terminó siendo Edmundo González el candidato de la oposición. Por supuesto, esto significó un escollo gigantesco al proceso que venía desarrollándose, pero ese escollo ha sido saltado en la práctica. Edmundo González, que no era una persona conocida por el país, fue designado como candidato a apenas 90 días de la elección presidencial, con los cuales le es imposible desarrollar una campaña adecuada para que el país lo conozca, en el contexto de un país donde no hay prensa escrita, donde la señal pública de televisión está prácticamente controlada por el gobierno, donde en este último año se han eliminado 200 emisoras de radio, donde no hay medios de comunicación, donde los candidatos y los dirigentes políticos no pueden ni siquiera hacer giras en avión, tiene que ser por tierra. Entonces, todas estas circunstancias hacen esto un proceso electoral atípico y, sin embargo, hoy en día, gracias a la presencia constante de María Corina Machado y de otros en el panorama político, moviéndose por el país, hablando con la gente, organizando lo poco que se tiene, todas las encuestas determinan que ya hoy ese candidato desconocido, que es Edmundo González, está prácticamente duplicando al candidato del gobierno a la reelección que es Nicolás Maduro, el presidente de la República, nada más y nada menos.

—¿El panorama es alentador para la oposición?

—Desde el punto de vista de los resultados que se pudieran esperar para el 28 de julio, no solo porque el candidato de la unidad opositora, encarnada en María Corina Machado y en la Plataforma Unitaria y otros partidos que se han ido sumando, duplica a Maduro, sino que todas las maniobras —por ejemplo, la creación de candidaturas artificiales, de una supuesta oposición— han fracasado. La posibilidad de dividir el voto opositor es prácticamente nula en este momento. En este momento el gobierno ha perdido la iniciativa política, lo que no quiere decir que el proceso no siga siendo sumamente riesgoso. Estamos en presencia de un gobierno autoritario, capaz de hacer cualquier cosa para mantenerse en el poder. Creo que faltan cosas por ver y tenemos que estar preparados para todos. Ahora, lo fundamental es que ratifiquemos de manera constante que nuestra ruta es electoral y no nos sacarán de ella, sea cual sea el panorama que nos venga en los próximos días que nos separan de las elecciones.

—Decía que sorpresivamente se “salvó” la tarjeta de la MUD, pero siempre está el riesgo de que el chavismo lance nuevas cartas. ¿Hay miedos creíbles dentro de la oposición democrática?

—El temor y la amenaza es permanente, sobre la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática, por ejemplo, pesa la espada de Damocles de una eventual sentencia que pueda aplicar el Tribunal Supremo de Justicia anulando esa tarjeta. Si anulan esa tarjeta, por supuesto, todavía quedarán dos tarjetas que tienen inscrito al candidato, la tarjeta del Movimiento por Venezuela y la de Un Nuevo Tiempo, pero eso todavía generaría gran confusión en el electorado, que la gente que sin querer o sin estar bien informada vote de todas formas por la tarjeta de la Unidad porque si mañana el Tribunal Supremo eliminara a la Mesa de la Unidad Democrática, de todas maneras en el tarjetón saldrá la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática, solo que los todos que se pongan allí serán nulos. Fíjate cómo pudiera complicar esto el proceso, pero más todavía, el gobierno podría, si se siente con la fuerza suficiente para hacerlo, inhabilitar al candidato y dejar a la oposición democrática venezolana sin candidato, una especie de Nicaraguazo; ¿el gobierno tendrá poder para eso? Eso está por verse. Cuando hablo de  “poder”, me refiero al respaldo de las Fuerzas Armadas para una jugada de esa naturaleza, ¿tendrá el respaldo de sus aliados internacionales? Pareciera que no, los aliados internacionales del gobierno, particularmente los latinoamericanos, que son los más cercanos y particularmente Gustavo Petro en Colombia y Lula da Silva en Brasil, han sido muy claros en que se deben preservar unas condiciones mínimas democráticas para las elecciones. De hecho, hace algunas semanas todo el país esperaba que la decisión del TSJ fuera eliminar la tarjeta de la MUD, se convocó incluso a una sesión del tribunal y al final no pasó nada, obviamente ahí algo se movió. Al gobierno lo veo con poca fuerza real para patear la mesa, sin embargo, es posible que la preocupación de estos sectores que están enquistados en el gobierno, que ven la posibilidad real de perder el poder, pudiera llevarlos a cometer cualquier cosa. Un régimen autoritario como este es tan peligroso como un animal acorralado.

—¿Qué otra cosa pudiera ocurrir?

—Aparte de eliminar la tarjeta de la MUD y de inhabilitar al candidato con cualquier argumento, pudiera ocurrir también que el gobierno suspenda las elecciones. De hecho, tiene un margen para hacerlo porque recuerda que estas elecciones constitucionalmente deben hacerse antes de la finalización del periodo presidencial en curso y esa finalización es en enero del año que viene, ellos adelantaron las elecciones seis meses con respecto al cronograma obligatorio, digamos, de la Constitución. De manera que mañana pudieran sorprendernos el Consejo Nacional Electoral con que no están dadas las condiciones, con que están enredados; a mí me preocupó un incendio forestal que hubo en las instalaciones del CNE en Mariche, que es una cosa insólita, porque en 2020, creo, ya hubo un incendio forestal que terminó acabando con 25.000 máquinas de votación que estaban en ese almacén y cuatro años después vuelven a dejar crecer la maleza y se vuelve a incendiar. Y entonces sale el ministro de Interior diciendo que hay un plan de sabotaje de las elecciones. Las elecciones quienes las tienen perdidas son ellos, en todo caso, el incendio lo provocarían ellos. Eso es un incendio forestal, toda Venezuela está incendiada porque tenemos un periodo de sequía, calor y viento, como es típico en marzo, abril y mayo, pero esas son las necedades que te hacen pensar que estos tipos en cualquier momento pueden decir que no están dadas las condiciones y que las van a suspender cuatro meses. Y, por cierto, si hacen eso estarían dentro de la legalidad.

Los venezolanos, agobiados por la profunda crisis económica, deberán elegir el 28 de julio. Foto: Juan Barreto / AFP

—¿Por qué no fijaron entonces una fecha lejana? ¿Por qué aventurarse a hacerla en julio cuando se pudo haber fijado para noviembre o diciembre?

—Pienso que fue un mal cálculo del gobierno, vista las cosas que estaban ocurriendo.

—No esperaba la reacción que ha habido en la oposición…

—Yo pienso que el gobierno pensó que mientras más cerca fueran las elecciones (más oportunidad iba a tener de ganar). Recuerdo que en la campaña de la primaria, en la cual participé como candidato, ellos venían amenazando que iban a ser las elecciones antes y Diosdado Cabello a cada rato decía eso y yo decía: ¿cuándo quieren perder? Si quieren perder mañana, convócala para mañana. Si yo hubiera sido el gobierno, haría las elecciones en diciembre como es la tradición para ver si me recupero. Sin embargo, decidieron adelantarla en marco de un acuerdo con los Estados Unidos en el que supuestamente iba a haber un levantamiento de sanciones, iban a dar más flexibilidad, y yo creo que calcularon mal. Porque, por ejemplo, después de las reuniones en Doha, lo que medio se ha sabido de eso, porque en eso la oposición venezolana no participó, esas fueron unas conversaciones entre los gobiernos, esos acuerdos derivaron en un levantamiento o una excepción de las sanciones, el gobierno creo que calculó mal en el sentido de que ‘ok, me levantan las sanciones, entra un chorro de dinero al país y yo hago las elecciones lo antes posibles porque tengo plata para comprar el resultado electoral’. Y resulta que eso no funciona así, ponte tú en los zapatos del CEO, del ejecutivo, de la junta directiva de una compañía trasnacional que quiere venir a Venezuela a explotar petróleo y cuya inversión mínima está en el orden de los 6.000 y 7.000 millones de dólares, y lo que se levanta es provisionalmente es una sanción por 6 meses. En 6 meses no hay tiempo ni de invertir 6.000 millones de dólares ni de recuperarlo. Más bien es un riesgo. Entonces, resulta que ese levantamiento parcial de las sanciones no significó desde el punto de vista económico mayores ingresos para el gobierno y se encontraron con que vienen las elecciones, no tienen dinero… fíjate, en un proceso electoral, en un comportamiento atípico, llega el 1 de mayo y el gobierno ni siquiera aumentó el salario, que está congelado a nivel de miseria y de hambre. Entonces la cosa se le complica. El gobierno está desde el 22 de octubre con el resultado de la primaria. Ellos habían apostado a que esa primaria iba a ser un desastre, que no íbamos a poder votar, que la gente no iba a encontrar las mesas y que resultó todo lo contrario. Desde ese día el gobierno está como turulato y no halla qué hacer, perdió la iniciativa política, toma medidas absurdas, las echan para atrás, están totalmente desconcertados en este momento y, a dos meses de unas elecciones, en un proceso de pugna interna bestial, matándose internamente entre ellos, porque no se trata de una lucha política como la puede haber en la oposición, que bueno, zancadillas estatutarias aquí, que no le hiciste caso a una convocatoria, no, estos tipos se están metiendo presos y se están torturando unos con otros, al nivel más desastroso, a 70 días de una elección, ¿qué está pasando dentro del gobierno?, uno no sabe. Eso es una caja negra, pero las señales son terribles.

—¿María Corina Machado lo está haciendo bien?

—Me parece que lo mejor que nos ha podido pasar es la madurez que se ha demostrado. Porque uno tenía temor, vamos a decirlo claro, de que algunos sectores de la oposición venezolana, frente a la imposibilidad —que era lo que esperaba el gobierno— de que nuestra candidata fuera inscrita, entonces se llamara a la abstención. No ocurrió. María Corina luchó, por supuesto, no se logró la presión interna suficiente para que el gobierno levantara la inhabilitación de María Corina, pero ella luchó por eso. Pero cuando se dio cuenta de que el proceso electoral estaba en peligro, sustituyó su candidatura por la de Corina Yoris y después por Edmundo González y después ha hecho campaña en todo el país por Edmundo, a quién no conocen, ella lo está dando a conocer en toda Venezuela. La verdad es que no es solo ella, muchos otros lo estamos haciendo, claro, ella es la gran líder. En este momento de la oposición venezolana, no sabemos por cuánto tiempo, pero en este momento la líder de la oposición es María Corina Machado y ella asume ese papel de liderazgo sin temor, a pesar de que le han metido preso a todo su equipo de trabajo, a pesar de que la hostigan, a pesar de cosas absurdas como que cierren el hotel donde se aloja, un tipo de cosas asombrosas, la gente en el exterior a veces no la entiende.

—O de que, por ejemplo, se le vincule cada vez más con Tareck el Aissami.

—Una cosa que nadie en su sano juicio puede ni siquiera imaginar. Pero, bueno, cualquier cosa. Ahora, ¿cómo vas a parar este proceso? Ese es el problema que tiene el gobierno, el país se le está levantando, además pacíficamente, que era lo que muchos de nosotros insistimos desde el año 2020, que no podíamos dejar pasar la oportunidad de las elecciones del 2024 en cualquier circunstancia, aún en las peores, porque participar en un proceso electoral significa motivar al país, llevar el mensaje político de cambio a toda Venezuela. Lo peor que puede hacer la oposición democrática en cualquier país del mundo es abstenerse en un proceso electoral. Ah, ¿el proceso electoral está amañado? No importa, tú vas a un proceso electoral y haces lo que tienes que hacer. Y los hechos han demostrado que es así. Cuando empecé la campaña en la primaria, en enero de 2023, la gente no tenía ningún interés en nada político. Incluso, te recibía con afecto, no sentía rechazo, pero sí una gran indiferencia, pero un año después el país está absolutamente motivado, viendo una posibilidad de salir de este desastre, el chavismo haciendo agua en sus bases sociales y políticas por todas partes y ocupándose de las triquiñuelas porque, como no pueden subir ni un voto —porque hagan lo que hagan no suben en las encuestas—, están dedicados a tratar de restar los votos de la oposición. ¿Cómo restar los votos de la oposición? Promoviendo a unos candidatos chimbos, que han fracasado, utilizando al Consejo Nacional Electoral, que se ha convertido en una oficina de elecciones del PSUV para crear centros electorales, dispersar a la población opositora en centros electorales en zonas inhóspitas, confundiendo al electorado, le cambiaron el nombre a 6.000 escuelas, crearon 1.700 nuevos centros electorales de 1 y 2 mesas. Hay mesas que están ubicadas en casas de familia, una cosa que nunca se ha visto en la historia electoral venezolana. Todas esas triquiñuelas, y todo lo que he podido percibir en la calle —no soy María Corina, por supuesto, pero me reúno con los dirigentes políticos y sociales locales, los maestros y sindicatos, y estoy palpando lo que está ocurriendo—, es que en esos centros que ha creado el gobierno, muchos ubicados en sedes del CLAP, en misión vivienda, etcétera, la gente quiere votar por Edmundo. Lo que haga el chavismo le está saliendo mal, y le está saliendo mal porque son 25 años de desastres. La gente está realmente en la peor situación que ha conocido Venezuela por lo menos en los últimos 100 años.

Nicolás Maduro en una breve e inusual caminata el 1 de mayo. Foto: Prensa Miraflores / AFP

—Se ha dicho que existe la posibilidad que el chavismo alegue que la campaña de Edmundo González ha sido fraudulenta. En este escenario, ¿eso es posible?

—No me imagino con qué argumento podrán acusar de fraudulento a Edmundo González. En todo caso, el proceso se está llevando a cabo fraudulentamente, cuando eliminas a los candidatos por la vía de la inhabilitación, cuando tú cierras el sistema de candidatura como hicieron para Corina Yoris y otros personajes, incluyéndome, eso es fraude del proceso electoral, cuando tú haces lo que acabo de narrar, disgregando centros electorales, reubicando electores inconsultamente, cuando cierras el espacio radioeléctrico para una campaña competitiva, eso es fraude electoral y violación del acuerdo de Barbados, por cierto. Todo este proceso es fraudulento, pero el fraude lo está cometiendo el gobierno. Es como esa acusación que le están haciendo a María Corina Machado con Tareck el Aissami. Imagínate tú. Obviamente estamos en un proceso fraudulento y contra este proceso fraudulento estamos actuando, conociendo la característica del proceso para sortear los obstáculos. El tema está en que el poderoso, el que controla las armas, el aparato del Estado, en este caso el gobierno, impone el campo en donde se va a desarrollar la batalla, en este caso la electoral, por supuesto, ¿qué puede hacer el débil desde el punto de vista del poder? Dar la batalla donde el poderoso la plantea, sorprenderlo y derrotarlo en su propio terreno de batalla, eso es lo que está tratando de hacer la oposición venezolana, por primera vez, creo, con absoluta conciencia de lo que está haciendo, después de haber aprendido todo lo que hemos aprendido en 25 años. Me parece que la cosa va muy bien, el gobierno está muy asustado y va a ser peligrosa la cosa. Ahora, ¿habrá un fraude electoral el día de la elección? ¿Se van a robar los votos o van a dar un resultado absolutamente contrario a la realidad? Bueno, de nosotros depende tener las actas en las manos, que es otra de las maniobras del gobierno. Cuando el gobierno ha aumentado el número de mesas electorales en este proceso, ¿qué es lo que está buscando? Que la oposición no pueda cubrir el padrón electoral con los testigos suficientes para entonces forjar un resultado distinto en las mesas donde no haya testigos. Depende de nosotros, esa es la gran preocupación en este momento del candidato Edmundo González, con quien me reuní el martes (14 de mayo), su gran preocupación son las mesas electorales; es la gran preocupación mía, yo estoy moviéndome por todo el país, estuve en Charallave el sábado, viendo todo el proceso en los Valles del Tuy —poblaciones muy densas, pero dormitorio, como Ocumare, Cúa, Charallave, Santa Lucía y Santa Teresa— me sorprendí enorme y satisfactoriamente porque en ese momento ya casi 75% del padrón electoral está cubierto, en otros sitios del país no es así, en otros sitios del país la tarea está muy atrasada y ahí es donde tenemos que trabajar en los próximos días.

—¿Es posible que se cubran esas plazas?

—Si nosotros metemos el acelerador, es posible, en eso andamos. En la reunión que tuve con el candidato ese fue el tema fundamental que hablamos y es el tema fundamental que se está hablando en todas partes, cómo acelerar ese proceso, se está pensando crear unas coordinaciones políticas importantes para unir esfuerzos, porque muchas veces estamos solapando esfuerzos, acuérdate de que esta es una alianza de muchos partidos, muy variopinta, el tema es cómo nosotros rápidamente resolvemos estos escollos como ocurrió con la primaria. Recuerdo que un mes antes de la primaria la sensación era que iba a fracasar, sin embargo, se metió el pie en el acelerador y se logró hacer la primaria a pesar de todos los problemas. Y lo primero es que sabemos cuáles son los problemas, eso es importante, reconocer los problemas que tenemos y cómo afrontarlos. Ese es el trabajo de los próximos 70 días, un trabajo más importante incluso que desarrollar una campaña, electoral tradicional, porque esta no es una campaña electoral tradicional, esto es absolutamente atípico; no es una campaña entre un candidato y otro, esta es una campaña entre la democracia y una dictadura y el país se está levantando absolutamente contra un gobierno autoritario y dictatorial, a la gente no le importa el candidato. El gran elector en Venezuela no es ni siquiera María Corina Machado, el gran elector es Nicolás Maduro porque la gente quiere votar contra él, ese es el problema que tiene el gobierno, ‘si me quitas a Edmundo, por una chancleta voy a votar, como sea’, porque el gran drama de este país es que quiere salir de este desastre en el que está sumido.

Líder opositora María Corina Machado. Foto: Miguel Gutiérrez / EFE

—¿Qué otros temas importantes habló con Edmundo González?

—Fundamentalmente el tema de la necesidad de fortalecer el padrón electoral, de que las mesas sean cubiertas en todo el país, también hablamos de la necesidad de la coordinación política, que es el mismo tema prácticamente… una coordinación política que permita que se incorporen a este esfuerzo todos los factores novedosos que se están incorporando porque ¿qué es lo que está pasando? Tú tienes Vente Venezuela, que es un movimiento extraordinario alrededor de María Corina, tienes el comando ConVzla, creado por Vente Venezuela, que dirige Magaly Meda, lamentablemente asilada en una embajada, imagínate tú, qué atípico es esto, la gente del comando de campaña está asilada en una embajada, esa es la característica del proceso, y tienes a los 10 partidos de la Plataforma Unitaria que tiene sus propios padrones electorales, que son partidos tradicionales y de recorrido histórico, sus padrones electorales que usaron, por ejemplo, en el 2021, en la primaria, me refiero a Acción Democrática, Copei, de Convergencia, Primero Justicia, y después vienen otros movimientos que se han ido incorporando, movimientos sociales y políticos, como el MAS, que tiene también su propia gente, el tema entonces es cómo coordinar todos esos esfuerzos para no solapar y no perder tiempo y esfuerzo, cómo coordinamos eso para que haya una sinergia más eficaz en apenas 70 días que nos quedan, y también hablamos un poco de lo que significa la responsabilidad de un eventual triunfo del candidato Edmundo, de la necesidad de plantearle al país un gran pacto nacional e histórico para recuperar la República. Pero realmente el tiempo realmente se empleó fundamentalmente en darle una revisión al tema electoral, eso fue el centro de la reunión.

—¿Qué le convence de Edmundo González?

—La razón por la cual me siento comprometido con la candidatura de Edmundo y lo apoyaré hasta donde me dé la fuerza es porque es la candidatura que fue posible, y como te digo, aquí hay que ir al proceso electoral en cualquier condición, aún en las peores circunstancias. Si es Edmundo, es Edmundo. Tenemos además la suerte, porque fíjate que Edmundo nunca se planteó que él iba a ser el candidato, Edmundo fue, lo que llaman en el lenguaje electoral, una tapa, una persona cuyo nombre se usa para mantener viva una tarjeta, pero que no es el candidato. De hecho, cuando Edmundo González firma su aceptación como candidato tapa o provisional de la MUD, firma al mismo tiempo su renuncia, las dos cosas, porque nunca nadie pensó que él podía ser el candidato. Sin embargo, las circunstancias obligaron a que convirtiese en un candidato formal, y menos mal tuvimos la suerte, porque eso fue suerte, que esa tapa estaba en manos de un hombre con una conducta intachable en el pasado, un profesional serio, un diplomático de carrera, embajador, reconocido por su eficacia profesional, por su talante democrático, no es un político propiamente dicho. Yo no lo conocía personalmente hasta que me reuní con él, pero sabía perfectamente quién era Edmundo González Urrutia desde hace mucho tiempo. Embajador de Venezuela en Argentina, jefe de misión diplomática en Centroamérica, en los momentos más difíciles de Centroamérica, particularmente en El Salvador, un tipo que tiene un gran equipaje de experiencia en resolución de conflictos, en representar los intereses del país, y además es un hombre que nunca había caído a lo largo de los años en extremismos de ningún tipo ni se había metido en el tema político, estaba prácticamente retirado. Esos casos pasan, hay un caso típico, que es el caso de Konrad Adenauer en Alemania, eso casi nadie lo recuerda, Konrad Adenauer, cuando asciende el nazismo al poder, era el alcalde de Colonia, una de las ciudades más importantes de Alemania, y cuando se declara la dictadura nazi, ese hombre se fue para un convento de monjes; la guerra terminó y él nunca salió de ese convento y fue el hombre que permitió, nada más y nada menos, la reconstrucción de Alemania. Cuando termina la guerra, ‘¿a quién ponemos aquí? ¿Y ahora qué hacemos? ¿A quién ponemos?’, Alemania destruida y Adenauer era el alcalde de Colonia y estuvo en un convento. Una cosa así nos está pasando a nosotros. Este es el verdadero outsider, ¿tú te acuerdas de que se hablaba mucho de que hacía falta un outsider? Bueno, salió el outsider.

El dirigente Andrés Caleca junto al candidato presidencial Edmundo González Urrutia. Foto: Andrés Caleca (@ajcaleca)

—¿Por qué Edmundo González y no Manuel Rosales, que también estaba inscrito y cuenta además con amplio apoyo y experiencia política?

—No hubo acuerdo en la oposición venezolana para apoyar a Rosales, yo estaba de acuerdo con que se apoyara a Rosales, pero yo no soy miembro de la Plataforma Unitaria, que es una alianza de partidos, yo no tengo partido. Si a mí me hubieran preguntado, apoyaría a Rosales, punto y no hubiéramos discutido más y ya Rosales estaría duplicando a Maduro. Sin embargo, vaya usted a saber por qué. Tengo entendido que siete de los partidos de la Plataforma Unitaria no estuvieron de acuerdo con Rosales. Hay que preguntarles a ellos. Es una cosa extrañísima, Rosales fue el candidato de la Unidad en las elecciones del 2021.

—¿Se habría generado desconfianza quizá por su diálogo con el régimen de Maduro? Algunos lo asocian con esos sectores señalados de recibir presuntos sobornos del chavismo para fracturar a la oposición.

—Nunca he sabido que él tenga vinculación con esos grupos, nunca he sabido eso. Ni en su gestión en Zulia ni en su campaña electoral en Zulia. Él en Zulia fue el candidato de la Plataforma Unitaria, no de los alacranes, con el apoyo de todos los partidos de la oposición democrática. Por cierto, no tuvo el apoyo de Vente Venezuela porque en el 2021 no participó en las elecciones, pero ¿por qué un candidato que fue el candidato unitario para la Gobernación del primer estado del país no pudo ser candidato para la Presidencia de la República? Tienes que preguntárselo a los que se opusieron, yo no me opuse nunca, pero además a mí nadie me preguntó. Yo no era un elemento decisor ahí. Ahora, ¿por qué partidos como Primero Justicia, Delsa Solórzano, que fue militante de Un Nuevo Tiempo, no quisieron a Rosales?, no lo sé. Yo lo hubiera apoyado, sin problemas; así como estoy apoyando a Edmundo González sin problema y a Corina Yoris, porque aquí se trata de un candidato unitario para derrotar a Maduro. Después veremos nosotros qué va a pasar.

—Para usted, que es un político independiente ¿ha sido fácil el acercamiento con la Plataforma Unitaria o con los partidos políticos que la conforman? ¿Han sido receptivos con las propuestas?

—De hecho estoy en una gira nacional, que en todas partes es convocada por los partidos de la plataforma, acabo de regresar de los Valles del Tuy de una actividad de la plataforma, estuve en Aragua la semana pasada igual en una actividad totalmente organizada por la plataforma, en Cojedes. En Cojedes pasó una cosa curiosa, fueron partidos que no son de la plataforma, que no están con Edmundo, y la gente de esos partidos está empezando a ver que quizá sus dirigentes están jugando a favor del gobierno. Porque aquí pasa una cosa curiosa, está la candidatura de Luis Eduardo Martínez y es evidente que esa es una candidatura instrumentalizada por el gobierno para dividir a la oposición, no hay ninguna duda, pero el votante de esa tarjeta de Acción Democrática obviamente no es un tipo del gobierno, porque si fuera del gobierno, vota por el PSUV, entonces, a esos votantes de esas tarjetas hay que llegarles con un mensaje claro, decirles que la verdadera oposición está de este lado, y se están dando cuenta. Estoy viendo que hay un movimiento, como te digo, están asistiendo a los actos, algunos dirigentes regionales y locales se están pronunciando abiertamente a favor de la candidatura de Edmundo González y se está produciendo un fenómeno extraordinario, que es lo que dicen las encuestas, 80% quiere salir de Maduro.

—¿Cree posible que más adelante algunos de ese llamado alacranato finalmente se sumen a la candidatura de Edmundo González?

—No me atrevería a meter a todos en un mismo saco, por ejemplo, quiero sacar particularmente de la ecuación a Enrique Márquez, quien posiblemente pueda tener un rayo luminoso que le diga que no tiene ningún papel que jugar con una candidatura independiente.

Candidato presidencial Edmundo González Urrutia. Foto: Juan Barreto / AFP

—Él posiblemente se reúna en los próximos días con Edmundo, quizá surja un acuerdo.

—Sí, ojalá Enrique Márquez retire su candidatura y apoye a Edmundo. No hace ni siquiera mucho desde el punto de vista político porque Enrique Márquez no tiene un dígito en las encuestas, pero simbólicamente sería muy importante. Ahora, con los demás, honestamente no tengo ninguna esperanza. De hecho, se han dedicado, más que hacer campaña contra el gobierno, a hacer campaña contra Edmundo, que es una cosa curiosa. Sin ninguna duda, son candidaturas instrumentales del gobierno, por eso te digo que sobre la mayoría de ellos no tengo esperanza de que pueda ocurrir un gesto de sensatez unitario.

—¿Cuáles errores no debe cometer la oposición en los menos de tres meses que quedan, independientemente de los escenarios que se presenten?

—El error más letal que pudiera cometer la oposición venezolana es no lograr cubrir todo el padrón electoral con testigos que tienen que estar bien capacitados y atendidos durante todo el proceso electoral porque vamos a tener a una maquinaria del PSUV, que es formidable, aceptable, por supuesto con los recursos del Estado, pero ahí está, actuando contra nuestros testigos, en cualquier circunstancia, además, coaligados para eso con el Consejo Nacional Electoral, que se ha convertido en un ministerio de elecciones del gobierno y da lástima decirlo, con muchos integrantes del Plan República que terminan siendo unos agresores de los testigos opositores. De manera que nosotros no solo tenemos que localizar, entrenar, trasladar al sitio de votación a alrededor de 40.000 testigos, lo cual supone que debe ser en las mismas circunstancias el mismo número de suplentes para cubrir cualquier eventualidad, sino que a esos testigos no los podemos dejar solos en el centro de votación; en alrededor de cada centro de votación la oposición venezolana tiene que organizar a los vecinos para que estén atentos con sus testigos, si hay que darles agua, arepas, café, y tiene sobre todo que defenderlos con la protesta ciudadana y con todo ciudadano convertido en un periodista, con su celular, reportando el proceso, cualquier agresión contra un testigo, documentar absolutamente todo. Que no haya una mesa sin testigos, que no haya un testigo solo, abandonado en esa mesa, y que no salga ningún testigo al final del proceso electoral sin copia de su acta en la mano, porque si no tenemos las pruebas de que ganamos, no reconocen el triunfo. Es más, aún teniendo las pruebas está el peligro de que no lo reconozcan, pero una cosa es con las pruebas en las manos y otra cosa es sin las pruebas en las manos.

—¿Qué apreciación tiene sobre las observaciones de Estados Unidos y la Unión Europea sobre los supuestos avances por parte del gobierno en las garantías democráticas? Se habla de que hay disposición por parte del gobierno de Maduro.

—La disposición del gobierno venezolano es mínima, lo que yo veo. Fíjate quién es nuestro candidato, la última opción porque el gobierno se negó a cualquier otro candidato, pero la comunidad internacional creo que está actuando con la idea de que darle incentivos a esta gente los va a hacer más razonables. Yo no creo en nada de eso.

@Luidejesus_

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