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Май
2024

Hibridación de tecnología y talento, la palanca para innovar con éxito

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Abc.es 

Una mente brillante y disruptiva que ha inspirado a generaciones es la de Albert Einstein . Su efigie ha ilustrado innumerables espacios de trabajo, como en muchas ocasiones mi despacho. Su retrato, acompañado de una de sus citas más célebres, sirve de inspiración para muchos. Mi favorita es: «si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». Personalmente complementaría su ilustre frase con mi humilde y siguiente aportación: «¡y, si buscas innovar con éxito, además, hibrida!» Este pensamiento lo puse encima de la mesa en mi participación durante un reciente workshop con directivos de varias empresas internacionales en el desarrollo de un proyecto innovador, en el que estoy embarcado, cuyo foco está puesto en cómo mejorar el mundo a través del bienestar de las personas y del planeta. Un importante reto emprendedor, de impacto mundial, cuyo propósito, es realmente motivador. La cita comenzó por una sesión de « brainstorming ». Para la tormenta de ideas convocamos a individuos de diversos ámbitos profesionales. Un servidor entre ellos. Por un lado, científicos, tecnólogos, médicos y arquitectos, todos ellos doctos en su materia, por otro lado, personas de perfil similar al mío; orientadas al «management estratégico» y a la gestión empresarial. La sinergia derivada del proceso fue excelente. Quedó patente el poder de la hibridación del conocimiento, de la tecnología, de las ideas y del talento. ¿Qué es la hibridación empresarial? A grandes rasgos, un proceso de hibridación obedece a la fusión de elementos muy diversos, de características y de orígenes totalmente diferentes para crear algo nuevo y, a menudo, más potente y efectivo. Su aplicación es de ámbito multidisciplinar, desde las diferentes materias científicas, pasando por las artísticas, hasta el ámbito empresarial o de negocio. Centrándonos en el contexto de la innovación organizacional, su extrapolación al mundo de la empresa se refiere a la combinación de diferentes elementos, como son las ideas, los procesos, las tecnologías o los modelos de negocio, provenientes de diferentes fuentes o disciplinas para la creación de soluciones de mayor valor añadido. Esencialmente, implica mezclar y combinar recursos y conocimientos de diversas áreas, internas y externas, con el fin de estimular la creatividad y la innovación dentro de una organización. En el escenario empresarial que acontece, en el que la digitalización marca el paso, y al que denominamos entorno VUCA (del inglés volatility, uncertainty, complexity and ambiguity), diferenciarse de la competencia y generar valor para el cliente y para el usuario va más allá de la mera introducción de novedades. Ahora, la clave radica en la creación de innovaciones verdaderamente únicas, singulares y disruptivas. Productos y servicios resultantes que precipiten esa ventaja comparativa y competitiva para alcanzar o mantener cierta posición de liderazgo. Este desafío requiere, insoslayablemente, de la implementación de procesos de hibridación. El objetivo de la hibridación en una compañía no es conseguir que el sumatorio de dos y dos sea igual a cinco. Eso es pura sinergia, algo necesario, pero no suficiente para sobrevivir en este mundo cada vez más dinámico, veloz y de turbulencias competitivas. El verdadero reto implica que el valor resultante de la suma de los factores sea cuantitativa y cualitativamente diferente a lo habitual. Hablamos de algo mágico. ¿Cómo lograrlo en las organizaciones? Debemos tener claro que ni toda tecnología es innovadora, ni toda innovación es tecnológica . Si bien, algo que enfatizo en mis conferencias sobre procesos de innovación, que ya cuenta con una gran evidencia, es que ya no vale implementar varias tecnologías disruptivas (o no tan disruptivas) en las empresas, sino que deben combinarse de tal forma que su cohesión sea, en sí misma, una innovación que genere valor. Y que ese valor no sea efímero, debe ser tangible, medible y monetizable. Ese es el verdadero objetivo de la hibridación. La definición de hibridación parte inexorablemente de la combinación de elementos muy distintos. En este sentido, las personas participantes en el proceso difieren tanto en sus conocimientos como en su pertenencia o no a la organización. Eso sí deben estar alineados en valores y compartir el mismo propósito. En consecuencia, se trata de reunir en la sesión de trabajo a expertos del equipo interno de la organización (con leves conocimientos en tecnología, pero altamente conocedores de su día a día) con especialistas en tecnologías disruptivas que son ajenos a la idiosincrasia de la empresa. Ante todo, para el éxito del proceso, es de imperiosa necesidad hacerlo en entornos que precipiten la creatividad, la motivación y la empatía grupal. El proceso comienza organizando sesiones de think tank, donde las personas participantes comparten sus conocimientos y experiencias para explorar el potencial de las tecnologías emergentes en el contexto empresarial y en el sector concreto en el que estamos (salud, educativo, financiero, administración pública, turismo, agricultura, industrial, deportivo, etc.). Es mucho más que una mera tormenta de ideas, hablamos de un intercambio bidireccional de conocimientos, donde los expertos internos aprenden sobre nuevas tecnologías y su aplicación (inteligencia artificial, big data, blockchain, IoT, impresión 3D, realidad virtual, nanotecnología o computación cuántica, entre otras) y los especialistas externos comprenden los desafíos y las oportunidades del modelo de negocio. Consiste en identificar, juntos y en equipo, su aplicación práctica y real en algún punto crucial de la cadena de valor de la organización. Desde nuestras rutinas diarias hasta la propia experiencia del cliente. Hablamos de la exploración de las potencialidades de estas tecnologías disruptivas para mejorar lo que hacemos y cómo lo hacemos. Posteriormente, se lanzan retos reales, se ponen en práctica metodologías ágiles y se ejecutan procesos de design thinking para desarrollar proyectos piloto orientados a generar valor para la organización. Utilizando el método de prueba y error, se busca un pequeño caso de éxito que, posteriormente, sea escalable a nivel global en la propia organización o en el mercado. En este sentido, es esencial tener mentalidad bootstrapping y de bajo coste , evitando así que el error sea una agonía, sino todo lo contrario, que pase a convertirse en un aprendizaje y en una inquietud de mejora, de resiliencia y de superación para todo el equipo. Es vital que entre aire fresco La experiencia y ciertos logros alcanzados junto a algunos reconocimientos que he recibidos (como el del organismo tecnológico internacional IEEE o la prestigiosa Revista Ejecutivos) durante mi trayectoria como directivo en entidades, tanto públicas como en privadas, por la innovación y su transformación, me permiten postular que es crucial que las organizaciones abran (física y mentalmente) las ventanas. Que propicien la entrada de aire fresco, continuamente, en forma de nuevas ideas, de talento, de impulso y de ilusión, para que se fusionen con el conocimiento interno y con la fuerza emocional de la organización. En consonancia con este enfoque, subrayo la importancia de crear esos equipos multidisciplinares compuestos , por un lado, por esas personas de la propia organización, expertas en la actividad principal y, por otro lado, por aquellos profesionales externos especializados en tecnologías emergentes. Esta combinación única, donde los conocimientos del «core business» se fusionan con la experiencia digital, es la clave para un desarrollo exitoso de la innovación. Esta perspectiva supone mucho más que la mera cesión interactiva de ideas o de conocimiento. También origina un traspaso dual de otras habilidades como son la inteligencia ejecutiva, la manera en que se ponen en práctica las acciones o la gestión de emociones y de personas. Porque hibridar va de pensar diferente, de transformar la forma en que las cosas suceden en la empresa y, especialmente, va de implicar al equipo para conseguir que las cosas pasen. Porque innovar también es un tema de «Engagement». Un punto que deseo destacar es que la hibridación del talento es una praxis que no solo tienen un rol fundamental para la creación de soluciones innovadoras que mejoran la eficiencia y la rentabilidad de las organizaciones o la experiencia de cliente y del usuario, también tienen un impacto positivo en la vida de las personas de la compañía. Por ello deseo finalizar con un denominador común que he podido observar en todos los equipos, tras la finalización de los proyectos de innovación en los que he participado y se ha adoptado esta práctica. Y no es otro que el incremento en el grado de autoestima, de entusiasmo, de felicidad y, especialmente el sentimiento de pertenencia. Algo que se manifiesta en forma tangible en la productividad en particular de cada persona y, de forma agregada, en una mejora del indicador de productividad global de la organización. Porque la innovación y la productividad son cuestión de personas, de cómo las dirijas. Manuel Bonilla. Director corporativo de innovación de Grupo AB Living & SHA Wellness Clinic, profesor y speaker.