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Май
2024

Pogacar sentencia el Giro a lo grande

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Abc.es 
Italia rindió homenaje a la belleza del ciclismo con una etapa reina colosal, una monstruosidad de jornada alpina para el deleite del aficionado y el afán de exhibición de Tadej Pogacar , que logró su cuarto triunfo parcial y sentenció el Giro, si es que a alguien aún le quedaba dudas, con un ataque lejano y demoledor que petrificó a sus rivales, a quienes metió más de tres minutos en la meta. [Narración: así hemos contado la etapa reina del Giro de Italia] Pogacar entra en la última semana de carrera con una renta de 6 minutos y 32 segundos sobre el segundo clasificado, más que suficiente para culminar con placidez el trayecto que le ha de coronar en Roma, por más que aún quede dureza de sobra. La única duda está en el nombre de quienes le habrán de acompañar en el podio, una batalla que de momento sigue encabezada por Geraint Thomas, que resistió el ataque postrero de Daniel Martínez para rebajarle algunos segundos. Fueron 222 kilómetros de suplicio para los ciclistas, seis horas de pedaleo con un desnivel total de 5.400 metros repartidos en cinco puertos que provocaron una fatiga infinita a todos, menos a Pogacar. Fue a partir de la coronación del temible Mortirolo, a cincuenta kilómetros de meta, cuando se empezó a definir la suerte de la carrera. Por delante quedó un grupo de 18 corredores con algunos notables: Juanpe López, Nairo Quintana, Michael Storer o Julian Alaphilippe. Fue en el Passo di Foscagno, el cuarto puerto del día, cuando asomaron entre los 18 aquellos que debían luchar por la victoria. El primero en intentarlo fue Gerd Steinhauser, a quien poco después alcanzó Nairo Quintana . El colombiano, 34 años, de vuelta en Movistar, soñó con una victoria de prestigio, un triunfo de los de antaño. Fue hasta que Pogacar, al frente de un pelotón cada vez más exiguo, decidió que tenía piernas para mucho más. A falta de 14 kilómetros para la meta lanzó un ataque furibundo, un hachazo excesivo al que no pudo responder ni uno de sus principales rivales. Pogacar empezó su ataque a 2:30 de Nairo, y mientras engullía a grandes bocados al resto de fugados iba rebajando también la distancia con el colombiano. Nairo siguió soñando hasta el descenso del Foscagno, al que llegó con 40 segundos de ventaja, pero no pudo hacer nada para contener el nervio de la maglia rosa en el repecho final camino de Livigno. Al final sucumbió a dos kilómetros de la llegada. Poco más se puede hacer ante un talento como Pogacar deseando celebrar su victoria más contundente.