ru24.pro
World News in Spanish
Май
2024

El libro digital en las aulas divide a la comunidad educativa gallega

0
Abc.es 

Galicia, pionera en materia de protección de la infancia ante las nuevas tecnologías, con la prohibición del uso de 'smartphones' en los centros educativos, vuelve una vez más a generar debate sobre el impacto que aquellas pueden tener en los más pequeños. Esta vez, en el centro de atención está el programa E-Dixgal, con el que la Consellería de Educación apuesta por la digitalización de la enseñanza como parte del proyecto Abalar, y que ya funciona en más de 600 colegios e institutos. Pero no todos los centros y familias lo ven con buenos ojos: critican sus detractores que supone una exposición excesiva a las pantallas y que va en detrimento de otras capacidades, como la comprensión lectora. Una tensión que se puede apreciar en el número de solicitudes de inscripción, que para el próximo curso son considerablemente menos que en los anteriores, y por los centros que optan por darse de baja. Hace unas semanas, la consellería publicaba la resolución provisional de centros admitidos para participar en el proyecto E-Dixgal en el próximo curso. Con un simple vistazo, se aprecia un gran contraste con el de otras convocatorias: mientras que, por ejemplo, el año pasado unos 40 centros se sumaban o aumentaban su participación en el programa, este año solo son 6. En total, participan en esta iniciativa, que desde hace 10 años promueve la digitalización en las aulas desde 5º de Primaria hasta 4º de la ESO, unos 64.000 alumnos, cada uno con un ordenador, de 630 centros. Entre los centros que este año se suman o aumentan su participación en el proyecto E-Dixgal se encuentra el IES República Oriental do Uruguai, en Vigo, que el próximo curso lo implantará en 3º y 4º de ESO después de llevar ya varios años empleándolo en 1º y 2º. En conversación con ABC, su director, José Emilio Gómez, explica que amplían su uso porque están «convencidos» de que es «muy positivo para el alumnado». «La digitalización ahora está en todos los ámbitos de la vida», y, yendo en contra, indica, «no se llega a ningún lado», sobre todo «en ciertas materias», como «matemáticas, química o tecnología». En estos casos, añade, los equipos ofrecen un «repertorio muy amplio de programas», muchos enfocados al conocimiento científico. «Tengo más recursos» «Yo llevo muchos años trabajando con E-Dixgal y me funciona estupendamente, tengo más recursos», asegura Gómez. En calidad de director del centro, pero también como profesor de geografía. Y es que, a su juicio, se trata de «una herramienta magnífica», siempre que esté «bien utilizada». «La idea que hay por ahí de que los alumnos están todo el día con las pantallas», las «seis horas», «nada tiene que ver con la realidad» en su centro, precisa. Y tiene claro que un uso híbrido entre los ordenadores y los libros de texto tradicionales, complementario y atendiendo a las características de cada materia, es beneficioso para el desarrollo académico del alumnado. Pero va más allá, y es que una de las cuestiones que más destaca el director del instituto es que hace a todos los niños «iguales», independientemente de la solvencia económica de sus familias. Al tener cada uno un ordenador, «trabajan en igualdad de condiciones», y es una forma de «que tengan las mismas oportunidades» ante el reto digital, asegura. Es por todo ello que este año se ha optado por ampliarlo a más cursos, aprobado con «amplísima mayoría» por el claustro y el Consejo escolar. Si bien, reconoce, siempre hay voces en contra. En el lado opuesto de la balanza se encuentran centros como el CEIP Rosalía de Castro, en La Coruña, que el próximo curso se dará de baja del programa. Ellos, explica a este diario su director, Javier Rouco, se unieron a la iniciativa en 2020, en plena crisis sanitaria, escenario que los «motivó» a probar E-Dixgal después de encontrarse con «familias desaparecidas» por falta de dispositivos. Ahora, tras cumplir con los cuatro años de permanencia, se bajan del tren porque , al «cambiar las prioridades», el proyecto «no afecta positivamente». «Fueron cuatro años de experiencia en los que no hubo mejora en los resultados», indica; llegando incluso a ver «lo contrario», fomentando cuestiones como el «aislamiento del alumnado», incluso con propuestas grupales. Ya que, si hay un dispositivo para cada niño, explica, «es más fácil que tiendan a trabajar individualmente». Además, «las familias no estaban nada contentas», no tanto por hacer las tareas en los ordenadores en casa, como porque a los niños «se les estaba haciendo difícil estudiar a través de una pantalla», optando en muchos casos por «imprimir» el temario. «Dado que la vida, el ocio e incluso las relaciones se están articulando en torno a las pantallas», tanto en niños como entre adolescentes, Rouco aboga por «hacer de los centros educativos un elemento compensatorio«, lugares en los que »se cuide la parte analógica, el diálogo, la reflexión y producir con las manos«. Esto, por supuesto, sin dejar de lado la formación digital en la escuela, pero partiendo de la base de que «para preparar a la infancia para la avalancha digital» es tan necesario disponer de tecnologías como «ejercitar el sentido crítico». Sobre todo, añade, cuando la neurociencia está diciendo que la exposición excesiva a las pantallas puede «crear adicción y reducir los tiempos de atención». Un panorama ante el que este «colegio de barrio», como lo define su director, ha optado por dar marcha atrás y abandonar este programa de digitalización. Como también ha hecho el CEIP Celeiro (Viveiro, Lugo), que el próximo curso tampoco formará parte del programa; y pretende hacer el Javier Sensat, en Vigo, si bien su solicitud aún está pendiente de resolución. Centros con los que ABC ha intentado contactar sin éxito. Encuesta a las familias En este contexto, «ante la polémica y sobre todo la inquietud entre las familias», desde la Confederación de Anpas Galegas han puesto en marcha una encuesta sobre el funcionamiento de esta iniciativa, así como de las competencias digitales en general. La coordinadora del mismo, y también presidenta de la Federación de Anpas de Santiago de Compostela, Esther Martínez, explica que se trata de un diagnóstico necesario, más allá del debate que pueda haber acerca de E-Dixgal. «Cualquier programa educativo que implementa una Administración debería llevar consigo un programa de evaluación y de mejora», opina; «lo normal» sería evaluar si «consigue los objetivos» que se plantea en materia de competencia y habilidades digitales. Esa «inquietud» entre las familias que ha motivado la encuesta, explica Martínez, por un lado tiene que ver «con el propio dispositivo» y «la exposición excesiva a las pantallas»; pero también señala que parte de la comunidad educativa critica que «la enseñanza que está detrás de E-Dixgal no supuso ningún avance pedagógico». Hay casos en los «se están utilizando fundamentalmente recursos que reproducen las limitaciones de los libros de texto», que, por ejemplo, llevan a la memorización o la homogeneización del alumnado. Además, en ocasiones «las familias tampoco perciben que mejoren las competencias digitales en ciertas dimensiones», como puede ser saber hacer un «uso responsable de las tecnologías»; o notan que «pierden competencia de lectoescritura», refiere. Cuestiones que, en última instancia, varían en cada caso, «porque el uso que se hace es muy distinto de unos centros a otros en cuanto al tiempo que se le dedica«, y mientras algunos profesores lo emplean como un complemento, »otros lo usan como un elemento central de la enseñanza«, afirma. Por su parte, aboga por contar «con diversidad de recursos», incluidos los digitales y todas las ventajas que pueden aportar a la educación, siempre que sea empleándolos de una forma «contextualizada» a las necesidades de cada centro. Dependiendo, por ejemplo, de si está en una zona rural o no, y de cada alumno. «Los mismos recursos», señala, «tienen una utilidad y un significado diferente en función del contexto y de la edad de los niños». Noticias Relacionadas reportaje No Niños y contaminación: la OMS suspende a los colegios coruñeses Noela Vázquez estandar No Hallan una serpiente de metro y medio en el patio de un colegio de Lugo Se trata, en definitiva, de un debate con posturas muy encontradas, que llega después de haberse producido ya en otros países, como Suecia, que optó por frenar el avance de su estrategia de digitalización en las aulas. Y complejo, porque, como todo lo demás que afecta a los más jóvenes, y lo relacionado con el impacto de las nuevas tecnologías, que avanzan a velocidad de vértigo, no tiene respuesta fácil.