¿Cuál es la caseta más antigua de la Feria de Córdoba?
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Dentro del corazón de la Feria de Córdoba se encuentra la caseta del Real Círculo de la Amistad , la más antigua en la historia del recinto ferial. Fundada en 1865 en los jardines del Paseo de la Victoria, antigua sede de la feria, es conocida popularmente como la que más años lleva recorridos en la celebración de esta festividad. Existen documentos del Archivo Municipal de Córdoba que aclaran que ya existían otras tiendas, así se denominaban anteriormente, pero el poder mediático que rodea esta institución ha hecho que se la conozca como la más longeva. Este emplazamiento era el sitio de congregación de la aristocracia de la época y el lugar donde se realizaban los grandes bailes de estas jornadas, marcando así un antes y un después en las costumbres feriales que se conocían. Para acceder a este privilegiado club, los miembros tenían que disponer de un carnet muy codiciado entre los cordobeses, llegando a tener que recurrir a falsificaciones para poder intentar acceder a sus instalaciones. Dos carpas exteriores en los jardines eran los que delimitaban un recinto decorado con motivos arquitectónicos que se asimilaban a la Mezquita . Actualmente, la ubicación de esta caseta se mantiene en el recuerdo con la edificación metálica del Mercado Victoria . La llegada a su nueva sede en El Arenal Su desplazamiento a El Arenal en 1994 estuvo marcado por muchos vaivenes ya que no estuvo presente hasta 1996 . La Junta Directiva decidiría posteriormente en 2007 un nuevo abandono del recinto por las constantes perdidas económicas que sufría la institución y la perdida de esencia con el nuevo concepto de casetas públicas. Con la llegada de un nuevo órgano directivo, en 2010 el Circulo de la Amistad llegaría para quedarse en el recinto ferial hasta nuestros días con un estilo totalmente renovado. Para evitar cometer errores pasados, se decidió reducir el tamaño de este lugar para conseguir una mayor sensación de convivencia y calidez dentro de sus instancias, todo para conseguir que sus visitantes no quieran irse una vez que son participes de la mística que entraña esta caseta. Actualmente, es uno de los símbolos de la Feria de Córdoba al mantener sus sellos distintivos de antaño. Su interior está decorado con cuadros de Ginés Liébana junto a un montaje que permita conseguir diferenciarse de las 'discocasetas' o las carpas más sobrias. Además, ofrecen unos precios muy asequibles junto a una excelente calidad en el servicio gracias a que su catering se encarga de realizar la comida que se ofrece.