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Май
2024

Mayo ha florecido en Sevilla: el Salvador se va al Rocío

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Abc.es 
«Por la mañana, qué bonito el Rocío, por la mañana, cuando los tamboriles tocan diana». Es lo primero que se viene a la mente cuando en mitad de la plaza del Salvador, a pocos minutos de las ocho de la mañana de este miércoles, el tamborilero hacía sonar la flauta antes de la misa de romeros, como el almuecín, llamando al corazón de la fe rociera . Desde las seis entradas a la plaza llegaban los peregrinos con su cordón verde y blanco, cuyo tono marca los caminos vividos. Atestada en su majestuosidad, arrancaba puntual en la iglesia colegial la eucaristía y sonaban las voces del coro de la hermandad anunciando lo que se iba a vivir. Mayo ha florecido en Sevilla: el Salvador se va al Rocío . El estribillo del primer canto del coro del Salvador, cuyas voces elevaban la belleza de la celebración religiosa, recordaba a los presentes la fortuna de ser rociero de Sevilla: « Señora, qué suerte poder ir a verte y caminar con la misma gente, la misma hermandad». La iglesia estaba a rebosar. El calor interior contrastaba con el relente de la mañana que corría por el cuello de los que aguardaban en la plaza. Dentro, junto al hermano mayor, Gabriel Rojas , el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz , el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre (Futer), Carlos Jesús Melero Claudio, y el jefe superior de Andalucía Occidental de la Policía Nacional , el comisario principal Andrés Martín Garrido Cancio. «Pues ya llegó el día» . Así comenzaba, sin rodeos, el sacerdote su homilía de la misa de romero, en el comienzo del camino para ver a «a la Reina de las Marismas», saliendo de «nuestras comodidades, del trabajo, o familias para ver a la Virgen». Otra forma de «Iglesia en salida» que tanto proclama el Papa Francisco y sus pastores. Mientras los romeros preparaban el alma en la colegial, a escasos metros, entre las estructuras de las efímeras portadas del Corpus en la plaza de San Francisco, Manolito y Cuqui acicalan a Caminante y Girasol , los bueyes cuyos pausados pasos serán los encargados de llevar hasta las mismas plantas de la Virgen del Rocío el Simpecado verde que bordara el taller Esperanza Elena Caro para su estreno en 1957 en una carreta de plata salida de las manos del taller Viuda de Villareal en 1975. Allí, la poca transitada aún plaza de San Francisco era escenario de las estampas que pocos ven pero tanto cuentan. Los miembros de la junta a caballo, antes de que los boyeros dieran las primeras órdenes con cariño a sus animales, pidieron un minuto a la veintena de personas allí presentes. Había que rezar un Padre nuestro para que todo fuera bien. Quedan muchos kilómetros por delante y nunca se está libre de un accidente. La Virgen los proteja. «Suerte». «Viva la Iglesia de Sevilla» Con el color coral de las flores, las letanías de la Virgen en las tulipas de los candelabros de guardabrisa y la Giralda, custodiada por las santas Justa y Rufina, la carreta tirada por Caminante y Girasol, bajo la maestría de sus boyeros, se dirige al Salvador para la entronización del Simpecado , terciopelo que guarda las plegarias de un año entero. A los pocos minutos se escucha en el interior la Salve rociera de Sevilla-El Salvador y los primeros vivas a la Virgen del Rocío. Los nervios se acumulan en cigarrillos en la puerta. Las últimas directrices de los miembros de junta y el Simpecado se hace presente en la puerta. Suena la marcha real por la banda militar de la Fuerza Terrestre. Suena mejor si se dice que es la antigua Soria 9 . 'Suspiros de España' fue el pasodoble que ponía la banda sonora para la entronización del Simpecado con la réplica de Nuestra Señora del Rocío de marfil y plata, obra de Seco. El epicentro de los rezos, desde el despuntar de la mañana a la caída de la noche, estos días de camino. El relente sólo se marchó pasadas las nueve, cuando el sol bajaba la Cuesta del Rosario y reflejaba en la plata repujada de la carreta, que llama poderosamente la atención de los turistas más madrugadores en la conquista, un día más, del Centro de la ciudad. Vieja estampa El camino hacia el Ayuntamiento se hace lento, pero como dice la sevillana, «no te enfades alcalde-carreta por una pará». La Policía Nacional, a caballo, tiene que emplearse a fondo para aliviar el discurrir de la carreta del Simpecado. Por delante, sonaba el tamboril y la flauta, la guitarra y las palmas, la pandereta. La secuencia de bailes, sonrisas, ojos emocionados, abrazos y besos de reencuentros se aceleraba. Y ante los representantes de la Corporación municipal que esperaban a la carreta de plata volvía a entonarse la Salve rociera y al unísono cantaba toda la Plaza Nueva. El hermano mayor se dejaba la garganta en sus vivas, como haría después en la Puerta del Perdón del Patio de los Naranjos de la Catedral , donde el deán del Cabildo, Francisco Ortiz , y los canónigos Adrián Ríos y Marcelino Manzano. «Viva la Iglesia de Sevilla». La estampa más bonita, a la par que añeja, de la mañana se vería en la plaza Virgen de los Reyes. Sólo falta el ocre de las viejas estampas. Las catorce carretas de bueyes esperaban ansiosas la de plata para seguirla. Ahora, sí, la hermandad echaba a andar hacia el Rocío. Repicaban las campanas de la Giralda. Algunos peregrinos aprovechaban para despedirse de la patrona , saludo en la Casa de la Provincia y un rodeo a la Inmaculada del Triunfo por la muralla del Alcázar y el Archivo de Indias, Patrimonio de la Humanidad, para acelerar el paso. Había que abandonar la ciudad. Buen camino, peregrino.