A Quinta Da Agua, refugios de los que ya no quedan
Aunque difícil de encontrar, todavía existen rincones que apuestan por la desconexión. Pero hablamos de la desconexión entendida desde su más amplio significado. En A Quinta Da Agua solo interrumpe el silencio, a excepción del sonido del río o de los pájaros que vuelan sobre el enclave.
De la mano de Relais & Châteaux, el primer hotel spa de estos en Galicia, los resultados están garantizados tras superar más de 300 criterios de calidad. Uno de los criterios es que el establecimiento deba llevar al menos un año funcionando bajo el mismo propietario (o que éste no pueda pertenecer a ninguna otra organización de marketing o cadena hotelera). Y es aquí precisamente cuando A Quinta Da Agua obtiene el sobresaliente; es aquí cuando vemos a personas detrás de nombres: es aquí cuando vemos a “las Luisas”, madre e hija”, fusionando a la perfección los términos de hogar y hotel. Ellas han sabido explicar muy empíricamente lo que es el bienestar, la necesidad de la pausa y, sobre todo, el servicio desde la familiaridad.
En 2003, María Luisa García Gil, una arquitecta, y su esposo José Ramón Lorenzo, un promotor, adquirieron la finca con un firme compromiso de preservar su entorno natural. A Quinta da Auga ofrece una experiencia que parece sacada de un cuento, siendo un refugio perfecto para aquellos que valoran la belleza natural, la tranquilidad y el bienestar. Este hotel, una vez una fábrica de papel del siglo XVIII, ha sido restaurado con sensibilidad y elegancia, destacando el susurro del río Sar que fluye por los antiguos canales que rodean la propiedad. Este oasis natural y gastronómico invita al descanso, mientras que también se rinde homenaje a su pasado industrial.
Gastronomía, en defensa del territorio
Rodeado por una finca de 10.000 m², la modernidad y la tradición se fusionan con el entorno en este espacio. Una invitación a la desconexión, donde rendirnos a la gastronomía más sublime de esta tierra bajo la batuta de Federico López Arcay, chef del restaurante del establecimiento, Filigrana, y al lujo del silencio. A través de su propuesta gastronómica, muestra todas las caras de la región gallega con un recorrido por sus mejores productos, con una elaboración respetuosa y saludable, un toque de innovación y una cuidada presentación.
A Quinta da Auga está marcado por el disfrute consciente, que ejerce de hilo conductor de toda la oferta gastrohotelera. De ahí el profundo compromiso con la sostenibilidad —es pionero de la ecohotelería— y con la prosperidad de sus vecinos, muchos de los cuales son sus proveedores.
El espacio cuenta con dos huertos —uno de hortalizas y otro de cítricos y fresas—.
Filigrana acerca todas las latitudes de Galicia a Santiago de Compostela. La filosofía del restaurante tiene como base a cocina tradicional gallega pero actualizada. Hay algunas especialidades de la casa que se han convertido en platos inamovibles—el bacalao al horno en costra de broa, el jarrete confitado o las filloas caramelizadas rellenas de arroz con leche—. Los pescados y mariscos de la Rías, así como la ternera, son productos siempre presentes. También destacan recetas como la croqueta de choco de la Ría en su tinta; el pulpo á feira sobre chupito de patatas; el huevo de Vila de cruces, San Simón y crujiente de porco celta; las zamburiñas en su concha al aceite de ajo y perejil; la merluza de pincho al vapor, crema de guisantes y agridulce de tomate o el arroz caldoso de bogavante además de postres, como la milhojas de mascarpone con fresas marinadas.
El menú degustación (72 euros, opción de maridaje por 38 euros), más extenso y compuesto por 12 pases, y “Del mar a la mesa” (216 euros), una opción pensada para los amantes del marisco —con vinos gallegos seleccionados por el sumiller Carlos Freiría—.
Experiencias, siempre desde la personalización
La familia propietaria ha logrado transformar el hotel en un espacio donde la experiencia del visitante es la máxima. Cada huésped se convierte en el protagonista de una estancia diseñada para querer repetir. De hecho, cada habitación es una sorpresa pues no las hay exactamente iguales.
El spa del hotel, considerado uno de los más completos de la región, ofrece tratamientos occidentales y asiáticos impartidos por expertos certificados, ideal para encontrar equilibrio, liberar tensiones y disfrutar de la relajación. Además, cuentan con una piscina exterior para complementar esta experiencia de bienestar.
Para aquellos que deseen explorar la región, A Quinta da Auga ofrece una variedad de actividades guiadas, incluyendo la emocionante "Ruta del Norte", una experiencia única que permite descubrir la esencia del norte a través de cuatro prestigiosos establecimientos de Relais & Châteaux. Esta propuesta personalizable incluye gastronomía, cultura y turismo de calidad, con una cena gallega en el restaurante Filigrana, degustaciones de productos locales y visitas guiadas a las cinco Denominaciones de Origen de Galicia. Además, se ofrece la oportunidad de disfrutar de tratamientos especiales en el spa y de realizar visitas guiadas diferentes por Santiago de Compostela.