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Май
2024

¡Hasta siempre, Menotti! La filosofía de ‘El Flaco’ plasmada en 10 pensamientos

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¡Hasta siempre, Menotti! La filosofía de ‘El Flaco’ plasmada en 10 pensamientos

El maestro argentino César Luis Menotti falleció el 5 de mayo. Sus ideales y la pasión con la que los defendió dejaron un legado que trasciende los resultados de su trayectoria como futbolista y entrenador.

César Luis Menotti se deseempeño como futbolista y entrenador. Desde el 2019 ostentaba el cargo de Director de Selecciones Nacionales en la Asociación de Fútbol Argentino. Foto: AFP

César Luis Menotti falleció el 5 de mayo, a los 85 años. El argentino fue futbolista y posteriormente director técnico, pero su profundidad intelectual, carácter didáctico y su dimensión humana construyeron un legado que le ‘monta un baile’ a su palmarés deportivo.

Tenía una apariencia inconfundible, como de un Rolling Stone preparado para saltar al césped. Pregonó un fútbol vistoso y ofensivo que instauró desde los banquillos. Dejó grandes frases y hasta el último de sus días vivió en eterno compromiso con sus ideales

Quien pueda y quiera darse a la tarea, sería capaz de hacer una enciclopedia con los pensamientos de ‘El Flaco’. No obstante, hasta que esté disponible ese documento, dejamos una pincelada por su ‘filosofía’ de tango, gambeta y humanidad.

Este es un repaso por 10 pensamientos, sin orden cronológico ni de importancia, que dejó Menotti durante el partido apasionado y lleno de matices que fue su vida.

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1. El fútbol es un hecho cultural

La patada inicial de este repaso por los pensamientos de Menotti debe empezar por la delimitación de la cancha. En este caso, por dibujar los principios del deporte que fue la pasión del argentino.

Este deporte, que no escapa del mercado del espectáculo y su lógica, tuvo su origen como una actividad de la clase obrera inglesa. En Latinoamérica esta realidad no fue diferente y antes de que las camisetas fueran vallas publicitarias con tecnología para drenar el sudor, la práctica de este juego estaba insertada en los barrios populares de la región.

“Un club de fútbol es un hecho cultural que en Argentina se fabricó a través de las esquinas de los barrios, no es que vinieron grandes poderes económicos y dijeron: ‘Vamos a crear clubes’. El club lo crea el barrio, el vecino y los sueños de las nuevas generaciones que los siguen defendiendo”, fue la manera en la que ‘El Flaco’ describió al deporte rey, en una entrevista brindada en semanas recientes a Radio Splendid.

César Luis Menotti asumió como técnico de la selección Argentina en 1974. Allí estuvo hasta el mundial de 1982. Foto: Archivo

Cabe destacar que estas declaraciones estaban enmarcadas en la discusión existente en Argentina, y avivada por su presidente Javier Milei, sobre la privatización de los equipos de fútbol.

2. ¿Qué es la fuerza?

Su privilegiada oratoria y capacidad de análisis no fueron un saco que lució de cara a las cámaras. Todo su poder de convencimiento lo convirtió en un entrenador-educador que potenció a los jugadores que dirigió, tanto personal como futbolísticamente.

Conocedor de las carencias que Argentina presentaba en los años 70, en comparación con otras selecciones del mundo, desde su nombramiento como técnico en 1974, instauró una revolución de métodos de trabajo y cambio de mentalidad.

Referentes como Alfredo Di Stefano ubicaban al país argentino como una cuna de buen fútbol; pero no hay que perder de vista que en ese momento, los albicelestes no tenían en sus vitrinas ni una sola Copa del Mundo.

Fue en ese contexto que conformó un grupo liderado por Mario Alberto Kempes, al que dotó con una gran preparación y sobre todo, con confianza y valor. Aquellos muchachos, en su mayoría con orígenes en barrios de pocos recursos, comenzaron a forjar la historia de grandeza de la selección albiceleste.

Esto se vio retratado en la anécdota recogida por el exjugador Jorge Valdano en su libro Los 11 poderes del líder. De acuerdo con este relato, en una gira del combinado sudamericano fueron a observar un entrenamiento de Alemania. Al terminar uno de sus jugadores destacó la fuerza física de los europeos.

“¿Fuertes? —contestó Menotti con unos reflejos felinos— No diga bobadas. Si a cualquiera de esos rubios lo llevamos a la casa donde usted creció, a los tres días lo sacan en camilla. Fuerte es usted que sobrevivió a toda esa pobreza y juega al fútbol diez mil veces mejor que esos tipos”, sentenció el técnico rosarino.

3. Derechas e izquierdas

César Menotti fue militante del partido Comunista de Argentina. Siempre se declaró un admirador de Ernesto ‘El Che’ Guevara, aunque durante los últimos años mostró resistencia a los movimientos radicales y revolucionarios.

Menotti fue uno de los técnicos que más dirigió a Maradona. Trabajó con 'El pelusa' desde los años 70 en la selección y volvieron a coincidir en el FC Barcelona, en 1983. En esta fotografía aparecen ambos junto al exentrenador Ernesto Duchini. Foto: Wikimedia Commons

Una de las reflexiones que más levantaron polémica fue su analogía del fútbol con el espectro ideológico de la política. Fue un referente a quien al menos debía prestársele oído cuando se expresaba públicamente, pues sus declaraciones iban más allá del libreto de “contento por sumar los tres puntos” y “lo seguiremos trabajando en la semana”.

“Un día dije que había un fútbol de izquierda y otro de derecha. Los más generosos, los más artistas, los más cultos siempre fueron de izquierda, siempre estuvieron más cerca de mí que lo otro, el mercado. Un fútbol generoso, abierto, comprometido con la gente, el orgullo de la representatividad, el orgullo de la pertenencia... todo eso que pregono me suena más a la izquierda que a la derecha. Después hay otro fútbol, al que no le importa la gente, solamente le interesa el resultado”, relató en una entrevista publicada en la revista alemana Kicker, en setiembre del 2009.

4. Cómplice “sin querer”

De matices: así es el fútbol, así es la vida; así es la gente. Por eso nace la sorpresa, la misma que tenemos cuando un defensa rústico anota un golazo de volea o un crack mundial pierde la cabeza y se va expulsado.

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De todo esto no estuvo exento Menotti. Admirado por su pensamiento humanista y confeso defensor de valores progresistas, su gesta deportiva más recordada, ganar el mundial de 1978, se dio bajo el cruel régimen militar de Videla en Argentina.

Si fuera el guión de una película, sería un giro casi inverosímil que este personaje hubiera aceptado la dirección técnica de la selección argentina para el torneo que albergó su país, cuando los militares en el poder se encargaban de desaparecer a miles de personas.

“Videla era el presidente de Argentina. Yo no podía impedirle de entrar al estadio, nadie se imaginaba que en esos momentos estaban arrojando cadáveres al río”, aseguró Menotti en una entrevista publicada en el 2008 por el diario Corriere della Sera.

La salida de Menotti de la selección se dio en medio de una disputa política, por haber firmado junto al escritor Jorge Luis Borges una carta dirigida a la junta militar, en la que solicitaban el regreso de la democracia. Foto: Archivo

A pesar de que afirmó que se negó a asistir a la gala de celebración que preparó el gobierno dictatorial de ese entonces, siempre se le sigue reprochando aquel episodio que quedó grabado en una fotografía en la que se estrecha la mano con Videla.

“Hoy no la haría, pero ahora es fácil decirlo. En ese tiempo nadie tenía el coraje de decirlo. Está claro que fui usado; el poder que explota el deporte es antiguo como la humanidad”, expresó.

5. Sobre el espejismo del éxito

Menotti abanderó en fútbol ofensivo y defendió las formas con las que se consigue un resultado. Para el argentino, no valía todo con tal de ganar; contrario a la escuela de pinchar al rival con alfileres o ponerles somníferos en el agua.

Para ‘El Flaco’ los resultados debían ser fruto del trabajo arduo y sesudo. Esto le valió muchas críticas; pero estuvo lejos de ser una cabezonada. Defendía su estilo de juego porque era el que, según su criterio, lo acercaba más a ganar.

“Nuestro éxito tiene que ser encontrar un equipo que salga la gente enojadísima y diga ‘¿Pero cómo perdimos este partido?’, y que el amigo le diga ‘bueno, pero jugamos bien’. Yo no conozco a nadie que juegue para no ganar un partido; hemos llegado a la ridiculez de decir ‘a mí lo único que me importa es ganar’”, declaró en una rueda de prensa en el 2019, cuando asumió como director de selecciones de Argentina.

Muchas veces los seguidores son los más sedientos de títulos y exigen trofeos a costa de todo. Por supuesto que son el norte de cualquier institución deportiva, pero cuando se consiguen con dosis altas de trampa y casualidad, desvirtúan el valor del trabajo.

Lo que fácil viene, fácil se va. Igual que en la sociedad, en el fútbol se pierde la noción del largo plazo, y en esta realidad radica la ausencia de sentido y satisfacción, cuando se logra el éxito sin merecerlo.

“Voy a repetir una frase de Ingenieros (José, médico y escritor argentino fallecido en 1925). El éxito es como llegar al borde del abismo, un paso más y desaparecemos. Si damos un paso para atrás podemos aspirar a la gloria, nos creímos que el éxito nos iba a salvar y nadie nos lo garantiza”, sentenció Menotti.

6. Hombres que juegan al fútbol

Durante un congreso de Directores Técnicos en Argentina, ‘El Flaco’ cerró su discurso de 40 minutos con una reflexión humanizante sobre los jugadores de fútbol. Ese rol que le tocó vivir en carne propia, pero que sobre todo, tuvo a su mando durante décadas.

César Luis Menotti (en el centro) y Carlos Salvador Bilardo (a la derecha) lograron alzar la copa del mundo con Argentina. A la vez, representaron casi una dicotomía de ideales: Menotti, el proceso y la belleza y Bilardo, los resultados y el pragmatismo. Foto: Wikimedia Commons

Él, mejor que nadie, sabía de primera mano el aislamiento en el que viven los futbolistas cuando alcanzan el éxito y cómo, muchas veces, el mundo del espectáculo deportivo les construye unas gríngolas que los hacen perder perspectiva y sumirse en “la confusión de no saber para quién juegan, por qué juegan, para quién viven”.

“Estas son las cosas que nosotros tenemos que tener en claro. Que los jugadores no son jugadores de fútbol, son hombres que juegan al fútbol y que tenemos que adquirir el mayor de los conocimientos para ser buenos jugadores y mejores tipos, porque, les guste o no, directa o indirectamente, uno en cualquier actividad plantea un estilo de vida o una sociedad en la cual le gustaría vivir”, concluyó.

Durante toda su carrera manifestó esa preocupación por formar seres humanos integrales, más allá de deportistas hábiles con un balón. No obstante, también trazó una linea entre la humanización

Esto lo dejó en claro cuando fue consultado por el medio La Vanguardia sobre la prenda que el gobierno de Qatar ordenó ponerle a Lionel Messi al momento de alzar la copa del mundo del 2022. En ese momento aseguró que el jugador fue utilizado políticamente pero recalcó que “Messi es un futbolista y a él no le competen las reacciones culturales. No tiene que hacer el trabajo de un político”.

7. Orden y aventura

Menotti defendía un fútbol coral. Uno sin estrellas, o más bien, en el que la armonía del grupo hacía brillar a una constelación, en el que cada astro aportaba sus destellos.

“El fútbol es —como decía Borges de la literatura— orden y aventura. Si vos partís desde el orden y te morís en el orden, es muy difícil la creatividad y mucho más encontrar la belleza. Ahora, si partís del desorden, entonces es un caos todo”, comentó a ESPN.

En ese balance que describía al fútbol en cuatro acciones: “defender, recuperar la pelota, gestar y definir” y dentro de estas etapas, tres razones del juego “espacio, tiempo y engaño”. Corta y al pie, la definición.

Tenía claro que este panorama no era comprendido por todos los jugadores y que como decía Cruyff, otro gran ideólogo del fútbol: “El fútbol es muy simple, pero jugar un fútbol simple es la cosa más difícil que existe”.

8. De Pelé, Maradona y Messi

Menotti coincidió en distintas etapas con tres de los mejores futbolistas de la historia: Pelé, Maradona y Messi. Su época como jugador es contemporánea a la de O’ Rei (incluso fueron compañeros en el Santos), dirigió en la selección argentina y en el Barcelona a ‘El Pelusa’ y fue espectador y director de selecciones de ‘La Pulga’.

Menotti formó parte del Santos de Pelé durante tres meses en 1968. Su breve paso se dio a pedido de 'O' Rei' luego de un amistoso en el que se enfrentaron un año antes. Foto: Wikimedia Commons

Aunque es bien conocida la gran ‘autoestima patria’ que se tienen los argentinos, el exdirector técnico, fiel a su estilo honesto, sorprendió con su criterio sobre quién ocupa el trono como el mejor jugador de todos los tiempos.

“Para mí a Pelé hay que sacarlo. Cuando hablemos de fútbol a Pelé no lo pongas nunca, porque Pelé es de otro planeta”, enfatizó.

A Maradona lo describió como “terriblemente generoso, terriblemente comprometido con el juego. Hablando hasta que él entra en una crisis diferente, que no tiene nada que ver con el fútbol”.

Con Diego, vivió una de las mayores polémicas de su trayectoria en los banquillos, pues al día de hoy muchos detractores lo critican por no haberlo incluido en el mundial de 1978. Tiempo después admitió su equivocación: “Pensé que a los 16 años (en realidad tenía 18), teniendo yo jugadores muy experimentados en el equipo, era demasiado apresurado para un joven jugador”, explicó.

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No puede pasarse en alto la ironía de estos cuestionamientos por parte de sus detractores; quienes constantemente lo criticaron por anteponer las formas a los resultados. En este caso, Menotti alcanzó el éxito deportivo pero se le señaló por limitar el espectáculo, pues la gente se quedó con las ganas de ver a aquel joven Maradona que deslumbraba en Argentinos Juniors.

Finalmente, de Messi valoró su habilidad con el balón y la fortaleza para superar las comparaciones con Maradona, a pesar de que ‘La Pulga’ era de “un carácter liviano”. Afirmó que “nunca juega mal, aunque él quiera hacerlo no puede. Jugar mal es lo único que no puede hacer Messi”.

9. Jugar como Huracán

Cuando se trabaja desde el convencimiento y el respeto a los ideales, se encuentran historias tan fascinantes como las de Menotti. De estas bases salen esas personas que parecieran estar destinadas a alcanzar la gloria.

Su primera etapa como técnico fue al mando del cuadro argentino Huracán, en 1971 (previamente había tenido una corta experiencia como asistente e interino en Rosario Central y Newell‘s Old Boys).

Aquel flaco recién retirado como futbolista, fue el artífice intelectual de un equipo que deslumbró a Argentina con su juego vistoso y ganó el campeonato de ese país en 1973. “Siempre voy a luchar para que mis equipos jueguen este fútbol; el fútbol que juega Huracán”, declaró en ese entonces.

No fue el toque de los dioses el que lo hizo encontrar su norte como estratega desde que hacía sus primeras armas en el banquillo. Fue la claridad de pensamiento y convicción en unos ideales que lo acompañaron, con mayor o menor éxito, durante toda su trayectoria.

“Ese Huracán fue distinto a todo. Y a todos. Apareció para quedar en la historia como uno de los más grandes y brillantes equipos de nuestro fútbol. Por lo menos el mejor que yo vi en la Argentina. Pero no expresó una época. Ni un clima de época (…) Estoy convencido de que salvó al fútbol argentino”

Menotti debutó como jugador en 1960, en el equipo Rosario Central, ubicado en su ciudad de origen. En la foto se ve acompañado por Miguel Antonio Juárez, uno de sus mayores socios futbolísticos en el cuadro 'canalla'. Foto: Wikimedia Commons

Esa fidelidad con su criterio, lo hizo convertir a aquel cuadro en una exhibición de buen fútbol, liderada por una de sus debilidades: René Houseman. Al jugador lo descubrió en la pretemporada previa al título y lo convirtió en una pieza clave, a pesar de que nunca había jugado un partido en la primera división.

Esta confianza depositada en Houseman, le dio altos réditos y nuevamente, dejó en claro los dos ingredientes de su éxito: ideales y convicción.

10. “Milei es un espanto”

Como conclusión, una de sus posturas más recientes. En esta, evidencia que nunca puso a dormir, igual que a su dedicación al fútbol (deporte en el que trabajó hasta su muerte), a su conciencia y mirada crítica sobre la realidad.

Durante una entrevista radial a finales del 2023, se mostró decepcionado con la llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina, al cual calificó como “un espanto y una irrespetuosidad cultural a la política”.

Menotti se declaró consternado por la debacle social que, según él, vive su país. Afirmó que el triunfo de Milei obedeció a un deterioro sin precedentes de la cultura política del país sudamericano.

“Este es el único mamarracho con el que tuve que convivir en la Argentina, que es mi casa y mi patria. Jamás he visto algo semejante en la política”, concluyó.