Dura poco más de una hora, pero es uno de los mejores juegos de ritmo de la historia - Recomendación
Rápido, original, precioso estéticamente y con una banda sonora exquisita... Este indie de la desarrolladora sueca Simogo es una experiencia única que nadie debería perderse.
A menudo en la industria del videojuego triple A se suele pensar que cantidad es igual a calidad y que, por lo tanto, cuanto más dure una obra o más contenidos ofrezca, mejor producto final será. Pero por suerte los juegos indie nos han enseñado que estas ideas no siempre van de la mano. A veces menos es más, como en el caso de Sayonara Wild Hearts, un videojuego excepcionalmente brillante que nos brinda una experiencia casi única en el medio, corta pero muy intensa, rebosante de originalidad y que más público merece conocer.
Vídeo:
Sayonara Wild Hearts cumplirá este septiembre su quinto aniversario en el mercado, y continúa siendo por méritos propios uno de los mejores indie que se han publicado en el último lustro por muchos motivos. Nunca está de más acercarse a él y descubrirlo, pues ofrece una experiencia alejada de los recovecos típicos y una aventura musical de apenas poco más de una hora de duración que es francamente divertida y sorprendente.
Desarrollado durante alrededor de cuatro años por el estudio sueco Simogo y publicado por Annapurna Interactive, Sayonara Wild Hearts es descrito a menudo como un álbum de música pop interactivo, un juego la mar de simple en sus controles que se juega tan solo moviendo al personaje de lado a lado de la pantalla y, de vez en cuando, pulsando un único botón al ritmo exigido por la banda sonora. Pero que guarda en su interior muchas sorpresas.
La propuesta de Sayonara Wild Hearts es sencilla: tenemos por delante 23 niveles diferentes en los que tomamos el papel de una joven a la que le han roto el corazón. Teletransportada a un universo celestial donde se encuentra con su otro yo, una motorista enmascarada llamada The Fool, la protagonista deberá recolectar corazones nivel tras nivel y vencer a una serie de jefes encabezados por Little Death y sus aliados.
Antes de crear Sayonara Wild Hearts, Simogo había desarrollado juegos para móviles como Device 6 o Year Walk, y para este título en concreto el estudio buscaba dar forma a una experiencia intensa y visceral que se apoyase fuertemente en la música y cuya filosofía de juego fuese accesible incluso para aquellos que no juegan a menudo videojuegos.
De esta forma, el estudio se inspiró en clásicos arcade y en música pop de artistas como Sia, Chvrches o Carly Rae Jepsen, así como en un apartado artístico colorido basado en diseños del tarot, para tirar del hilo que les conduciría hacia su destino; un juego dinámico en el que la mecánica central es casi como la de un shooter sobre raíles (al estilo Star Fox o Space Harrier), pero en que cada nivel se juega ligeramente diferente del anterior y todo está orquestado de principio a fin para mantener un ritmo endiabladamente adictivo.
El resultado final es una experiencia, como decimos, prácticamente única que se siente original de cabo a rabo en la que a veces montamos en moto, otras veces surcamos los espacios volando, conducimos coches por autopistas nocturnas, atravesamos laberintos virtuales, disparamos arcos... Y todo ello con una ambientación y ejecución de ideas más profunda de lo que podría parecer en primera instancia.
Como ya apuntábamos en su día en nuestro análisis de Sayonara Wild Hearts, este es "un título inclasificable, muy especial, que aunque puede considerarse como un álbum de música interactivo, es algo más". Es un juego casi único en su especie al que apenas se le pueden poner pegas más allá de su corta duración (si es que esto puede ser una pega al final del día, pues parte de su magia es precisamente su efímera experiencia jugable).
"Es una proposición arriesgada, pero muy disfrutable, que deja un nutrido e incalculable poso en el usuario si es capaz de conectar con ella". Desde luego, su recomendación la tiene más que merecida en caso de que estés buscando una obra diferente o te apetezca desconectar de grandilocuentes videojuegos de enorme presupuesto que duran más que un día sin pan. Lo puedes encontrar disponible en PC, PS4, Xbox One, Nintendo Switch y dispositivos iPhone por un módico precio.
A menudo en la industria del videojuego triple A se suele pensar que cantidad es igual a calidad y que, por lo tanto, cuanto más dure una obra o más contenidos ofrezca, mejor producto final será. Pero por suerte los juegos indie nos han enseñado que estas ideas no siempre van de la mano. A veces menos es más, como en el caso de Sayonara Wild Hearts, un videojuego excepcionalmente brillante que nos brinda una experiencia casi única en el medio, corta pero muy intensa, rebosante de originalidad y que más público merece conocer.
Vídeo:
Sayonara Wild Hearts es un onírico viaje musical que no te dejará indiferente
Sayonara Wild Hearts cumplirá este septiembre su quinto aniversario en el mercado, y continúa siendo por méritos propios uno de los mejores indie que se han publicado en el último lustro por muchos motivos. Nunca está de más acercarse a él y descubrirlo, pues ofrece una experiencia alejada de los recovecos típicos y una aventura musical de apenas poco más de una hora de duración que es francamente divertida y sorprendente.
Desarrollado durante alrededor de cuatro años por el estudio sueco Simogo y publicado por Annapurna Interactive, Sayonara Wild Hearts es descrito a menudo como un álbum de música pop interactivo, un juego la mar de simple en sus controles que se juega tan solo moviendo al personaje de lado a lado de la pantalla y, de vez en cuando, pulsando un único botón al ritmo exigido por la banda sonora. Pero que guarda en su interior muchas sorpresas.
La propuesta de Sayonara Wild Hearts es sencilla: tenemos por delante 23 niveles diferentes en los que tomamos el papel de una joven a la que le han roto el corazón. Teletransportada a un universo celestial donde se encuentra con su otro yo, una motorista enmascarada llamada The Fool, la protagonista deberá recolectar corazones nivel tras nivel y vencer a una serie de jefes encabezados por Little Death y sus aliados.
Antes de crear Sayonara Wild Hearts, Simogo había desarrollado juegos para móviles como Device 6 o Year Walk, y para este título en concreto el estudio buscaba dar forma a una experiencia intensa y visceral que se apoyase fuertemente en la música y cuya filosofía de juego fuese accesible incluso para aquellos que no juegan a menudo videojuegos.
De esta forma, el estudio se inspiró en clásicos arcade y en música pop de artistas como Sia, Chvrches o Carly Rae Jepsen, así como en un apartado artístico colorido basado en diseños del tarot, para tirar del hilo que les conduciría hacia su destino; un juego dinámico en el que la mecánica central es casi como la de un shooter sobre raíles (al estilo Star Fox o Space Harrier), pero en que cada nivel se juega ligeramente diferente del anterior y todo está orquestado de principio a fin para mantener un ritmo endiabladamente adictivo.
El resultado final es una experiencia, como decimos, prácticamente única que se siente original de cabo a rabo en la que a veces montamos en moto, otras veces surcamos los espacios volando, conducimos coches por autopistas nocturnas, atravesamos laberintos virtuales, disparamos arcos... Y todo ello con una ambientación y ejecución de ideas más profunda de lo que podría parecer en primera instancia.
Un juego inclasificable
Como ya apuntábamos en su día en nuestro análisis de Sayonara Wild Hearts, este es "un título inclasificable, muy especial, que aunque puede considerarse como un álbum de música interactivo, es algo más". Es un juego casi único en su especie al que apenas se le pueden poner pegas más allá de su corta duración (si es que esto puede ser una pega al final del día, pues parte de su magia es precisamente su efímera experiencia jugable).
"Es una proposición arriesgada, pero muy disfrutable, que deja un nutrido e incalculable poso en el usuario si es capaz de conectar con ella". Desde luego, su recomendación la tiene más que merecida en caso de que estés buscando una obra diferente o te apetezca desconectar de grandilocuentes videojuegos de enorme presupuesto que duran más que un día sin pan. Lo puedes encontrar disponible en PC, PS4, Xbox One, Nintendo Switch y dispositivos iPhone por un módico precio.