Presidente panameño electo afirma que el suyo será un gobierno autónomo
CIUDAD DE PANAMÁ, mayo 6.— El electo nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, reafirmó en diálogo con la agencia France 24 la «gran responsabilidad» con que asume el Gobierno, según dijo en la alocución tras conocerse su triunfo electoral, el domingo.
En el diálogo, Mulino destacó que su amistad con el controvertido expresidente istmeño Ricardo Martinelli «no va a cambiar», e insistió en que será un jefe de Estado autónomo. «El presidente de la República soy yo, eso que quede bien claro. La responsabilidad de gobernar es mía», recalcó, según el despacho.
Los reportes más frescos del Tribunal Electoral este lunes, ya con el 96,88 por ciento de las boletas contabilizadas, arrojaron a su favor el 34,36 por ciento de los votos, seguido por Ricardo Lombana con 24,85 por ciento y el también exmandatario Martín Torrijos, que obtuvo 16,01 por ciento, entre un total de ocho aspirantes.
Al conocer su victoria, Mulino, al frente de los partidos centroderechistas Alianza y Realizando Metas, también había dado cuenta de su expectativa de «desarrollar todo nuestro programa de Gobierno en beneficio del pueblo», y anunció que había hablado con los candidatos José Gabriel Carrizo y Rómulo Roux para llamarlos a un Gobierno de unidad nacional.
Mulino es considerado «el delfín» del expresidente Martinelli, quien ya aparecía como candidato y era acompañado por él en la boleta cuando fue inhabilitado y condenado a más de diez años de prisión por cargos de blanqueo de capitales, tras lo cual permanece refugiado en la Embajada de Nicaragua en la capital panameña.
Entonces delegó en Mulino. Aunque al favoritismo de los votantes hacia este era evidente en las encuestas desde que pasó a ocupar el puesto del exmandatario, la posibilidad de su elección tuvo momentos de duda pues su sustitución de la candidatura de Martinelli fue impugnada ante el Tribunal Electoral que, finalmente, la autorizó.
Algunos observadores consideran, por tanto, su elección, como resultado de las circunstancias, y legado de las simpatías con que contaba Martinelli, como lo expresó la consigna de los seguidores del exgobernante: «Mulino es Martinelli, Martinelli es Mulino».