El resiliente florecimiento de Chambao: “Estamos viviendo unos tiempos mundiales en los que se necesita calma”
Como un florecimiento. Así es como María del Mar Rodríguez, histórica voz de la agrupación española Chambao, define la etapa que atravesaba a la hora de sentarse a componer las canciones de su más reciente disco.
Desde que arrancó su carrera en 1993 que La Mari no ha parado de trabajar en la música. Aunque, independientemente de aquello, pasaron ocho años para que la banda que lidera publicara un nuevo álbum de estudio. Este 2024, y a una década de su última visita a Chile, la artista malagueña retornará a nuestro continente para presentar “En la cresta del ahora” (2023), el último larga duración de Chamabo que la tendrá protagonizando una íntima velada en el Teatro Nescafé de las Artes el próximo 19 de junio.
“Estoy como una niña pequeña con su juguete nuevo, no sé cómo expresarlo“, confesó la compositora en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile sobre sus expectativas en torno a la gira “Ahora América”, que también la llevará a Argentina y México. “A mí me produce mucha alegría el volver después de tanto tiempo, y volver a pisar tierra. Ganarte el cariño de la gente desde cero”.
Los últimos años han sido intensos. En el plano profesional, la artista pasó de sostener un contrato con el gigante Sony Music para embarcarse en el terreno de la autogestión y la música independiente. Un trabajo donde ha estado acompañada por el sello local Satélite K. Ese proceso, cuenta La Mari, se reflejó en que organizar conciertos fuera de España se transformara en un objetivo más laborioso.
Sin embargo, lo más importante para ella, como músico, era no volver a nuestro continente con las manos vacías. “Me hacía especial ilusión llevar un disco nuevo. Pensaba ‘bueno, si voy para allá, qué digo, qué llevo, no quiero ir con las manos vacías’. Así que esperé todo este tiempo para llevar el disco nuevo, que estoy como mostrando el bebé por todos lados. Y muy feliz de volverme a encontrar con quien esté al otro lado”, señaló con una sonrisa.
Esa es, justamente, otra de las sorpresas que se ha llevado durante los últimos recitales de Chambao: “En España me he dado cuenta de que se juntaron varias generaciones. A lo tonto, llevo 23 años en la música. Y digamos que nos hemos hecho algo más mayores. Mi público de aquel entonces hoy tiene hijos, incluso son abuelos algunos. Y mi sorpresa aquí es que he empezado a ver dos y hasta tres generaciones juntas venir a los conciertos”.
“Pues se me cae la baba -afirma con emoción- porque la música siempre trae estas sorpresas, que no entienden ni de color de piel, ni de idioma, ni de edad. Realmente lo que ofrece son viajes a donde tu mente vaya, donde tu corazón o guíe”.
Abrazar el presente
Para La Mari, “En la cresta del ahora” es un proyecto transparente, atravesado por un mensaje claro y contundente: abrazar el presente con resiliencia. Un mensaje que adquiere un timbre profundamente contingente en atención a los agitados tiempos que atravesamos.
Esa pulsión por sobreponerse a la adversidad es algo que la artista reconoce como la base de su educación familiar: “Realmente estoy en un momento así, pero también porque me lo enseñaron de pequeña. Yo vengo de una familia humilde, normal y corriente. Mi madre ha limpiado casas toda la vida, mi padre ha sido albañil toda su vida. Somos cuatro hermanos, yo soy la cuarta. En mi casa nunca ha faltado nada importante, pero siempre hemos echado un poco a veces al filo de no llegar a fin de mes. O sea, todo se valora porque lo hemos vivido en mi casa”, reflexionó la compositora. “Y siempre ha estado esta energía de ‘si te caes, te limpias la ropa si te la has manchado, pero continúa’. Esto lo he vivido en mi casa desde chica. Todo se arreglaba con un vasito de agua”, agregó.
Sin embargo, la creación de las 12 canciones que componen el disco también tiene que ver con un ejercicio de catarsis de algunas crisis personales que han marcado su vida. En sus palabras, “caídas gordas” que compartirá en un libro biográfico que saldrá en septiembre de este año, y que llevará el mismo nombre del álbum.
“Todas las emociones son necesarias, y una vez que sabes qué te está ocurriendo, es muy bueno ponerles nombre para gestionarlas y decir ‘está bien, esto es así, asá, y yo voy aquí’. Este disco viene muy de ahí, de un florecimiento personal. Son 12 historias personales donde no estoy diciendo ‘haz esto que te irá mejor’, sino ‘me ha pasado esto y estoy en este punto de la vida’. Es lo que cuenta el disco. Creo que se suma a que estamos viviendo unos tiempos mundiales en los que se necesita calma. De verdad necesitamos calma para atender lo que nos sucede alrededor. Y con lo que está en nuestras manos. Porque no somos súper nada. Somos personas que intentamos tener una vida digna, estés donde estés en el planeta, y creo que para ello hace falta más calma”, concluyó.