La Liga de los contratiempos
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El Real Madrid afrontaba la temporada 2023-2024 tras un año en blanco en cuanto a títulos, con todo lo que eso supone para un club acostumbrado a alimentar sus vitrinas con asiduidad . Después de descolgarse demasiado pronto del Barcelona en la pelea por la pasada Liga, uno de los grandes objetivos para esta campaña era encontrar la constancia en la competición doméstica. El primer revés a las aspiraciones de éxito del conjunto blanco llegó a las pocas semanas de que comenzaran sus vacaciones. Benzema , tras 14 temporadas que le convirtieron en capitán y leyenda, se despedía del Madrid rumbo al Al Ittihad saudí. Lo que generó un vacío, a nivel futbolístico y a nivel goleador, casi imposible de llenar. Pero el club no estaba dispuesto a tirar la casa por la ventana para fichar a un sustituto para el francés. Ante la imposibilidad de hacerse con los servicios de Mbappé o Kane, la entidad madridista dio por cerrada la delantera del Bernabéu con la incoporación de Joselu, que llegó cedido desde el Espanyol . Lo que, sumado a las salidas de Hazard, Asensio y Mariano, dejó a Ancelotti únicamente con tres efectivos en la zona ofensiva: el ariete gallego, Vinicius y Rodrigo. A pesar de ello, los mayores contratiempos una vez comenzada la campaña llegaron en el apartado defensivo. Con apenas tres días de diferencia, dos titulares indiscutibles dijeron prácticamente adiós a la temporada. Courtois se rompió el ligamento cruzado el 10 de agosto en un entrenamiento, mientras que Militao hizo lo propio en San Mamés el 12 de agosto, en la disputa de la primera jornada de Liga. Para suplir al belga, el Madrid se hizo con los servicios de Kepa, en calidad de cedido procedente del Chelsea. Pero a la hora de encontrar un sustituto al central brasileño, el club entendió que con Alaba, Rudiger y Nacho, además del comodín Tchouaméni , esa posición estaba cubierta. El mercado veraniego cerró y, dos semanas antes de la apertura de la ventana invernal, una nueva lesión de gravedad hizo retumbar los cimientos defensivos de los de Ancelotti. Durante la visita del Villarreal al Bernabéu, Alaba se rompió el ligamento cruzado de la rodilla, lo que suponía la tercera lesión de estas características. El triángulo defensivo titular (guardameta y centrales) estaría en el dique seco durante meses. Y el número de efectivos naturales para el centro de la defensa quedana reducido a dos. Todo ello llevó al Madrid a llegar al mercado de fichajes de invierno con la necesidad de encontrar un sustituto para la zaga. Sin embargo, la ausencia de alternativas contrastadas a un precio razonable llevó al club a tomar la decisión de no incoporar a ningún futbolista para suplir a los dos lesionados en la defensa. Una determinación discutida, osada, incluso imprudente. A pesar de todos los contratiempos que se le presentaron al Madrid esta temporada, en forma de una sonada salida y graves lesiones, el conjunto blanco se fue sobreponiendo a cada uno de ellos con solvencia . Y el desenlace no ha podido ser más satisfactoria, con un título de Liga como culmen al dominio al que ha sometido a la competición desde que el Girona bajó su histórico ritmo de puntuación. Un muro En el apartado defensivo, a pesar de las notables ausencias, es en el que los de Ancelotti han marcado la diferencia en la Liga. El excelente nivel demostrado a la hora de resguardar su meta ha convertido al conjunto blanco, de forma destacada, en el menos goleado de la competición, con 22 goles recibidos en 34 jornadas, con la inconmensurable jerarquía de Rudiger como bandera . En la portería, Lunin se hizo con el puesto y, aun con algún que otro altibajo, consiguió transmitir la seguridad para no echar de menos a Courtois. Noticia Relacionada Fútbol estandar No El campeón de Liga, un equipo en el que todos suman Miguel Zarza Durante el curso Carlo Ancelotti tuvo que lidiar con bajas de larga duración, tramos de sequía en sus goleadores y algún que otro enfado, pero la plantilla blanca respondió bajo su mando Mientras que en la parcela ofensiva, los primeros meses antológicos de Bellingham ayudaron sobremanera a olvidar a Benzema. El futbolista inglés, gran apuesta del club en verano, llegaba en calidad de centrocampista, pero sus registros goleadores durante el inicio de temporada le situaban junto a Cristiano Ronaldo y Di Stéfano. El insostenible ritmo anotador del británico terminó por frenarse, pero al equipo no le pasó factura. En gran parte gracias, además de los goles de Vinicius y Rodrygo, a la aportación de los secundarios Brahim y Joselu. Ambos llegados al Bernabéu bajo el radar, pero que con su rendimiento han demostrado su capacidad para rendir de forma óptima con la camiseta del Madrid. Las adversidades obligaron a dar un paso adelante en todos los aspectos. Los futbolistas no fallaron y, gracias a su do de pecho, el Madrid se ha proclamado campeón.