Las imágenes de los besamanos del primer fin de semana de mayo
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A lo largo del primer fin de semana del mes de mayo son varias las imágenes expuestas en besamanos. Son cultos más íntimos entre comillas, de unas corporaciones con una historia mayor a muchas hermandades de penitencia, son la auténtica esencia de la ciudad. El barrio de lo s Humeros está de fiesta, primero por anunciar el Ayuntamiento de Sevilla que construirán una plaza en entorno al templo de la Virgen del Rosario y, en segundo lugar, por estar la imagen en besamanos. Una portentosa talla situada en el presbiterio de la iglesia para recibir el beso y las plegarias de los hermanos y devotos. Una gran oportunidad para aquel que todavía no conozca la historia de esta hermandad, de pasarse y comprobar de la valía de la institución. San José Obrero, una imagen que da nombre a un barrio, parroquia y hermandad. Todo el mundo no puede decir eso, ha estado en besamanos en el día previo a su salida, esta vez por la feligresía porque el pasado año presidió el pregón de las glorias. Es emotivo ver a esta devoción donde reside. Antiguamente, el barrio era una fiesta. Tal es así que era instalada una velá que parecía a una Feria de Abril pequeña. Cada etapa tiene su época, pero la ofrenda floral persiste, continúa siendo multitudinaria, con niños y mayores rindiendo honores al patrón de este barrio, con las niñas de flamencas. Un júbilo propio de una auténtica protestación de fe que culmina este domingo con la procesión. La Virgen de la Anunciación de Juan XXIII está de besamanos en el altar mayor de la parroquia, en la semana previa a su salida. Una hermandad donde tiene sentido, en los barrios, las zonas más pobladas de la ciudad. Una talla antigua. Unos la atribuyen al círculo de Duque Cornejo en la segunda mitad del XVIII y otros en la escuela montañesiña del siglo XVII.