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Май
2024

Narváez descoloca a Pogacar en la inauguración del Giro

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Abc.es 

Empieza el Giro y un océano de personas casi impide el paso de los ciclistas por la Maddalena y la rampa de San Vito, dos cotas estilo Vuelta que la carrera rosa ha programado en el primer envite. En la segunda cuesta, asfalto rugoso, carretera estrecha, emerge inevitable Tadej Pogacar , todo el personal lo espera tan pronto, tan explosivo siempre. Se pegan como moscas un trío de corredores a los que se les anticipa el veredicto de costumbre. No aguantarán más de medio kilómetro a la rueda del fenómeno esloveno. Es así con una excepción, el ecuatoriano Jhonatan Narváez, quien se atornilla como una lapa. El derrote de Pogacar no parece tan violento como otras veces, quedan 20 días de consumición y las energías no son eternas en una carrera de cuatro fines de semana. Narváez no se suelta en el tramo ascendente, tampoco en el descenso, es una roca pegado al mejor corredor del mundo. Noticias Relacionadas estandar No CICLISMO Carlos Rodríguez gana el Tour de Normandía y conquista su primera vuelta por etapas D. C. estandar Si entrevista Joane Somarriba y Dori Ruano: «Hemos dormido en reformatorios y casas de acogida» José Carlos Carabias En la rapidísima bajada hasta el centro de Turín, Pogacar confía más de la cuenta en su capacidad como superhombre, mover watios, atacar en cualquier montaña, marcharse solo o conquistar un esprint con su fuerza descomunal. Narváez, que nació a 3.000 metros en las alturas de Ecuador y se ha criado con oxígeno enriquecido, apenas si puede levantar la cabeza pese a que es un ciclista versátil, no el típico escalador, sino un corredor con pegada en las clásicas, buena arrancada y pegada en las metas. El ataque de Pogacar ha descolocado a varios elementos de nivel en la primera etapa, el neerlandés Arensmann, el hombre llamado a cubrir el hueco de la tradición en los Países Bajos, el veterano francés Romain Bardet, que fue podio en el Tour. En efecto aspiradora, Pogacar succiona a todos los escapados que aún permanecían vivos con Calmejane a la cabeza. Acaba con todos, menos con uno. Ahí sigue Narváez. Como no lo suelta, llega por detrás el alemán Schachman, otro candidato a la victoria porque velocidad tiene. Pogacar lo hace todo. Tira como un demonio, se traga el aire y también lanza el esprint. Narváez, astuto como un demonio, solo emerge en los últimos 200 metros. Saca la cabeza, empuja con potencia y se impone a Pogacar y a Schachman para vestir en su espalda la primera maglia rosa.