El impacto del capital privado en el fútbol
El éxito en muchos clubes de Europa, que son manejados por grupos empresarios, demuestran a las claras que el crecimiento de estos equipos de fútbol se refleja en el ingreso de dinero, pero también en los resultados deportivos y el aporte de capital privado puede tener un impacto significativo en diversas áreas, incluyendo la infraestructura y la calidad de las instalaciones para los socios de los clubes, así como en la mejora de las condiciones para los miles de niños que participan en las divisiones inferiores en todo el país y por supuesto la mejora de condiciones para el primer equipo profesional. Es fundamental para el desarrollo del fútbol contar con un organismo rector que sea moralmente sólido, eficiente y transparente en su gestión. Una liga ordenada, con ingresos adecuados, un calendario profesional y una administración libre de corrupción son aspectos clave para llevar adelante esta industria hacia un nivel superior.
Nombres de peso como el Inter, Milan y Juventus en Italia o Chelsea, Manchester City y Tottenham o PSG en Francia son algunos de los cientos de casos que hay en el mundo de Sociedades Anónimas que tienen su éxito conseguido a partir de las inversiones. Es importante señalar que el debate sobre el aporte de capital privado al fútbol y sus efectos en el progreso del deporte es relevante y merece atención.
Estuve en contacto con el ex presidente de la Premier, Sir Dave Richards, quien me informa que "La Liga inglesa" factura unos 8.400 millones de libras esterlinas en concepto de derechos televisivos (equivalen a 10.500 millones de dólares) anuales, esta cifra pone a la liga inglesa como la mejor paga del mundo, en conversaciones con el Sr Kay Dammholz quien comercializó durante muchos años la Bundesliga, hoy integrante de la Federación Alemana de Fútbol, me confirma que los ingresos televisivos en Alemania son de 1.100 millones de Euros anuales, unos 1200 millones de dólares, la liga española de la cual el Sr Javier Tebas es su presidente, factura 1.827 millones de euros anuales, digamos que cercanos a los 2.000 millones de dólares, la liga italiana actualmente factura 900 millones de euros, es decir pisando los 1.000 millones de dólares anuales. La pregunta inmediata que se dispara es cuánto factura la liga Argentina de fútbol, nadie responde con exactitud, pero no llega en ningún caso a los 100 millones de dólares anuales, el motivo tiene varias aristas, el mercado, la sobrepoblación de equipos en primera, la falta de un cronograma con horarios y días que se respeten, la escasa venta internacional de los derechos televisivos entre otros factores, como la ida prematura de muchos atletas que por consecuencia de no poder absorber sus salarios los clubes por falta de dinero se ven en la obligación de venderlos, generando al final un circuito negativo.
La Selección Argentina es la indiscutida y merecida campeona del mundo perteneciendo el 95% de sus integrantes a ligas privadas, desde la creación de las copas del mundo FIFA en 1930, incluso incluyendo los juegos olímpicos de 1924 y 1928 en donde Uruguay fue campeona, existen sólo 8 países campeones del mundo, de los cuales 7 países tienen sociedades anónimas deportivas, es decir, el 92% de los países campeones del mundo tienen SAD. ( inglaterra, Alemania, Italia, España, Francia, Brasil y Uruguay )
En la actualidad los 20 clubes de la Premier League pertenecen a capitales privados, la mayoría perteneciente a estadounidenses, aunque también hay influencia de capitales de empresarios, jeques y magnates del mundo árabe y hasta de China. Esta apertura del fútbol inglés a las SAD inició su camino en 1983. El caso más representativo de una sociedad anónima en Inglaterra fue la del Manchester City, ese proceso dio inicio en el año 2008 por el Abu Dhabi United Group, entonces presidido por Mansour bin Zayed Al Nahyan. Desde entonces, construyeron un imperio que llenó la vitrina de títulos. Desde la Premier League conseguida en la temporada 2011/12, hasta ligas locales y la Champions League obtenida en la última temporada. La expansión del grupo excede el territorio Inglés.
Otro ejemplo es el del París Saint-Germain de Francia, que recibió en 2011 la llegada del Qatar Investment Authority (QIA), que compró el 70% de las acciones de la institución parisina. Al igual que el City, el dominio en sus tierras es abrumador: títulos de liga en las últimas 11 ediciones, Copas de Francia, Supercopas y Copas de la Liga; aunque mantiene la deuda pendiente, que es la Champions.
Italia fue uno de los precursores de los clubes-sociedades anónimas, según la ley del Estado número 91, aprobada en marzo de 1981, los clubes de fútbol se convertirían en sociedades por acciones. El 18 de noviembre de 1995 se modificó la ley, concediéndose sociedades por acciones con fines de lucro. entre los dueños de los equipos de la Serie A, el grupo Suning posee el 70% del club Inter de Milán, que tiene, muy probablemente, al presidente más joven de las grandes ligas europeas (Steven Zhang, 32 años), y desde la llegada de los chinos, la cotización del Inter subió un 41%. Su eterno "rival" es AC Milan, donde un fondo estadounidense llamado Redbird adquirió uno de los clubes más prestigiosos en la historia del fútbol europeo, al desembolsar poco más de USD 1.200 millones. Este equipo era propiedad desde 2018 de Elliott Management, otro grupo inversor norteamericano. El último es 777 Partners, una firma de inversión privada con sede en Miami que compró el 99% del Genoa a una valoración de US$ 175 millones incluida la deuda, que posee el club.
En Sudamérica los países más destacados que tienen participación de sociedades privadas, son Brasil, Uruguay y Chile, en países pertenecientes a Concacaf los más importantes son México y Estados Unidos
En conclusión, el papel del capital privado en el fútbol es innegable en el panorama actual. Sin embargo, es crucial garantizar que esta inversión se utilice de manera ética y responsable, en beneficio del deporte en su conjunto. La implementación efectiva de departamentos de ética, cumplimiento y moral es fundamental para asegurar la integridad y la reputación del fútbol, así como para promover valores morales y principios de responsabilidad social en todas las actividades deportivas. Este enfoque no solo beneficia a los clubes y ligas, sino también a la comunidad deportiva en su conjunto, y establece un estándar aspiracional para el futuro del fútbol.