¿Quién no teme a Vinicius Junior?
El periódico Bild, que nunca se ha caracterizado por su compasión, fue contundente en su visión del partido de la Champions. Para el diario sensacionalista alemán, el resultado de la ida del Bayern-Real Madrid fue «especialmente amargo después de que Kim Min-Jae destrozara una buena posición en el encuentro con dos errores catastróficos». El futbolista coreano ya forma parte de la enorme lista de defensas que han perdido parte de su prestigio cuando se han medido con Vinicius. No hace prisioneros el brasileño; ahora mismo, el futbolista más desequilibrante del mundo y la gran baza del Real Madrid para superar al conjunto alemán en la vuelta y llegar a la final de Londres el 1 de junio.
Reece James, Achraf Hakimi y Trent Alexander-Arnold no son nombres menores en el fútbol. Vinicius les ha ganado. El Barcelona de Xavi Hernández creyó encontrar en Araújo el remedio para frenar al delantero español. Y es verdad que funcionó un par de partidos. Después, el central del Barcelona descubrió que no podía con él y ahora se dedica a hacer penaltis sin sentido.
Tuchel ya sabía que Min-Jae era un refuerzo de emergencia, lo que no esperaba es que Vinicius se deshiciera de él con tanta facilidad, como hizo hace dos años con Fernandinho en la banda del campo del Manchester City. Uno se enfrenta a Vinicius y primero tiene que ir detrás de él y después ir recomponiendo como pueda su maltrecho prestigio. «En el primer gol quiso hacer el movimiento muy rápido, pero Vinicius ya estaba en pleno sprint y le sorprendieron», contaba Tuchel, entrenador del Bayern, después del encuentro. «En el segundo gol es otro error. Había cerrado bien, éramos cinco contra dos y no había que cerrar de manera tan agresiva». Esa jugada llega a ese momento entre el defensa y Rodrygo y porque un segundo antes Vinicius encontró un hueco donde todo el mundo creía que había un muro.
Durante mucho tiempo, parte del fútbol no valoraba o directamente se mofaba de Vinicius, porque parecía un jugador con mucho dinamismo, pero demasiado desordenado y sin cualidades ante el gol. Al principio sus tantos eran de rebote y los defensas preferían taparle el pase que el tiro, como sucedió en uno de sus primeros Clásicos, cuando Kroos, como en Múnich, le marcó el desmarque y le puso el balón. Ya dentro del área, Piqué le dejó la portería y tapó el posible pase. Vinicius, de rebote, marcó.
Pero eso ha quedado lejos porque la fe del delantero brasileño en sus posibilidades es infinita y, por lo visto, su crecimiento, también. Del desprecio se pasó al insulto racista, a sacarle de los partidos, pero esto también ha dejado de funcionar. Ahora, simplemente, se le teme y los rivales no tienen muy claro cómo pararle. Y menos después de que haya abandonado la banda para jugar como delantero con el fin de dejar a Rodrygo la izquierda y quizá para empezar a construir el equipo del año que viene.
«Es una opción, una oportunidad», decía Ancelotti cuando explicaba esta cambio. «Vini es muy humilde y ha entendido que jugando por dentro, con menos toques, podía hacer gol. Hablé con los dos y estaban de acuerdo». Cada partido ha sido una confirmación de que ha acertado y de que resulta que Vinicius tiene la sangre fía del mejor goleador. Principalmente porque aprende rápido la teoría y enseguida la pone en práctica. «Puede jugar ahí, como delantero, porque ha aprendido a moverse bien sin balón y a atacar la espalda. Es muy frío delante de la portería. Tienes que tener lógicamente un medio que te ponga ese balón en el primer gol», repetía Carlo Ancelotti en la sala de prensa del Allianz Arena.
Es que centrado o desde la banda, el dominio del Vinicius del ataque es abrumador. «Desde el inicio de la campaña 2021-22, Vinicius Júnior, del Real Madrid, ha participado directamente en más goles en la Liga de Campeones de la UEFA que cualquier otro jugador (30 - 15 goles, 15 asistencias)», aseguraba la empresa de estadística Opta tras el partido de ida.
El Real Madrid camina con seguridad por esta Champions pero sin ser muy superior a ninguno de sus rivales en las eliminatorias. No lo pasó bien en ningún partido contra el Leipzig, no se olvida lo que se vivió contra el City y tampoco estuvo sobrado en Múnich. El equipo de Ancelotti ha empatado sus últimos cuatro encuentros que ha disputado en Europa. Vinicius ha estado en todos, también el choque que se ganó en Leipzig, y suma 3 goles y 2 asistencias en estos cinco encuentros. Para partidos tan igualados tener a Vinicius es tener un seguro de vida.
«No se trata de faltas, solo de algún pequeño empujón que hace perder el equilibrio», contaba Walker, el defensa del City que más ha hecho para pararle. «Intento darle poco espacio para que me notara ahí. En ataque te da para soltarte más, pero si tienes una pérdida te coge la espalda», decía Balliu, del Rayo. Al final, hagan lo que hagan, todos lo acaban sufriendo.