Crítica de "Hammarskjöld. Lucha por la paz": vida y muerte de un diplomático ★★★ 1/2
Director: Ulf Ryberg. Guion: U. Ryberg y Per Fly. Intérpretes: Mikael Persbrandt, Francis Chouler, Cian Barry, Hakeem Kae-Kazim. Fotografía: John Christian Rosenlund. Suecia, 2023. Duración: 114 minutos. Drama.
El impecable y, al menos en la interpretación que de él realiza un notable, ambiguo, contenido Mikael Persbrandt, un tanto afectado Dag Hammarskjöld está acabando su mandato como secretario general de Naciones Unidas. Solitario y metódico, el diplomático de origen sueco escribe poesía cuando llega a casa aunque no la lee nadie, saluda a su monito mascota, tan inteligente, mientras cena, y sigue pensando en defender, por muchos que se le echen encima, la descolonización de África (nuestro ministro de Cultura debe ya estar buscando el cine más cercano para ver la película, ya imaginan la razón), en manos de varios países europeos. Antes no lo pensó nunca, pero tras un fugaz viaje para celebrar su cumpleaños a Österlen, otra idea le ronda la enigmática e inteligente cabeza: cuando llegue el retiro se marchará a vivir donde nació. Año 1961, estamos frente a una película basada en personajes y hechos reales aunque con ramalazos de ficción intercalados: la Guerra Fría está en todo lo alto y la recién formada República Democrática del Congo atraviesa tiempos convulsos, las matanzas en los poblados se suceden y llega el golpe militar y la independencia de Katanga. En el fondo, lo que mueve a los políticos son los intereses económicos que se esconden tras los recursos mineros de esa parte del mundo. El diplomático asume la tarea de negociar la paz liderando las tropas de la ONU en su primera operación. Pero la repentina aparición en Nueva York de un viejo amigo que no ve desde hace 30 años le hace recordar su pasado y cuánto ha debido sacrificar de su esfera privada en pos de la pública, incluida una más que probable condición homosexual. Pero en el Congo sigue la violencia, y los mercenarios están masacrando a cuantos se oponen a la situación impuesta. Decidido a poner fin como sea al conflicto, sube a un avión para viajar hasta la zona sin saber que, tras un extraño accidente aéreo, que el director Ulf Ryberg no duda en señalar como un asesinato largamente coreografiado, encontrar la muerte junto al resto de los integrantes del vuelo. Thriller político y biopic dramatizado, un filme sólido, de ritmo contenido, sobrio, que ratifica de nuevo que, en el fondo, poco ha cambiado el mundo en estos más de sesenta años y que el poder se sigue cobrando vidas. Casi siempre, inocentes.
Lo mejor: el contenido y sobrio trabajo de Mikael Persbrandt en la ambigua piel del protagonista
Lo peor: descubrir de nuevo que hay personas que deben perder su vida solo por defender la paz