Llull destroza la historia en el solemne debut del Madrid en los playoffs
PESTAÑA madrid-baskonia-p1-cuartos-euroliga-23/24 Crónica 4 En la previa, decía Tavares que las semanas previas al debut en los playoffs de Euroliga se hace largas. Manda la rutina, un sinfín de partidos menores pero, de la nada, uno se encuentra inmerso en la carrera por el título más importante del año, con la muerte en los talones día sí día también. Y en ese peliagudo escenario, el Madrid estuvo de matrícula de honor, maestra la actuación blanca ante el Baskonia en el primer partido de los cuartos de final. Venían lanzados los vascos tras su gran actuación ante la Virtus italiana el viernes, pero el WiZink es un escenario que impresiona, del que uno espera salir vapuleado, y la constelación del Madrid no suele mostrar piedad. Con un gran Musa , certero el bosnio desde el triple, y con una actuación defensiva coral y liderada por Tavares, los visitantes cerraron muy pronto el duelo, convirtiendo la segunda parte en un agradable paseo por el campo. El jueves, el segundo asalto. Pero el protagonismo, al final, se lo llevó Sergio Lull y no su amado Real Madrid. El escolta, con dos triples en el último cuarto, superó a Juan Carlos Navarro y se convirtió el máximo triplista de la competición, 624 aciertos nada menos. la ovación fue atronadora. En los primeros minutos de la eliminatoria, castigó con dureza el Madrid al Baskonia mientras este intentaba buscar el ritmo del partido. Los blancos se lanzaban a por el aro con contundencia, bien Musa y Tavares , mientras que Hezonja hacia lo propio desde la larga distancia (el croata sumó tres triples en cinco minutos). Solo las apariciones del griego Rogkavoupolos , fantástico en los duelos recientes, conseguía romper el monopolio local. Un dominio efímero por otra parte, pues cuando el partido se descontroló, apareció la versión más apasionada de los vascos, esa que le ha permitido sobrevivir en el abismo durante las últimas semanas. El problema es que el Madrid disfruta sin importar el entorno, ya sea en el Polo Norte o el mismísimo infierno, y cuanto más corría el Baskonia, más espacios encontraban las estrellas locales para sus diabluras. Comenzaron a entrar las canastas, los visitantes se encasquillaron, pese a que ya contaban en cancha con Markus Howard , y la ventaja madridista se disparó. Se iba calentando poco a poco la estrella estadounidense, pero el Madrid sacó a la vieja guardia, esa que marca las diferencias en la carrera por el título, para equilibrar la balanza. Llull amenazaba con el tiro, Rudy apretaba en defensa y el Chacho , con un gran triple, propulsó a los suyos hasta la ventaja de 14 puntos, la máxima del encuentro. Además, un golpe de Rudy a Howard con la rodilla lo mandó directo al banquillo, noqueado. El panorama era de lo más prometedor para los blancos. El Baskonia había conseguido reducir la diferencia a diez, pero el Madrid aumentó sus prestaciones defensivas tras el descanso, pese a que Ivanovic introdujo en el quinteto a Howard , ya recuperado, y a Costello , dos de sus hombres de confianza. Tres posesiones perdidas fueron seguidos de tres triples blancos, uno de Campazzo y dos de Musa , muy fino el bosnio, y el conjunto local desplegó las alas. Además, Tavares taponaba las intentonas de Miller-McIntyre , últimas balas de los vascos, cada vez más seguros de que la victoria se antojaba imposible. De hecho, el último cuarto fue un trámite dominado por el gozo local, plácido guion solo revolucionado por Sergio Llull . El balear, con un lanzamiento estratosférico, imposible desde la esquina, igualó a Juan Carlos Navarro como máximo triplista de la competición (623). Genialidad seguida de un nuevo acierto desde los 6,75 metros, esta vez desde la frontal, acción que le dejó en solitario al frente de la emblemática estadística.