Gaza, el nuevo Vietnam: la generación Z se revuelve contra el apoyo de EE UU a Israel
La tensión por [[LINK:TAG|||tag|||633612181e757a32c790b72a|||la guerra de Gaza]], que hasta ahora se había vivido en las calles de las principales ciudades de Estados Unidos, está invadiendo también los principales centros universitarios del país. Este martes, la Universidad de Nueva York (NYU) protegía su campus con vallas desde primera hora de la mañana para evitar que se repitieran las imágenes del día anterior, cuando se detuvo a cerca de 150 manifestantes a favor de Palestina. Fue la propia institución quien pidió a la Policía que hicieran cumplir la ley y los expulsaran por violación de entrada ilegal. «Esto ocurrió sin previo aviso a la Universidad y sin autorización», dijeron desde el centro a través de un comunicado.
La Columbia University, en la parte alta de la Gran Manzana, suspendió sus clases presenciales este lunes coincidiendo con el inicio de la Pascua judía, y se ofrecerán de manera virtual a quien lo desee durante todo el semestre. «La seguridad es nuestra máxima prioridad mientras nos esforzamos en apoyar el aprendizaje», ha anunciado la institución, consciente de que resolver el conflicto a pie de campus no es fácil. Mientras tanto, ha dicho su presidente, Minouche Shafik, «intentarán llevar esta crisis a una resolución».
El Departamento de Policía de Nueva York había establecido este martes «una gran presencia», dijo su portavoz, alrededor de las principales universidades de la ciudad, y la gobernadora Kathy Hochul visitó Columbia asegurando poco antes en la red social X que «los estudiantes tienen miedo de caminar por el campus. No merecen eso». Además, el turístico campus de Yale ha cerrado sus puertas al público después de que el lunes se produjeran también varias detenciones. Y en Harvard Yard están teniendo problemas con las tiendas de campaña que se han instalado en mitad del recinto.
En Barnard, una universidad dependiente de la gran Columbia, su directora ha optado por la vía del diálogo, y ofrece a los alumnos expulsados suspenderles el castigo si aceptan las reglas. «Creo firmemente que la exposición de ideas incómodas es una componente vital de la educación», dijo su presidenta Laura Ann Rosenbury en un comunicado, «pero ningún estudiante debe temer por su seguridad mientras esté en Barnard, y nadie debería sentir que no pertenece».
Las protestas arrancaron hace varias semanas en la costa este del país, y se están extendiendo a otros estados. En la Universidad de California, los manifestantes han montado campamentos exigiendo a las instituciones que corten lazos financieros con las empresas que proveen armas a Israel. Unas organizaciones que ven cada vez más difícil trazar una línea que defienda la libertad de expresión de sus alumnos y al mismo garantice espacios universitarios inclusivos y seguros. Sobre todo después de que varios estudiantes judíos denunciaran insultos en sus escuelas.
La generación Z ha hablado. Comenzó haciéndolo en las redes sociales cuando el pasado 7 de octubre estalló el conflicto en Gaza y ahora han salido a sus campus. En la red social TikTok, donde más de la mitad de los usuarios no supera los 30 años, el hashtag #FreePalestine (Palestina libre) cuenta ya con más de 40.000 millones de publicaciones.
Según una encuesta realizada por The New York Times y Siena College hace tres meses, el 55% de los encuestados de entre 18 y 29 años (generación Z) se opone a que Estados Unidos siga enviando ayuda a Israel, a quien ven como la parte opresora y más poderosa que su oponente. Toda una generación, con la mayoría de los integrantes listos para votar el próximo 5 de noviembre y hacer de su derecho un castigo al presidente Joe Biden por seguir apoyando bélicamente a su socio Benjamin Netanyahu (desde la fundación de Israel tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha enviado a ese país una ayuda de más de 130.000 millones de dólares y otros 61.000 que acaban de ser aprobados y van en camino). Joe Biden dijo que «condena las protestas antisemitas» cuando se le preguntó sobre la situación en la Universidad de Columbia.