Cientos de personas rechazan la festividad y obligan a suspender los actos previstos en León
LEÓN, 23 (EUROPA PRESS)
Varios centenares de personas han participado hoy en la manifestación y quema de un castillo como protesta a la celebración en León de los actos del Día de la Comunidad de Castilla y León, y han obligado a suspender las actividades que se habían programado desde la Junta en la plaza de San Marcos de la capital leonesa.
Los manifestantes, convocados por colectivos leonesistas, y con participación de representantes de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), han partido a las 11.30 horas de la mañana de la plaza de Guzmán el Bueno y han hecho sonar silbatos y carracas, además de hacer explotar petardos durante todo el recorrido.
La manifestación, denominada III Caminu La Llibertá, se ha convocado como reacción a la decisión de la Junta de Castilla y León de celebrar actos con motivo del 23 de abril, Día de la Comunidad, en todas las provincias, además de Ponferrada, algo que los colectivos leonesistas han catalogado como una "provocación".
El secretario general de la Unión del Pueblo Leonés, Luis Mariano Santos, ha asegurado en declaraciones a los periodistas durante la marcha que a León "nadie le va a robar la identidad" y que los leoneses no se sienten "identificados" con la comunidad autónoma de Castilla y León.
La manifestación ha culminado en una zona aledaña al lugar donde se ha celebrado parte de los actos convocados por la Junta de Castilla y León, donde se ha quemado una réplica de un castillo de cartón, que los convocantes han equiparado a 'Mordor', de donde se ha quedado liberado un león, como símbolo.
"AUTOGOBIERNO"
Allí, el alcalde de León, José Antonio Diez (PSOE), ha calificado de "imparable" el "movimiento por el reconocimiento de León" y de su "necesidad de autogobierno", por "más que la Junta constituya fundaciones para falsear la historia de una fundación ficticia".
Después, algunos de los manifestantes han accedido a la zona de las actividades oficiales con motivo del Día de Castilla y León donde, tras unos momentos de tensión, se ha determinado suspender las actividades que estaban programadas para los niños y las actividades culturales.
El delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Eduardo Diego, ha lamentado lo ocurrido y ha defendido que se trataba de un "acto tranquilo y familiar".