Von der Leyen saca pecho de su gestión en Bruselas tras iniciar su campaña con tropiezos
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha despedido de la Eurocámara con un tono triunfalista antes del pistoletazo (oficial) de salida a la campaña. La también candidata del Partido Popular Europeo para repetir al frente del gobierno comunitario tras las elecciones de junio ha hecho un balance positivo de su gestión, sin ninguna autocrítica, en un debate parlamentario marcado por el ambiente preelectoral. La alemana ha presumido de las medidas que se han puesto en marcha en la UE los últimos cinco años como prolegómeno de la batalla electoral que, en su caso, ha comenzado con tropiezos.
Von der Leyen ha comenzado su intervención recordando los retos a los que se ha enfrentado esta legislatura, como la pandemia o la guerra en Ucrania. “Podrían haberse convertido en una dramática crisis económica y social. Pero no fue así. Esto se debió a la gran resistencia de Europa, pero también a que pusimos en marcha las políticas adecuadas”, ha afirmado antes de referirse a los fondos Next Generation o los fondos SURE que permitieron los ERTEs durante los confinamientos. La alemana ha sacado pecho de que las tasas de empleo están en récord en la UE y de que la inflación se ha reducido sustancialmente desde la crisis energética.
A pesar de que la pérdida de competitividad -que era el tema del debate- es una preocupación compartida en la UE, Von der Leyen ha alabado lo que ha hecho en cada uno de los desafíos que ha planteado. Que la UE necesita inversiones multimillonarias, la alemana ha recordado que desde que llegó a la presidencia de la Comisión Europea se han llevado a cabo una “oleada de inversiones públicas sin precedentes en sectores estratégicos”. Que es necesario completar la Unión de los Mercados de Capital para movilizar fondos privados, ella asegura que en su mandato se han dado pasos. Lo mismo en temas como la necesidad de reducir los precios de la energía cuando ha alardeado de la reforma del mercado eléctrico -que finalmente no fue la revolución a la que inicialmente apuntó ella misma-.
“Una y otra vez, hemos sorprendido a los escépticos y desafiado a los agoreros. Porque para una Europa fuerte, si hay voluntad, hay un camino. Y nuestro continente seguirá siendo el corazón mundial de la industria y la innovación”, ha aseverado.
Un arranque de campaña atragantado
El discurso de Von der Leyen ha sonado a campaña electoral de una candidata a la que su partido designó sin ningún entusiasmo. No había alternativa, pero la votación se saldó con un tercio de abstención de los delegados del congreso. La alemana, que durante toda la legislatura ha enfadado a sus correligionarios por su cercanía a socialistas, liberales y verdes, se ha visto obligada, además, a asumir un programa electoral escorado a la derecha en asuntos como la migración o el pacto verde, que ha sido una de sus principales banderas.
El arranque de la competición, además, se le ha atragantado una batalla con la propia Eurocámara pero también con miembros de su Colegio de Comisarios por su intención de designar como enviado de la UE para las pymes al eurodiputado de su propio partido (CDU) Markus Pieper. El Parlamento Europeo instó al gobierno comunitario a dar marcha atrás en esa contratación (por un valor de 20.000 euros al mes) y varios comisarios se quejaron, entre ellos el alto representante, Josep Borrell; el comisario el de Empleo y spitzenkandidat de los socialdemócratas, Nicolas Schmit, el de Economía, Paolo Gentiloni– ,y el liberal francés, Thierry Breton.
Pieper, que no era el aspirante con mejor puntuación sino que por delante quedaron dos candidatas, renunció la víspera de comenzar en su nuevo puesto y señaló directamente a Breton, al que acusó de “boicotear” el nombramiento.
“La presidenta respeta y lamenta la decisión de Markus Pieper de no asumir su cargo de enviado para las pyme el 16 de abril como estaba previsto”, dijo el portavoz principal de la Comisión Europea, Eric Mamer. Von der Leyen decidió suspender la reapertura de los procedimientos de selección hasta que pasen las elecciones europeas.
Von der Leyen parte como favorita para un nuevo mandato al frente de la Comisión Europea, pero el camino no está hecho y ya en 2019 hubo sorpresas -para empezar por ella misma que era una desconocida ministra de Defensa a la que impulsaron los líderes de los 27-. Al inicio del camino ha surgido el nombre del italiano Mario Draghi como una opción que sería incontestable.
No sólo la presidenta de la Comisión Europea ha hecho del último debate parlamentario un acto electoral sino que también los portavoces de los grupos han aprovechado la ocasión, aunque ella, como prácticamente siempre, ha abandonado el Hemiciclo en plena discusión. El del PPE, Manfred Weber, ha orillado las cuitas con su compañera de filas de la que ha asegurado se sienten “orgullosos”, pese a haberse desmarcado de algunas de las principales políticas del gobierno comunitario a medida que se han acercado los comicios.
También ha habido reproches cruzados entre el PPE y los socialistas, los liberales contra el PPE y la extrema derecha contra todos. La jefa de los socialistas, Iratxe García, ha reprochado a los populares que hayan “abierto la puerta y normalizado a la extrema derecha” y también ha aplaudido la gestión de la Comisión Europea, que se ha sustentado en la mayoría conformada por su grupo, el PPE y los liberales. No obstante, ha advertido de que no se puede caer en la “autocomplacencia”.
“No podemos permitir que se abra una brecha entre la Unión Europea y sus competidores internacionales”, ha dicho la liberal Valérie Hayer: “Esperamos que la próxima Comisión adopte un enfoque proactivo para garantizar que la Europa que dejemos en 2029 sea también uno de los gigantes del mundo”.
“Es importante crear unas mayorías europeístas en el próximo Parlamento Europeo. Luchemos de forma constructiva en esta campaña y creemos unas mayorías europeístas”, ha señalado la coportavoz de Los Verdes, Therry Reintke. Aunque su grupo aparece lastrado en las encuestas, los verdes aspiran a tener un mayor peso en la toma de decisiones de la próxima legislatura.
La portavoz de La Izquierda, Marine Mesure, ha reprochado a Von der Leyen que haya ido a la Eurocámara “a hablar de competitividad sin hacer autocrítica por las recetas neoliberales” y “la destrucción de los centros industriales”. La eurodiputada francesa ha criticado que se “prohíban las ayudas de estado” mientras en Estados Unidos se incrementan los subsidios o que se “multipliquen los acuerdos de libre comercio con países con salarios mucho más bajos mientras que China y EEUU defienden el proteccionismo”.
Los representantes de la extrema derecha han cargado contra la gestión de la Comisión Europea en los últimos cinco años. “Estamos obligando a los ciudadanos europeos a implementar un Pacto Verde mientras que nososotros sólo representamos una parte ínfima de la poblacion del mundo. Es una locura que se va a mantener después de las elecciones”, ha dicho el portavoz de ECR (el grupo del que forma parte Vox), Dominik Tarczynski.