Así es como funcionan las hipotecas de obra nueva
Una vivienda de obra nueva es aquella que se compra después de su construcción, que se ha registrado por primera vez en el Registro de la Propiedad y que, por tanto, no ha tenido un propietario anteriormente. También se puede considerar obra nueva una vivienda sobre plano, es decir, aquella que todavía se encuentra en la etapa inicial de diseño o construcción.
No tener que hacer reformas para entrar a vivir, su eficiencia energética o poder pagar en distintos plazos la entrada son los principales motivos por los que los compradores deciden decantarse por una vivienda de obra nueva. En este sentido, el interesado abonará la reserva del inmueble –entre 3.000 y 10.000 euros–, al firmar el contrato de compraventa pagará el 10% del valor del piso, durante la edificación se pagará otro 10% y, una vez construida la vivienda, se debe abonar el 80% restante, cantidad que suele financiarse a través de una hipoteca.
Las hipotecas para financiar viviendas de obra nueva pueden solicitarse cuando "la constructora informa de la fecha final de la obra", explica el portal inmobiliario Fotocasa. En este momento, el comprador podrá optar por contratar una hipoteca para obra nueva en una entidad bancaria o subrogar la hipoteca de la promotora inmobiliaria. Esta última opción puede suponer un ahorro para los compradores, ya que estos "heredan" parte del préstamo que contrataron las promotoras para la construcción del edificio, evitando gastos como la comisión de apertura o la tasación del inmueble.
"Elegir entre una hipoteca en una entidad financiera comparando las distintas ofertas bancarias o subrogarte a la hipoteca del promotor dependerá de las condiciones que te ofrezca cada vía de financiación. La mejor elección será la que te permita asumir menos costes, tenga un interés más atractivo o brinde una mayor rapidez en la operación", asevera el portal inmobiliario.
¿Cuáles son los gastos de las hipotecas para pisos de obra nueva?
Además de los costes hipotecarios para la contratación de un préstamo, se deberán pagar los siguientes gastos de compraventa al cerrar la operación:
- IVA e IAJD. Al comprar obra nueva, los compradores deberán pagar el 10% de IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) y el IAJD (Impuesto de Actos Jurídicos Documentados). En caso de que el piso sea una vivienda de protección oficial (VPO), el IVA se reduce al 4%.
- Notaría. Escriturar la vivienda ante notario es un gasto que se debe abonar al comprar cualquier tipo de vivienda. Los aranceles están regulados por ley y dependen del precio del inmueble (entre el 0,2% y el 0,3% del valor de la compra).
- Registro de la Propiedad. Los compradores también deberán abonar el coste de la inscripción de la vivienda en el Registro de la Propiedad, un trámite cuyo coste suele oscilar entre el 0,15% y el 0,2% del precio de compra.
- Gestoría. Si se contrata a una gestoría para el pago de los impuestos y la inscripción en el Registro, el precio a abonar será de unos 300 euros.
- Tasación del inmueble. En el caso de que se solicite una hipoteca en el banco para comprar una vivienda de obra nueva, será obligatorio tasar el inmueble, un trámite con un coste que ronda los 300 euros.
- Comisión de apertura del préstamo. Esta dependerá de las condiciones que negocie con la entidad, si es que el comprador se decanta por la opción de contratar una hipoteca en el banco.