Mijas, más allá de los paseos en burro: conociendo un poco más uno de los pueblos blancos más famosos de España
Conocida por sus burro-taxi, Mijas es uno de los pueblos estrella del sur de España. Situada en plena Costa del Sol, este pueblo blanco se extiende como un lienzo sobre el verde de la sierra homónima hasta topar con el mar. Por ello, a medida que subimos desde la costa nos alejamos desde un destino playero turístico hacia un pueblo de ritmo pausado y arraigado a sus tradiciones.
Ya en la época de los griegos y fenicios, el lugar donde se emplaza era de gran interés gracias a la riqueza marina. Más tarde los romanos harían prosperar la localidad gracias a la explotación de las canteras de mármol de la Sierra de Mijas y en el año 714 ya pasaría a manos árabes.
Con un casco histórico declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1969, Mijas es un destino completo: ocio, playa, cultura y riqueza patrimonial que no debe pasar desapercibida y que va más allá de las casas blancas y los burro-taxi.
Museos de Mijas
Este pueblo andaluz cuenta con varios museos como el Centro de Arte Contemporáneo, con obras de Picasso, Dalí y Miró, o el curioso Carromato de Mijas, una hemeroteca de miniaturas procedentes de más de 50 países. En el antiguo ayuntamiento se encuentra la Casa Museo de la Villa, un espacio para adentrarse en la Mijas de antaño por solo 1 euro.
Una plaza de toros inusual
En 1900 se construyó la Plaza de Toros de Mijas por petición de un grupo de vecinos. Enclavada en una roca, es una ovalada y coqueta plaza que recuerda más a un teatro romano. En ella desembocaban los mozos y los novillos que se perseguían por las calles del pueblo desde su inauguración, aunque estos encierros ya no se celebran en la actualidad. Este monumento se puede visitar por 4 euros y a cinco minutos encontramos el Museo Taurino (calle Algarrobo), en el interior de una casa mijeña.
Las torres vigía
En la costa de Mijas se levantan como guardianes varias torres vigía cuya principal función era avisar ante avistamientos de barcos enemigos a través del humo. A lo largo del litoral mijeño se dejan ver estos silenciosos testigos de la historia.
Las torres vigía de Mijas se levantaron entre los siglos XVI y XVIII. La torre Vieja de la Cala del Moral alberga en Centro de Interpretación de las Torres Vigía del Museo Histórico-Etnológico de Mijas.
Las ermitas
Uno de los hechos que mayor interés suscitan de la localidad malagueña es la gran cantidad de ermitas que tiene. Al menos seis se recomienda visitar, junto a la Iglesia Parroquial de la Inmaculada. Las ermitas eran lugares aislados, generalmente cuevas. Según su página oficial de turismo, las ermitas de Mijas se remontan al siglo XVII, construidas a las afueras de la población, que estaba amurallada entonces, y en los caminos que llevaban a Málaga, Fuengirola y Coín.
La «ruta selfie»
Para muchos, el viaje no está completo si no tiene unas cuantas fotos confirmando que, en efecto, han estado allí. El Ayuntamiento de Mijas propone una ruta con hasta 15 sitios concretos donde mejor salen los «selfies», que aparte de una preciosa galería en el móvil sirve para conocer varios de los puntos más emblemáticos del pueblo y con mejores vistas. El folleto se puede descargar a través de la web oficial de Turismo de Mijas.
Gastronomía mijeña
Paseando por el pueblo te toparás con algún puesto de garrapiñadas, pues estas almendras dulces son típicas de Mijas. También es imprescindible probar su pan «cateto», elaborado artesanalmente; la ensalada mijeña, una fresca combinación de patatas, bacalao, naranjas, cebolletas y aceitunas, o el ajoblanco, una sopa fría a base de almendras, pan y ajo, servido con uvas de Málaga.
Fiestas en Mijas
Las fiestas más significativas en Mijas se celebran cada 8 de septiembre, pues es el día de la Virgen de la Peña, patrona de la localidad malagueña. También en el mes de septiembre se celebra el Día del Turista y durante los meses de julio y agosto se lleva a cabo el programa Vive Mijas de Noche, con mercados de artesanía, música en directo y la ruta de la tapa.