Juanpe López reina en el Tour de los Alpes
Bético de corazón, Juanpe López celebró su victoria en el Tour de los Alpes, su primer gran triunfo en una carrera de estas características, enfundado en un jersey verde. El verde, en este caso, de la felicidad total y la consagración de un ciclista que llegará muy fuerte al Giro de Italia (del 4 al 26 de mayo) y cuyos éxitos van vinculados estrechamente al país transalpino desde aquella victoria de 2019 en el Giro del Valle de Aosta. Un golpe en la mesa, entonces defendiendo los colores del Kometa, que sirvió para que el actual Lidl-Trek pusiera sus ojos en una joven promesa que ya es una realidad. El lebrijano, de 26 años, se proclamó este viernes campeón del Tour de los Alpes tras una quinta etapa, de 118 kilómetros con principio y final en Levico Terme (localidad de la comuna italiana de Trento), que le ha abierto las puertas de la gloria. Comenzaba la jornada decisiva con un margen de 38 segundos sobre su inmediato perseguidor (O'Connor, del AG2R) y prácticamente en ningún momento de la misma se temió por el triunfo absoluto del sevillano. Ni siquiera las dos subidas a Palú de Fersina que contemplaba el recorrido quebraron el statu quo o llevaron la carrera a una zona de riesgo que comprometiera la hegemonía de López en la clasificación. El trabajo de su equipo en el pelotón, muy eficaz, surtió efecto y todas las tentativas de escapada fueron neutralizadas, una tras otra. Lo intentaron Luis Ángel Maté (Euskaltel-Euskadi), también Antonio Tiberi (Bahrain Victorious) y, sobre todo, Wout Poels (Bahrain Victorious) , que acumuló hasta 30 segundos de renta sobre el pelotón antes de ser cazado. También se lanzó a la aventura, a falta de siete kilómetros, Romain Bardet (DSM-firmenich PostNL), pero O'Connor, Tiberi y López salieron al paso para sofocar la fuga y formar un grupo de ocho aspirantes a la victoria de etapa que se adjudicó Aurélien Paret-Peintre (Dectahlon AG2R La Mondiale). A la meta de Levico Terme llegaba el noveno y cesaba el sufrimiento para el lebrijano, que ya respiraba tranquilo y esbozaba la sonrisa de la plena felicidad tras alzar los brazos al cielo. Se llevaba la victoria con un margen de 38 segundos sobre O'Connor y de 42 sobre Tiberi, segundo y tercero de la general, respectivamente. El ataque que le dio la victoria El gran triunfo de Juanpe López en los Alpes se forjó el pasado miércoles, cuando en la tercera etapa (de 127 kilómetros, con salida y meta en la ciudad austriaca de Schwaz), el lebrijano se la jugó con ese punto de arrojo y valentía bien calculada, y tan necesaria en carreras de este tipo, para detectar y elegir el momento adecuado para lanzar un ataque casi definitivo. Aprovechando la concatenación de cuatro puertos consecutivos y sintiéndose pleno de fuerzas, primero alcanzó al italiano Giulio Pellizzari y en la última subida, al Pillberg , dio un nuevo golpe de riñón para cambiar el ritmo, liderar la carrera en solitario en la ascensión y mantener el control en la peligrosa bajada, cuyos riesgos se multiplicaron a causa de la lluvia que le dio hasta un tono de épica a su primera victoria de etapa como profesional. Un triunfo de prestigio, y con valor añadido además, ya que lo ponía al frente de la general, con 31 segundos de ventaja sobre Tobias Foss, 45 sobre O'Connor y 48 sobre Tiberi y Dardet. Con esa victoria parcial, Juanpe ya había dado un paso de gigante para cumplir el sueño de coronarse en una general como miembro del Lidl-Trek. Le tocaría sufrir al día siguiente, en la etapa reina, de 141 kilómetros entre Leifers y Borgo Valsugana con mucho desnivel acumulado. Ahí empezó su defensa del liderato. Y el lebrijano, excelente en la lectura de la carrera, resistió todos los embates y apagó todas las amenazas. Hubo numerosos ataques, a cargo de Harper, O'Connor, Poels o Tiberi, pero al acabar la etapa, que se apuntó Simon Carr, aún mantenía una ventaja más que prudencial para el último día. De 38 segundos sobre O'Connor y de 48 sobre Tiberi, Poels y Bardet. Una suculenta renta que ha sabido gestionar a la perfección este viernes para completar una victoria histórica, seguir soñando y olvidar de este modo los pesares de un 2023 en el que, por culpa de una fractura de clavícula, no pudo rendir al nivel que le hubiese gustado. Al de 2022, por ejemplo, cuando se enfundó durante diez días la maglia rosa del Giro de Italia y su nombre sonó con más fuerza que nunca . Nunca perdió la sonrisa Juanpe, pero ahora le sobran motivos para estar exultante. El sevillano es el segundo español en lograr la victoria global en el Tour de los Alpes. Antes sólo lo logró Mikel Landa, en 2016.