Mbappé y Real Madrid: qué pasa si…
Kylian Mbappé corrió a festejar frente a la porra del Paris Saint-Germain que asistió a Montjuïc, donde su equipo remontó a un Barcelona que había sido mejor hasta la desafortunada expulsión de Ronald Araújo. El martes, sin hacer un gran partido, Mbappé marcó dos goles -uno de penal y uno con la suerte de que un rebote le cayó a él- y dio el pase a Semifinales de la Champions League al cuadro galo, en la que se presume será su última temporada en el club de su ciudad natal.
Lejos, al norte de Inglaterra, un día después, el Real Madrid eliminaba al campeón vigente, Manchester City, en un partido en el que fue ampliamente dominado por un equipo de Josep Guardiola que tiró 34 veces y apenas obtuvo un gol de recompensa. En los penales, el rey de la Champions se repuso al primer cobro errado por Luka Modric, para después ver cómo Andriy Lunin detenía dos tiros y los blancos ya no volvieron a fallar.
No es difícil encontrar similitudes a estas dos historias. Kylian ganó y marcó dos goles en un partido en el que su labor ofensiva jugando desde la derecha pasó a un segundo plano en medio del plan de Luis Enrique de presionar arriba al Barça y complicarle la salida desde atrás. El Madrid jugó un partido ultradefensivo, un estilo que muchos puristas consideran indigno del club más grande del planeta, pues, entre otros factores, solo tuvo el 36 por ciento de la posesión. Al final, da igual. Ambos pasaron.
Ya Mbappé anunció su salida del PSG al final de la actual temporada. “No, no, no”, contestó “Donatello” a la pregunta sobre si una eventual Orejona con el PSG cambiaría su futuro, luego de la clasificación a Semis. Todos especulan que irá al Madrid, pero nada se puede anticipar con total seguridad luego de los ya varios amagues que ha dado para vestirse de blanco. El martes, con ese mismo color, presentó sus credenciales en Barcelona, ante el archirrival madridista. Aquí aplico una frase que se ha puesto de moda entre la prensa que aplaude al equipo presidido por Florentino Pérez: “¿guiño al Madrid?”.
Por ahora, solo queda el “qué pasa sí…”, qué pasa si españoles y franceses se miden en la Final -son favoritos en su respectivo cruce-, qué pasa si al enfrentarse, Mbappé llega a tener roces con jugadores madridistas, qué pasa si Kylian le gana la Champions al Madrid… Esto sería un factor en una decisión que, de acuerdo con una infinidad de medios españoles, franceses, italianos, ingleses, ya está tomada desde hace mucho, pero no se anunciaría hasta el momento en que uno de los dos equipos quedara fuera de la Champions. En ese escenario, una hipotética Final entre el equipo viejo y el que será el nuevo, ya estuvo un alemán, Mario Götze, quien se perdió por lesión el duelo por el título entre su Borussia Dortmund y el cuadro por el que ya había firmado: Bayern Múnich.
Götze vio el juego desde la tribuna por un desgarro en el muslo izquierdo. El morbo hacia su figura en la tribuna de Wembley -el mismo lugar donde se disputará la Final este año- acaparó las cámaras durante el juego. Finalmente, su nuevo equipo ganó la Orejona: ¿qué sentir?, ¿la derrota de tu equipo con el que no pudiste jugar una última vez o la victoria del club al que acabas de llegar como figura? Qué cosa más compleja…
Por ahora, Mbappé hizo un enorme favor al Real Madrid, pues al clasificar con el PSG a Semifinales, no solo supuso la eliminación del Barça, sino que se le escapara el tercer título posible que disputó esta temporada (Supercopa de España, Copa del Rey y Champions), y lo dejó muy tocado de cara al Clásico del domingo en LaLiga, en el Bernabéu, en la que es segundo con 8 puntos de desventaja con el Madrid, con 21 puntos en disputa; y un factor adicional: el vestidor culé quedó agitado tras las declaraciones de Ilkay Gundogan, quien culpó a Araújo de la derrota, algo que el central uruguayo contestó con un incómodo silencio. Un triunfo blanco ante los blaugrana dejará el campeonato en bandeja para los de Carlo Ancelotti; en Francia, una victoria del PSG ante el Lyon, hará lo propio para los parisinos que aventajarían 13 unidades al Brest (que ya jugó) y, al menos, 11 al Mónaco, con 15 en disputa.
El caso Mbappé tiene que acabar. Nada es eterno. Sin embargo, las buenas novelas siempre tienen un giro dramático al final.