La Casa Rosada negocia voto a voto y rompe la liga de gobernadores del PJ
Un estudioso peronista hace cuentas y recuerda que para esta misma fecha en el inicio del gobierno de Mauricio Macri el Congreso había votado alrededor de 40 leyes pedidas por el Poder Ejecutivo mientras que a Alberto Fernández le habían votado por lo menos la mitad. "Lo que no funciona es el management político" se quejan quienes acusan recibo de las etiquetas con las que Javier Milei castiga a la política tradicional y señalan que tiene 0 en su score de leyes sancionadas. Eso puede cambiar próximamente.
En Unión por la Patria insisten en que no habrá nuevas delaciones después de la del tucumano Osvaldo Jaldo. En cambio tienden puentes con dirigentes de otros espacios políticos, incluso de la UCR, para hacer caer algún artículo o imponer algún proyecto de ley en medio del debate de la Ley Bases y el paquete Fiscal: apuestan a coparticipar el impuesto al cheque, actualizar el presupuesto universitario e imponerle a Milei una nueva fórmula previsional.
Cerca del exministro de Economía Sergio Massa verían como un triunfo político que los gobernadores resistan la vuelta de la cuarta categoría de Ganancias, tributo que modificó antes de dejar la gestión y en medio de la campaña como candidato a Presidente.
"Puede haber sorpresas", advierten en la principal fuerza opositora. Sin embargo también las esperan cada vez más confiados del otro lado donde el Gobierno nacional cambió de estrategia y conversa uno a uno con los gobernadores. El escenario ya no son los despachos del Congreso.
¿Nuevos aliados de Milei?
A mitad de semana dos mandatarios provinciales visitaron al ministro del Interior, Guillermo Francos, pero evitaron la foto. Uno fue el catamarqueño Raúl Jalil, que siempre estuvo dispuesto al diálogo pero que recién ahora analiza la posibilidad de dar un salto como su par tucumano. No lo considera una traición sino una colaboración necesaria en el marco de los problemas de los argentinos.
El diálogo se volvió más fluido desde que la Rosada dejó de convocar a todos los gobernadores juntos. Con los de Juntos por el Cambio si negocian en simultáneo porque no necesitan dividirlos.
Jalil está convencido de que el país "está fundido" y de que "es momento de ayudar". Así se lo comentó a otros dirigentes del justicialismo y también a Francos sin pedir nada a cambio. "Después veremos" comentó en algún evento social de los más concurridos y como uno de los pocos peronistas que acepta invitaciones de organizaciones y embajadas donde se encuentra distendidamente con funcionarios del oficialismo.
No hay que olvidar que días atrás recibió también a la vicepresidenta Victoria Villarruel y que en la Catedral catamarqueña se bendijo una imagen de la Virgen del Valle de Catamarca en la que se bordó la imagen de Javier Milei junto al Papa Francisco.
Como el resto de los gobernadores del Norte, el catamarqueño no vería mal recuperar el impuesto a las Ganancias que se recortó, por ley, sobre el fin de la gestión anterior y que significó una quita considerable para las provincias. Como el Sur tiene haberes más altos y por lo tanto mayor número de contribuyentes, los gobernadores patagónicos resisten a pagar ese costo político.
Negociaciones más al norte
El otro visitante de Casa Rosada que evitó los flashes fue Gustavo Sáenz. El gobernador de Salta, primo hermano político del peronismo, lanzó su enojo en las redes sociales, con apoyo del misionero Frente Renovador de la Concordia. Su principal queja apuntó al impacto que tendrá uno de los artículos a tratar sobre la producción del tabaco que beneficia a un productor en particular.
Un día después, el miércoles, Sáenz recibió en su despacho al "Jefe" Karina Milei y al presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem que salvo cuando acompaña a la secretaria General de la Presidencia suele quedar un poco al margen de las negociaciones de la alta política.
El equipo que conforman el jefe de gabinete Nicolás Posse y Guillermo Francos, más sus secretarios de Estado, lidera las conversaciones. El que viaja es el ministro el Interior que el martes recibió por la mañana al ‘rebelde' santacruceño Claudio Vidal; después del mediodía voló en una nave de la Policía Federal a Santa Fe para recibir los elogios y algunos pedidos de Martín Llaryora (Córdoba); Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y terminó a la tardecita en Santiago del Estero.
El reunionismo y los halagos volvieron muy positivo al ministro Francos que cuenta a favor los votos de los gobernadores de la UCR y el PRO, más Tucumán en Diputados (no en el Senado donde ocupa una banca Juan Manzur). Ahora también, si solucionan algunos detalles, los de Salta y Catamarca.
El único sabor amargo que le quedó, aunque crea que tiene chances de darlo vuelta, es con el santiagueño Gerardo Zamora. Si bien no es kirchnerista el gobernador con raíces radicales asegura que no acompañará la Ley Bases. Insisten en su entorno que así lo transmitió al ministro y a varios dirigentes nacionales como Sergio Massa a quien visitó esta semana en las oficinas de avenida del Libertador.
Por ahora aparecen en el listado de los que no claudican el formoseño Gildo Insfrán; el riojano Ricardo Quintela; el pampeano Sergio Ziliotto y el bonaerense Axel Kicillof. De todos modos Unión por la Patria es el bloque más numeroso en Diputados está integrado también por legisladores de las provincias donde hay gobernadores dialoguistas de la UCR y el PRO.