Baja fuerte la inflación y el consumo ¿también caerá el empleo?
La pregunta recurrente de los empresarios es cuándo comienza a recuperarse la economía argentina. Las respuestas, en su gran mayoría, son producto de una suerte de mecanismo de defensa. Los hombres de negocios prefieren tener fe de que tal crecimiento empezará pronto, aunque primero la economía tiene que pasar por otro proceso de contracción.
Si bien el escenario de menor inflación se refleja en los datos que va brindando mes a mes el Indec, lo cierto es que gran parte de la baja está atada a una contracción brusca de la economía que se ve reflejada en la menor producción y el menor consumo.
El menor poder adquisitivo producto de la alta inflación se ve reflejado en el último informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), donde se muestra el desplome interanual de 18,5% del consumo de carne vacuna, uno de los peores recursos históricos de los últimos 30 años y uno de los indicadores que más se mira para medir la compra de alimentos de los argentinos.
Según el relevamiento, el consumo por habitante de marzo pasado se ubicó en el equivalente a 42,6 kilos por año. El promedio de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna se sitúa en 50 kg por habitante por año en el tercer mes del año, mostrando una disminución del 4,2% respecto al promedio de un año atrás.
Otro dato es la última medición del Instituto de Estadística de los trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para Concertación y el Desarrollo (CCD), "la inflación de los trabajadores se ubicó en el 10,4% en marzo, desacelerándose en 5,4 puntos respecto a los valores de febrero. Con este registro, la inflación interanual alcanzó el 303,2% en los últimos 12 meses y un 56.8% en el primer trimestre de año".
Es decir, la inflación empezó a bajar pero de todas maneras el consumo cae porque el poder adquisitivo es menor.
A este panorama hay que agregarle otros condimentos. En primer lugar, en el mes de mayo el poder adquisitivo debería empeorar ya que a la inflación de abril se le sumarán los aumentos tarifarios que caerán con fuerza en mayo. Pero hay más: si el consumo se sostiene en baja, el nivel de empleo puede caer durante los próximos meses.
A la hora de mirar el vaso medio lleno, hay que marcar que en el medio de la compleja situación social el Gobierno recibirá un par de buenas noticias: la inflación seguirá bajando y al mismo tiempo recibirá los dólares de la cosecha.