El Estado Mayor de la Defensa retira amianto de la base de Retamares
- Dos edificios de la base de Retamares
- Cubierta de fibrocemento
- Mediciones de presencia de amianto
- Inspección en 2022
- Confirmado: se detectó amianto
Los trabajos en el ámbito del Ministerio de Defensa para eliminar de bases y acuartelamientos amianto, un material que puede causar diferentes tipos de cáncer y otras enfermedades, llega a la base de Retamares (Pozuelo de Alarcón, Madrid), donde se concentran órganos del Estado Mayor de la Defensa tan importantes como el Mando de Operaciones (MOPS), el Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE) y el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS).
La Jefatura de Asuntos Económicos del Estado Mayor de la Defensa ha abierto una licitación pública para buscar una empresa que se encargue de los trabajos de “Sustitución de cubiertas edificio 16 y 32 Base de Retamares”.
El presupuesto base de licitación asciende a 165.062,88 euros.
Dos edificios de la base de Retamares
En los documentos de la licitación se explica que el objetivo de estas obras es “preservar respecto de los agentes que supongan un deterioro para el edificio mediante mejoras en la superficie exterior”.
También se justifican la necesidad de los trabajos, en que se debe sustituir “el material de terminación de las cubiertas en los edificios 16 y 32 de la Base de Retamares debido a la antigüedad de este y a la posibilidad de que contenga amianto en su composición”.
Los edificios sobre los que se va a trabajar están ubicados en distintos puntos de la base. Algunas fuentes sugieren que se trata de viejas construcciones de la unidad de servicios de Retamares.
El edificio 16 se encuentra ubicado frente al edificio principal del Mando de Operaciones -que dirige las operaciones de las Fuerzas Armadas, en el exterior y en territorio nacional-, y el edificio 23 está cerca de la entrada a la base, y junto a la moderna sede del Mando Conjunto del Ciberespacio.
Cubierta de fibrocemento
La estructura del edificio 16 es de hormigón armado, y está construido en “fábrica de ladrillo enfoscada, carpintería de aluminio con vidrios tipo climalit 4/6/4 y cubierta de fibrocemento con aislamiento térmico apoyada sobre formación de pendientes en los faldones”.
Esa cubierta de fibrocemento, como en otras muchas construcciones con décadas de antigüedad, también en otras bases militares, es la que contiene amianto, el material contaminante. La exposición prolongada al amianto puede provocar cáncer, y el Ministerio de Defensa así lo ha reconocido a algunos militares.
El edificio 32 está construido con muros de ladrillo macizo y estructura metálica de cubierta, carpintería de aluminio con vidrios tipo climalit 4/6/4 y cubierta de fibrocemento apoyada sobre estructura metálica.
Mediciones de presencia de amianto
Se prevé que las obras duren 11 semanas, si trabajan en ellas cuatro operarios.
Los trabajos consisten en la “demolición de elementos de cobertura a base de placas de fibrocemento con posibilidad de que contengan amianto”.
Esa demolición implica primero la “humectación de las placas con una solución acuosa” y posteriormente el desmontaje del elemento.
Se desmontarán “los elementos superiores de cubierta y la cobertura de faldones de placas de fibrocemento con posibilidad de que contengan amianto”, y también los elementos de fijación, los remates, los canalones y las bajantes.
Se requiere que la retirada la realice una empresa cualificada e inscrita en el Registro de Empresas con Riesgo al Amianto, de acuerdo con la normativa que regula la eliminación de este material potencialmente peligroso para la salud.
Las placas de fibrocemento no se pueden eliminar sin un procedimiento regulado: serán plastificadas, etiquetadas y paletizadas en un zona delimitada y protegida.
El contrato abarca además la realización de nuevas mediciones de presencia de amianto, tanto ambientales (para detectar fibras de amianto en suspensión, en el aire), como personales, en el personal militar y civil que pueda haber pasado tiempo en esos edificios de la base de Retamares.
Inspección en 2022
Estos trabajos de retirada de fibrocemento en la base militar de Retamares parecen estar basados en un estudio que elaboraron en 2022 dos técnicos superiores en prevención de riesgos laborales: un hidrogeólogo ambiental y un ambientólogo.
Estos técnicos redactaron un informe sobre la toma de muestras de fibrocemento, análisis de muestras y análisis de riesgos en la base militar de Retamares, en Pozuelo de Alarcón.
En ese informe se explica que el Estado Mayor de la Defensa encargó una primera inspección “para corroborar que las cubiertas de los edificios 16 y 32 presentan fibrocemento con amianto, con objeto de detectar posibles materiales que necesitarían acogerse -en caso de contener amianto- a un procedimiento específico, caso de que tuvieran que ser manipulados”.
Hay que señalar que la normativa exige retirar los elementos con amianto, pero además se requiere hacerlo de forma que no se fragmenten esos elementos, porque lo más perjudicial para la salud es que los materiales que contienen amianto (como el fibrocemento) se fragmenten o se deterioren, de forma que liberen fibras al aire, y estas lleguen a ser aspiradas por personas. Eso dispara el peligro de sufrir cáncer de pulmón.
La inspección en los dos edificios consistió en una comprobación in situ por los técnicos en prevención en riesgos laborales. Revisaron los accesos de los edificios, comprobaron el estado de las cubiertas y tomaron un fragmento de cada una de ellas.
Confirmado: se detectó amianto
Laboratorios Himalaya, un laboratorio especializado de Málaga, analizó las muestras de los techados de ambos edificios: “Tras realizar y evaluar el análisis efectuado a las muestras podemos concluir con: Presencia de material de amianto (crisotilo) en todas las muestras”.
Los dos técnicos que realizaron la inspección en Retamares confirmaron en las conclusiones de su informe la “detección de materiales con presencia de amianto (crisotilo) del fibrocemento de cubierta”.
La buena noticia es que “los materiales con presencia de amianto no se encuentran fragmentados, lo que disminuye el riesgo de exposición”.
En el informe se indica que “la valoración del riesgo para el estado actual del fibrocemento corresponde a un riesgo comprendido entre muy bajo y alto”.
Y se añade que “para determinar si existe un riesgo mayor (desprendimiento de fibras de amianto) se hace necesario actuar sobre estos materiales para asegurar que existe o no exposición al amianto, mediante la toma de muestras de superficie a través de pegatina, y establecer la friabilidad”.
Los técnicos recomendaron realizar un estudio de friabilidad en esos edificios de la base de Retamares, “para determinar si hay fibras existentes en liberación sobre la superficie de fibrocemento y, de este modo, valorar correctamente el riesgo”.
Pinche aquí para consultar el informe íntegro.