Explosión de alergias alimentarias: ya la sufren dos millones de españoles
- Causas: productos ultraprocesados, cesáreas y enfermedades infecciosas
- La vacuna contra la alergia al cacahuete cada vez más cerca
Las alergias alimentarias afectan ya a dos millones de españoles. Se trata de una enfermedad emergente que, en la última década, ha aumentado "de manera extraordinaria", asegura el doctor Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica. Los productos que generan más intolerancia, sobre todo en niños, son: leche, huevos, frutos secos, frutas y pescados.
Las alergias alimentarias se producen por una reacción adversa del sistema inmune a un determinado alimento cuando la persona sensible al mismo entra en contacto con él o con otro producto que lo contenga, generalmente al ingerirlo aunque, en algunos consumidores, también al tocarlo u olerlo.
Cuando las alergias alimentarias persisten en los adolescentes y adultos, las reacciones tienden a ser más graves. En los adultos, pueden causar sarpullidos en la boca, urticaria, eccema, hinchazón (angioedema) y, en algunos casos, goteo nasal y asma.
Los pacientes pediátricos son los más vulnerables, debido a la inmadurez de los sistemas respiratorio e inmunológico. El porcentaje de niños alérgicos a alimentos aumenta un 2% cada año, según los datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). La enfermedad puede favorecer la aparición de otras más graves como dermatitis atómica, rinitis, conjuntivitis o asma.
"Es realmente extraordinario", valora el doctor Zapata. "Antes, las alergias alimentarias se reducían a la leche y el huevo, pero ahora ha habido una explosión de casos de sensibilidades por todo tipo de alimentos", relata.
Causas: productos ultraprocesados, cesáreas y enfermedades infecciosas
Uno de los factores que explica este incremento es la contaminación, que altera la calidad y composición de los alimentos –como ocurre con los pesticidas–, aumentando así el riesgo de sensibilización alérgica.
El aumento de los nacimientos por cesárea es otra de las causas: "Empeora la microbiota del intestino de esos niños, por tanto son más proclives a padecer enfermedades alérgicas". El bebé no entra en contacto con bacterias de la vagina de la madre. No se produce, por tanto, una exposición microbiana temprana que favorezca el sistema inmunitario del recién nacido.
El descenso de enfermedades infecciosas también ha influido en el auge de las alergias. "A principios de siglo XX los niños tenían mucha polio, virus, neumonías, colitis... Nuestro sistema inmunológico estaba ocupado en intentar luchar contra esos patógenos", sostiene el doctor Zapata.
Como en los últimos años han disminuido las enfermedades infecciosas porque se han creado antibióticos más potentes, nuestro sistema inmunológico ha dejado de "estar pendiente de ellas" y ha pasado a "ver enemigos" en los alérgenos (sustancias inofensivas que puede inducir una reacción de hipersensibilidad), por lo que responde de manera inadecuada, con estornudos, ojos llorosos y pruriginosos, secreción nasal, picor en la piel y erupción cutánea.
Por otro lado, la doctora Guadalupe Blay, responsable del Grupo de Trabajo de Endocrinología y Nutrición de la SEMG explica que "la tendencia actual de comer menos verduras, frutas y legumbres, y más alimentos procesados, ricos en grasas y azúcares refinados, ha modificado la flora bacteriana, alterando el sistema inmunitario y las defensas, lo que ha influido en la reacción del organismo ante los agentes alérgenos, debido al desequilibrio interno que sufre".
"No ayuda tampoco el uso frecuente de colorantes, antioxidantes, conservantes, potenciadores del sabor, emulgentes endulzantes, espesantes y agentes aromáticos", subraya Blay.
La vacuna contra la alergia al cacahuete cada vez más cerca
En España, unas 220.000 personas sufren alergia al cacahuete, según los datos de que dispone la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Es considerada por los especialistas una de las más mortales. No todos los pacientes tienen a su disposición medicamentos que la combata, por lo que su única opción es evitar su consumo.
La Clínica Universidad de Navarra y el Hospital Universitario de Navarra están desarrollando un ensayo clínico de la primera inmunoterapia dirigida a tratar la alergia al cacahuete –considerada la primera causa de muerte por anafilaxia en pacientes adolescentes–, y los resultados son prometedores en cuanto a su tolerancia y seguridad.
"Con la vacuna es posible lograr una desensibilización, esto significa que el paciente podría curarse", celebra el doctor Zapata.
Ya existe una vacuna contra la alergia a la proteína LTP, que se localiza en distintos alimentos de origen vegetal (frutas, frutos secos, cereales, verduras y hortalizas).
Gracias a la inmunoterapia se puede modificar la historia natural del proceso alérgico y que el paciente se vuelva tolerante a un alergeno específico que se administrará en dosis mínimas tolerables de forma repetida y prolongada para lograrlo.
Desde hace ya más de 10 años está comercializada una vacuna específica frente a la LTP presente en la piel de melocotón. Distintos estudios han demostrado que esta vacuna no sólo es efectiva en la alergia a las frutas Prunoideas (familia del melocotón) sino también para otros alimentos como frutos secos y otras frutas y verduras ricas en LTPs.