Israel calibra su venganza contra Irán: "será en el momento adecuado"
Irán lanzó el sábado por la tarde un total de 350 drones y misiles contra Israel. De ellos, 185 eran drones suicidas, 110 misiles balísticos y más de 30 misiles de crucero, según datos del Ejército israelí, y un 99 por cien de ellos fueron interceptados, según la misma fuente.
La crisis terminó en las primeras horas de la madrugada el domingo con daños mínimos atribuidos a las capacidades operativas de la Fuerza Aérea de Israel en cooperación con Estados Unidos y otros países amigos en Oriente Medio y Europa, que la consigna en Israel es no mencionar demasiado para evitar perjudicarles. La enorme mayoría de los objetos voladores fueron interceptados fuera de las fronteras de Israel.
La tarde del sábado estaba demasiado tranquila y los rumores de que “el ataque iraní está en camino” empezaron a correr al atardecer. Si bien el Ejército anunció que no cambiaban las normas de seguridad, la gente volvió a poner en orden sus refugios y a comprar agua, latas, linternas y generadores. A las 23:00 el portavoz del Ejército ya sí que anunció que cambiaban las normas y que no habría actividades escolares al día siguiente y según la zona variaba el número de personas que podrían reunirse dentro y fuera de casa.
Era la primera vez en la historia de Israel que Irán lanzaba un ataque directo contra suelo israelí, y esto pasaba después del asesinato de un alto general de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI) en un ataque aéreo en Damasco atribuido a Israel el 1 de abril.
Hasta entonces, Israel había actuado bastante impunemente contra altos cargos iraníes, pero, al parecer, según comentaristas locales, “este iraní colmó el vaso”.
Por parte de Israel, el hecho de que Irán arme a sus aliados del “eje de la Resistencia” y, así, los hutíes aterroricen libremente en el Mar Rojo y sur de Israel, Hizbulá haga lo propio en el norte, además del apoyo que Irán brinda a Hamás en Gaza, significa que tiene que tomar el asunto en sus manos.
Eso explicaría el ataque contra Hasan Mahdavi, comandante de la Fuerza Quds y su personal. Pero, según todo apunta, Israel no esperaba una respuesta iraní tan efectista.
Sin embargo, el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, lo dijo públicamente tres veces: que Israel sería castigado. Los iraníes enfatizaron el motivo, que el ataque fue en un edificio al lado de su embajada en Damasco, que según ellos servía como su consulado, lo que significa que el ataque era a su territorio soberano.
Así, el ataque anunciado estuvo pendiente de llegar parte del jueves, todo el viernes y casi todo el sábado. Y, finalmente llegó. Y los israelíes al día siguiente se congratulan de que no fuera para tanto. Pero la pregunta para la que todavía no hay respuesta es si Israel responderá y cómo.
El teniente coronel en la reserva Guideon Harari es de la opinión de que Israel no necesariamente tiene que responder. “El ataque fue un desastre para los iraníes, vergonzoso. Y yo no creo que tenemos que responder”. Harari recuerda que lo importante ahora, en este infrecuente momento de apoyo internacional que disfruta Israel, es saber que “EEUU, Francia, Gran Bretaña están con nosotros y es urgente negociar un acuerdo con los saudíes que nos perciben como fuertes ahora”.
Por ahora, efectivamente, parece que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha cancelado los planes de respuesta inmediata a Irán tras hablar con el presidente de EEUU, Joe Biden, según informan medios israelíes.
El secreto del éxito
Después del 7-O, cuando se entendió que Hamás probablemente aspiraba arrastrar a sus aliados contra Israel, empezando por Hizbulá y siguiendo por Irán, comenzaron los preparativos para una defensa conjunta.
La Administración Biden, en estrecha colaboración con Israel, impulsó un plan para un paraguas de defensa regional contra drones y misiles con la cooperación de países europeos y varios estados suníes de la región. El sistema se llama Alianza de Defensa Aérea del Medio Oriente (MEAD, por sus siglas en inglés).
El sistema se basa en una red de sensores desplegados en diferentes países.
Israel se iba a defender con su sistema de detección de vehículos aéreos no tripulados entrantes y sus sistemas de defensa multicapa. La que entró en juego ayer fue la defensa Arrow, diseñados para interceptar misiles balísticos.
Los demás socios aportaron inicialmente radares desplegados cerca de la frontera con Irán. A lo largo de la guerra en curso con Hamás, la alianza ha funcionado en algunas ocasiones, pero el mayor despliegue fue en la madrugada del domingo.
Algunos misiles balísticos cayeron en zonas abiertas, principalmente en el desierto del Néguev, en el sur de Israel, donde una niña beduina de 7 años sufrió heridas graves. También se reportaron algunos daños a una base de la fuerza aérea en el sur.
La mayor parte de los lanzamientos fueron interceptadas en los cielos de Jordania e Irak (donde la mayoría de las operaciones fueron realizadas por Estados Unidos).
Según dijeron fuentes del Ejército, la intención iraní, tal como se evaluó antes del ataque, era hacer una demostración de fuerza con un ataque a objetivos militares. Un análisis de las zonas en las que se emitieron las advertencias, según el analista de Haaretz Amos Harel, sugiere que el objetivo podría haber sido la base aérea de Nevatim, en el sur de Israel, donde están estacionados los avanzados aviones de combate F-35, “que son la joya de la corona de la ayuda estadounidense a Israel. Irán fracasó por completo”, dice el analista.
La respuesta
En las últimas horas se va perfilando que la respuesta oficial israelí es la que señalaba Harari, congratularse de la defensa nacional y aliada y aspirar a fortalecer los vínculos regionales.
Así lo declare también el ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz.
“Irán es un problema global, es un desafío regional y también es un peligro para Israel, y ayer, el mundo claramente apoyó a Israel frente al peligro. Israel contra Irán, el mundo contra Irán: este es el resultado. Este es un logro estratégico que debemos aprovechar para la seguridad de Israel”, afirmó.
“Este evento no ha terminado: la alianza estratégica y el sistema de cooperación regional que hemos construido y superado su importante prueba deben fortalecerse precisamente ahora”, concluyó.