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Апрель
2024

Explorando las maravillas secretas de Las Alpujarras: un viaje escénico por los paisajes montañosos de Granada y Almería

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Abc.es 
Si se habla de Las Alpujarras, en plural, es porque ese territorio abarca dos provincias: la de Granada y la de Almería . Comparten un espacio natural único y de extraordinaria belleza, pero también hay diferencias entre ellas. A la pregunta de cuál es más bonita, la única respuesta posible es que eso es cuestión de gustos. Pero a lo mejor un recorrido conjunto puede ayudar a decidirse por una u otra… o por las dos. Por lo pronto, no hay una sola ruta para recorrerlas, ni tampoco un único punto de partida. Es igual de válido partir desde la capital granadina que desde la almeriense, como también iniciar el viaje en Adra o en Motril . El caso es ir. Dentro de ese espacio hay una red de carreteras –y también de senderos, si se quiere recorrer en bici o hasta andando- que tienen en común que discurren por parajes, si no agrestes, por lo menos no muy trillados. Dicho de otra forma: hay curvas en abundancia , así que el viajero tendrá que acostumbrarse a pensar que su coche no tiene quinta marcha, porque poco o nada la va a utilizar. Otro consejo, relacionado con el anterior: nada de prisas. Es un sitio para disfrutar con calma , para recrearse en unos paisajes de ensueño con vegetación exuberante, árboles frutales que salen a tu paso, barrancos impresionantes que a la vez invitan a acercarse y dan vértigo, o pueblos que aparecen colgados de la montaña en lugares casi inverosímiles. Puerta de entrada Si el punto de partida es Granada, la puerta de entrada es Lanjarón , famosa por su agua y por sus balnearios. Después se llega a Órgiva , con su llamativa iglesia de Nuestra Señora de la Expectación, y desde ahí se empieza a subir hasta el Valle del Poqueira pasando por núcleos pintorescos como Carataunas o Soportújar . El valle es uno de los sitios más bonitos de la Alpujarra de Granada. Sus tres pueblos – Pampaneira, Bubión y Capileira , dichos en orden ascendente- conservan la esencia y la tradición de tiempos añejos y allí todavía es posible ver los telares tradicionales donde se hacían y se hacen unas alfombras de vistosos colores llamadas jarapas. Siguiendo la misma carretera se pasa por La Tahá de Pitres y, si hay tiempo, es casi obligatorio bajar hasta Mecina Fondales, Atalbéitar y otros pequeñísimos núcleos donde apenas vive gente pero que son los que más recuerdan a lo que debió ser la zona hace dos siglos. Hay que advertir que de esa carretera parten otras que llevan a un montón de pueblos interesantes, así que si la intención es visitarlos todos, se va a invertir mucho tiempo. Lugares como Cástaras o Notáez quedan al libre albedrío del visitante, que si opta por la ruta más frecuentada pasará por pueblos como Pórtugos , con su fuente agria de agua ferruginosa y, dicen, muy beneficiosa, por Busquístar y por Bérchules , donde las uvas de Nochevieja se comen en agosto . Y por supuesto por Trevélez , el pueblo más alto de Andalucía, a casi 1.700 metros de altitud, que por su clima seco y frío es el lugar idóneo para que se sequen miles de jamones que llegan allí desde toda España. Laroles marca la frontera entre la Alpujarra de Granada y la de Almería g. ortega Más allá están Mecina Bombarón, Válor, Yegén –el pueblo donde vivió el hispanista Gerald Brenan , autor de 'Al sur de Granada' y finalmente a Laroles , una encrucijada porque significa el límite con la provincia de Granada. Llegados a ese punto, el viajero puede encarar el Puerto de la Ragua y bajar hasta la comarca de Guadix para seguir rumbo a Almería por autovía, o proseguir hasta ese último destino pero dentro de la Alpujarra, que en esa provincia tienen 22 pueblos. Por ejemplo tirando por una carretera en la que hay que andarse con cuidado y que conduce hasta Bayárcal . El paisaje merece mucho la pena y el pueblo también. Una de las preciosas fuentes ornamentales de Laujar de Andarax abc Igual sucede con Laujar de Andarax , donde se hacen unos vinos cada vez mejores y que, además de por su arquitectura tradicional, destaca por sus 16 preciosas fuentes ornamentales y por las vistas a Sierra Nevada. Porque sí, por allí también nieva a veces. Y por dar un apunte histórico, en su alcazaba aseguran que residió el rey Boabdil después de entregar la Alhambra . Fondón ofrece la posibilidad de ver casas señoriales edificadas entre los siglos XVI y XIX y, para no variar, unos paisajes de ensueño. Después, si se quiere ir a Ohanes , hay que desviarse pero el pueblo merece una visita. La alternativa es continuar por Alhama de Almería y desde ahí encajarse en Gádor , donde el paisaje ya es más desértico. Lógico, porque Tabernas y sus antiguos poblados del Salvaje Oeste cinematográfico no están muy lejos. Pero esa es otra historia…