Vente a razones
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Todo el mundo lleva una Feria grabada en la luna de su corazón. Da igual las veces que pasen los limpiaparabrisas del tiempo, se recuerda. Uno sabe dónde fue, en la caseta de quién, qué sevillana sonaba. Porque sí, también todo el mundo lleva una sevillana incrustada en la memoria, en la guantera del pecho. Una especie de balcón de la calle Asunción engalanado con una bandera, con frases nuestras, oraciones a la alegría. Somos el botón de una chaqueta enredado en el mantoncillo de esta ciudad que se propuso salirse de los bordes de la mesura, que mordió, e incluso exprimió, la uva prohibida y ascendió a un cielo de farolillos, estrellas mortales que se mojan, que se caen,... Ver Más