ru24.pro
World News in Spanish
Апрель
2024

Atlético de Madrid - Borussia Dortmund. El Atlético deja respirar al Dortmund

0

El Atlético se ha agarrado a la Liga de Campeones con la fe del que no tiene otra salida en la vida. Con la Copa ya entregada al Athletic y la Liga camino de las manos del vecino, el equipo de Simeone se hace fuerte en Europa buscando el cariño de una competición que nunca le ha tratado demasiado bien. Pero se acerca a ella con la fe de las primeras veces, del que olvida que ha sido rechazado en muchas ocasiones anteriores.

Y, contra la intensidad, propone más intensidad. Destacaba Simeone esa cualidad del Dortmund antes del partido, pero el ambiente del Metropolitano pareció desinflar al equipo alemán y dar vida al Atlético, que a los cinco minutos ya mandaba con un gol de De Paul. Los nervios de la defensa alemana dieron al Atlético la oportunidad de ponerse por delante y ver un horizonte más agradable del que se imaginaba hace unas semanas, cuando regresó de Milán con una derrota en la ida de los octavos de final.

Pero a veces le aparece el miedo. El rival empuja y el Atlético se echa atrás. Por el impulso del contrario y por su propia inercia, que suelen confirmar los cambios de su entrenador. Morata se va al banquillo y entra Barrios. Más control para el centro del campo y más campo para que corra Llorente, pero ninguna referencia arriba que pueda contener la pelota para dar aire al equipo.

El Dortmund hizo suyo el partido en la segunda mitad desde que los jugadores volvieron a pisar el césped. Aunque en realidad fue desde que lo hizo Brandt. El mediapunta puso dos balones al área en la primera jugada del segundo tiempo que advirtieron al Atlético de lo que le esperaba en la segunda parte: un encierro del que sólo conseguía escaparse a veces por velocidad.

El gol tardó en llegar, pero apareció pegado a los pies de Haller. El delantero marfileño había sustituido a Fullkrug poco antes y enganchó una pelota suelta en el área como si nada. Con la tranquilidad del que regresó a casa convertido en héroe después de dar a su país la Copa de África.

Lino, que había hecho que todo pareciera más bonito con el segundo gol, no acertó más con la portería. Otra vez la defensa alemana parecía insegura y un toque de Griezmann bastó para entregar al brasileño la pelota y el tiempo necesario para colocarla en la esquina adonde no podía llegar Kobel.

El portero del Borussia demostró sus reflejos en una parada a Lino en la segunda mitad. El futbolista del Atlético esperaba la pelota solo para empujarla a gol, pero el guardameta voló de palo a palo para salvar el tercero.

Lino desperdició también una pelota que Llorente le puso en la cabeza desde la línea de fondo. Quiso cruzarla tanto para coger a Kobel a contrapié que se le marchó pegado al poste contrario.

Para entonces el Atlético ya hacía había perdido la intensidad que había derrochado en el primer tiempo. Y el Borussia había olvidado ya los nervios.

Al Atlético le quedaban las salidas a la carrera. Y ahí estuvo Riquelme, pero remató a las manos del portero. El canterano había entrado ya en el minuto 90 en un triple cambio de esos que hace el Cholo y que resultan normales para él. No les quedaba mucho tiempo a Saúl, a Savic y a él para cambiar las cosas, pero podían haberlo hecho. Cinco minutos a veces son suficientes.

Bynoe-Gittens mandó una pelota a la parte superior del larguero y Brandt, ya en el tiempo añadido, remató de cabeza a la escuadra. Fue la última jugada del partido, la que permitía al Atlético seguir agarrado a una competición que no le quiere mucho. La que permitió que el equipo rojiblanco rompiera la racha de los alemanes, que llevaban cuatro meses sin perder fuera de casa.

Sólo el PSG les había derrotado hasta ahora en la competición, pero el resultado está lejos de la tranquilidad que necesita el Atlético para sobrevivir fuera de su estadio. El Muro amarillo sólo mandó una pequeña delegación al Metropolitano. Suficiente para hacerse notar durante algunos momentos del partido. Suficiente para empujar a su equipo, que pareció desmoronarse en la primera mitad y que salió vivo del estadio rojiblanco.