Los dos gestos de De Paul antes y después de marcar al Dortmund
Por esas cosas que tiene el fútbol, es posible que el Dortmund, el derrotado, se fuese con mejores sensaciones que el Atlético, que ganó y encontró lo que quería, llevarse un buen resultado para la vuelta. El problema fue la forma, porque empezó arrollador y acabó sufriendo y pensando en las ocasiones falladas. En el arranque intensísimo, con el Metropolitano apretando, el protagonista fue De Paul, que pasó de villano a héroe. En el único partido perdido esta temporada en casa, la goleada del Barcelona, el argentino perdió una pelota infantil que acabó en el gol de Lewandowski y en el 0-2 que ponía imposibles las cosas al Atlético. No hizo casi nada bien De Paul ese día y las críticas fueron duras. Este miércoles fue todo lo contrario. Él aprovechó el error del Dortmund casi nada más empezar, robó el balón y lo puso perfecto cerca de uno de los palos. Se fue a abrazar a Simeone, por la confianza que le tiene el técnico, y antes del pitido inicial se había abrazado igual de fuerte con Griezmann, como dándose fuerzas para lo que venía.
"Ganar ante un gran equipo con tanta intensidad es siempre positivo. No pensamos en ningún momento que la eliminatoria estuviera terminada, queríamos ir con un resultado positivo a la vuelta y lo conseguimos. Va a ser un lindo partido en Alemania", decía De Paul en Movistar. "Teníamos claro que había que salir con intensidad, la gente nos da un plus en estas noches, que son increíbles y nunca se sabe si se vuelven a repetir en este estadio. Luego, cuando vas 2-0, es normal que el otro equipo te vaya a buscar, nosotros lo hicimos contra el Inter. Y ellos lo hicieron también. Creo que también tuvimos nuestras ocasiones, pero hay que ver la parte positiva porque si no nunca se disfruta", continuaba el primer goleador de la noche.
Griezmann no marcó, pero asistió a Lino en el segundo gol y se llevó el MVP por cómo mejora el juego del Atlético. Acabó con el tobillo derecho ensangrentado e hinchado, pero tranquilizando a todo el mundo. Como todos los rojiblancos, lamentaba esos minutos finales. «Es una pena el gol encajado y la sensación de estar todos atrás defendiendo, pero hemos ganado, que es lo importante», explicaba el francés, que no creía que hubieran dominado tanto. «En la segunda parte sufrimos, pero es normal», aseguraba convencido de que el Dortmund tiene cosas que decir en su estadio en la vuelta.