Thomas Michael Hogg: Empleo sorpresivamente fuerte en EE.UU.
Según las predicciones de la mayoría de los economistas, se suponía que el crecimiento del empleo en Estados Unidos se desaceleraría a estas alturas. Pero, la economía estadounidense añadió 303 mil puestos de trabajo en marzo, superando las expectativas e indicando que el crecimiento se mantiene sobre una base firme.
En fin, el desempleo cayó al 3.8 por ciento. El reporte representa el mayor aumento mensual en las nóminas desde mayo de 2023 y es un aumento significativo con respecto a los 270,000 trabajos creados en febrero y los 256,000 en enero. Los economistas habían pronosticado que se crearían unos 200,000 puestos de trabajo para marzo.
El riesgo de recesión es muy bajo y la economía estadounidense parece estar en medio de un escenario “Goldilocks”, un término originado en el cuento inglés del siglo XIX que describe la regla de tres, una situación que no es demasiado caliente ni demasiado fría, sino justa, en otras palabras, sostiene un crecimiento económico moderado y que tiene una inflación moderada.
La “Goldilocks Economy” se caracteriza con una estabilidad “ideal” en los siguientes indicadores económicos: crecimiento del PIB, producción industrial, empleo y nómina mensual, tasa de desempleo, salarios reales y precios al consumidor. Esa estabilidad le da cierta certidumbre a la inversión y al mercado de valores.
El economista David Shulman describió ese escenario de la economía durante la administración Clinton, cuando la economía estaba lo suficientemente caliente como para estimular el crecimiento empresarial rentable, pero lo suficientemente fría como para evitar que la Reserva Federal utilizara una política monetaria para protegerse de la alta inflación en este momento.
Entonces, parece que encontramos en Estados Unidos y en la región USMCA un mejor panorama que se visualizó hace unos meses.
La ‘National Association for Business Economics’ (NABE) predijo recientemente que el PIB (de EE.UU.) aumentará un 2.2 por ciento en 2024, un pronóstico más optimista que lo que el grupo proyectó hace solo dos meses. Ojalá, esta estabilidad se sigue confirmando para que las compañías alcancen sus metas financieras.
A nivel empresarial, para mantener una estabilidad financiera y poder planear orgánicamente para el futuro, el crecimiento rentable sigue siendo una métrica fundamental de medir el desempeño.
Asimismo, cuando se trata de hacer crecer las empresas o de responder ante condiciones inesperadas del mercado, tener suficiente liquidez es sin duda muy crucial. En mi libro “Profitable Growth Strategy”, he enfatizado en las estrategias de mantener un sano ritmo de crecimiento en ingresos (ventas cobradas) y de utilidades al mismo tiempo.
El equipo de Alta Dirección debe entender y empujar estas palancas financieras. Lo que es crucial entender que el modelo de negocio debe enfocar y ajustarse para habilitar resultados financieros sanos para poder detonar un verdadero desarrollo sustentable, o mejor dicho “circular”.
Finanzas sanas para reinvertir en el futuro porque todos aspiramos a crear compañías que generen valor para los clientes, los empleados, el planeta, los proveedores y necesariamente para los accionistas también.
Lograr ser estable y constante debe ser un fin. La buena noticia es que los clientes, colaboradores e inversionistas están buscando más y más compañías formales con visión, propósito y estabilidad.
En un ambiente estable, las empresas lograrán evolucionar sus productos para que sean relevantes, funcionales e innovadores ante sus clientes o prospectos estratégicos.
Además, las empresas serán capaces de enfocarse, sabiendo cómo renunciar mejor e implementar una estrategia bien hecha con sentido de urgencia, capacidad instalada y talento comprometido.
Las empresas exitosas lograrán atraer, retener y motivar el talento, el recurso humano y el equipo de trabajo para que habiliten el modelo de negocio. Más bien serán esas empresas que escuchen y disciernen la voz del cliente, del colaborador, del planeta y de su Director de Finanzas, que les dice: “¡Mantente rentable e invierte en el futuro y la competitividad de la organización!”.
Solamente el 25 por ciento de todas las empresas en el mundo logran tener un crecimiento rentable (top and bottom line growth) y sostenible.
Entonces, todos/as en la empresa deben ayudar al área de finanzas para mejorar y dominar el ciclo de conversión de efectivo (Cash Conversion Cycle).
Este indicador mide cuánto tiempo lleva convertir las inversiones en inventario y otros recursos en efectivo a través del esfuerzo de ventas.
Hay que medir y mejorar cuánto tiempo tarda la empresa en vender sus productos, cuánto tiempo tarda en cobrar, y cuánto tiempo tiene para pagar.
El equipo de Alta Dirección debe entender y empujar las palancas financieras. Cuando todos en la empresa tienen una mayor preparación y aplicación en su toma de decisión financiera y frugal, vamos a convertir un negocio en una empresa verdaderamente estable.