Mujeres mayores de 65 contra el cambio climático: por qué el activismo ya no es solo cosa de jóvenes
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Hoy se firma en Europa un hito en la lucha contra el cambio climático. Una sentencia del Tribunal Derechos Humanos de Estrasburgo condena a Suiza por su falta de ambición y diligencia política a la hora de combatir este fenómeno. Y aunque Greta Thunberg -símbolo juvenil de la lucha ecologista- se haya desplazado a la ciudad sede del Parlamento Europeo para asistir a la lectura del fallo, y acapare alguna foto y más de dos micrófonos, el éxito de hoy tiene el sello del valor senior. Una asociación de mujeres mayores de 65 años, Klima Seniorinnen (Mayores Climáticos es su traducción del alemán) son las que celebran hoy la victoria. El grupo estaba formado inicialmente por unas 150 mujeres suizas con una medida de edad de 73 años -actualmente cuenta con más de 2.500 miembros- que realizaron en 2016 una petición legal al gobierno suizo para que hiciera «lo suficiente» para mitigar el cambio climático, ya que estaba poniendo en riesgo su salud y su vida. No solo los jóvenes miran al futuro. En este primer paso que dieron como asociación, se declararon ante el Gobierno de su país como grupo vulnerable. En este aspecto, que lo sean o no, ha estado siempre el relato de sus fracasos -aunque con éxito al final- en los tribunales suizos. Periplo judicial en Suiza Después de que el Gobierno les negara esa condición, en 2017 apelaron al Tribunal Administrativo Federal, que tampoco les dio la razón. No veían por qué las personas mayores de 65 años sufrían más los impactos de los efectos del cambio climático que el resto de los ciudadanos suizos. No cejaron. «Con nuestra demanda exigimos a las autoridades federales que corrigieran el rumbo de la política climática suiza, porque los actuales objetivos y medidas climáticas no son suficientes para limitar el calentamiento global a un nivel seguro», cuentan. En el año 2019 recurrieron esta decisión al Tribunal Federal Suizo, que también echó por tierra sus argumentos con la siguiente sentencia: «la protección de los derechos fundamentales solicitada no puede reclamarse hasta que no se supere el umbral de temperatura a largo plazo fijado en el Acuerdo de París». Así que, tras fracasar en Suiza, tomaron la decisión de elevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 2020, organismo que ahora sí ha encontrado sentido jurídico a su demanda de protección frente a las políticas estatales en materia medioambiental. Vídeo promocional de la causa del colectivo suizo. Klima Senniorinen La pregunta es: por qué mujeres mayores. Al respecto, son claras: «porque son especialmente susceptibles a las olas de calor intensas y frecuentes». El incremento incesante de las temperaturas es un hecho. Y los grupos de edad más vulnerables son las personas con edades avanzadas (también hombres, claro está), junto a las que padecen una enfermedad y los niños pequeños. «Obviamente -dicen en su presentación- somos conscientes de esto», pero creen que al centrar la demanda en la vulnerabilidad de su colectivo concreto, las mujeres mayores, estaban convencidas de que tenían más posibilidades de éxito. De hecho, desde un punto de vista legal, es importante porque la jurisprudencia dicta que solo los grupos específica y particularmente afectados pueden presentar una solicitud. La clave jurídica de la victoria Jose Luis García, responsable del área de Cambio Climático de Greenpeace España -la asociación en suiza ha estado apoyando y asesorando a Klima Seniorinnen-, reconoce que el centrarlo en un colectivo tan concreto ha sido «movimiento muy inteligente» por parte de estas mujeres, que finalmente les ha valido el éxito. «Porque -prosigue García- en los tribunales «es muy importante el concepto de legitimación a la hora de interponer una demanda». Es decir, que la persona o personas que apelan a la corte que corresponda, en primer lugar deben explicar y demostrar por qué son afectados directamente por el problema y, por lo tanto, están legitimados para esa acción jurídica. «Y en el caso del fenómeno del cambio climático , tan complejo y que afecta a todos y a tantas circunstancias, no es fácil», reconoce el activista. En este sentido, las activistas se acogen a tres informes donde se recoge su especial vulnerabilidad: el de la Oficina Federal de Medioambiente suiza y la Academia de Ciencias del país, así como el informe de riesgos globales que publica el Foro Económico Mundial. Los datos que arrojan cada año las olas de calor no dejan mucho lugar a dudas. Sin ir muy lejos, el verano de récord de temperaturas que se sucedieron de forma incesante durante 2022 dejó en España más de 11.000 víctimas y 61.000 en toda Europa. Noticia relacionada estandar No «El calor es como la contaminación, otro asesino silencioso» Rocío Mendoza Ana María Vicedo-Cabrera investiga el efecto del cambio climático en la salud; sostiene que cada año las altas temperaturas matan a medio millón de personas en el mundo Sobre 2023, Aurelio Tobías, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, considera que fue «el tercero con mayor mortalidad atribuible al calor excesivo, con 2.155 fallecimientos, después de la ola de calor de 2003 y el verano de 2022». La vulnerabilidad frente a las olas de calor se debe, principalmente, a que enfermedades ya existentes como las cardiovasculares y respiratorias, se exacerban con la subida de las temperaturas, poniendo en riesgo a las personas de edad avanzada, cuyos organismos ya no tienen tan engrasados los mecanismos naturales de termorregulación. Y a mayor edad, más expuestas están. Sobre esto, advierte el grupo de mujeres suizas: «las mayores de 75 años corren un riesgo especial». De hecho, siguen buscando a mujeres de esta edad que se sumen a su causa. Greenpeace ha apoyado el litigio y, según informa la citada asociación de mujeres, «ha garantizado los costes del procedimiento para que no surjan riesgos financieros para nuestra asociación y nuestros miembros». Representantes de Klimia Senniorinen. Greenpeace En España, la organización ecologista las invitó en el año 2022 para participar en un acto que realizaban en Valencia con su icónico barco Rainbow Warrior (Guerrero del Arcoíris). Acudieron dos de los miembros para contar su caso y, si hay algo que recuerda García durante el encuentro, es la «sorprendente fuerza y energía» que mostraban a su edad. A una de ellas casi no pudieron localizarla para cuadrar agendas y horarios de viaje porque estaba haciendo 'trekking' en la montaña. «Son todas -recuerda- mujeres retiradas, jubiladas de sus actividades laborales, pero no de la vida, claro está, porque han demostrado tener un compromiso altísimo con la sociedad». En su discurso apelaban a que el cambio climático es una amenaza real que les afecta directamente pero que también deja indefensos a sus hijos y a sus nietos. Por eso, y porque ahora todos los países pueden ser exhortados por sus ciudadanos a elevar su ambición climática, han tenido un «éxito para todas las generaciones». García concluye: «Ellas han dado un ejemplo de cómo se puede luchar y ganar, sin importar la edad ni la condición, cuando además se tiene razón. Su éxito siembra un precedente fundamental y ha sido, por su puesto, muy merecido». Las activistas suizas, tras conocerse la sentencia en Estrasburgo. Shervine Nafissi/Greenpeace Greenpeace espera un giro en un litigio similar emprendido hace tres años en España La sentencia del TEDH es aplicable a todos los países del Consejo de Europa, entre ellos, España, lo que podría suponer un giro significativo en el litigio climático emprendido hace ya tres años en España por Ecologistas en Acción, Greenpeace, Oxfam Intermón, Fridays For Future y La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, y que fue desestimado el pasado mes de julio por el Tribunal Supremo, según informa la organización ecologista Greenpeace. «Esta sentencia es un hito que va a afectar directamente al tratamiento que la justicia de todos los países europeos dé a partir de ahora a las demandas ciudadanas contra quienes no actúan frente al cambio climático con la contundencia que exigen los datos científicos. Hoy celebramos este hecho junto a estas valientes mujeres suizas, que han dado ejemplo a toda la humanidad de cómo se puede luchar contra el cambio climático sin importar la edad y sin ceder ante lo más poderosos», ha declarado Inés Díez, responsable del Área Jurídica de Greenpeace.