Iñaki Urdangarin comienza nueva vida como ciudadano libre, pero sin esposa, trabajo relevante ni privilegios
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Vida nueva, vida vieja para Iñaki Urdangarin . El exduque de Palma ya es desde hoy ciudadano libre después de cumplir los cinco años y 10 meses de condena por el caso Nóos tras ser declarado culpable por malversación, prevaricación , fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias. Divorciado de la infanta Cristina , lo hace sin trabajo relevante, privilegios ni esposa, aunque con novia, Ainhoa Armentia . Fue en febrero de 2006 cuando el diputado socialista Antoni Diéguez destapó el caso Nóos al preguntar en el Parlamento balear por qué Jaume Matas había otorgado contratos por valor de 1,2 millones de euros a una organización sin ánimo de lucro dirigida por el yerno de Don Juan Carlos . Frustrados todos los intentos por cortar el escándalo, Urdangarin se sometería a un mediático juicio que derivaría en una condena inédita en la realeza española, con todo lo que ello significó. Noticias Relacionadas El insólito guiño de Almeida al Atlético de Madrid que se bordó en el chaqué de su boda A. B. Buendía Rodolfo Sancho se sincera sobre las condiciones en las que vive su hijo Daniel Sancho en la cárcel: «Duerme en el suelo» Rocío F. de Buján La «traición» a la infanta Cristina La infanta Cristina actuaría hasta el final como abnegada esposa en defensa de su marido, a quien demostró un amor incondicional en todo momento hasta que hace dos años la revista 'Lecturas' publicó unas impactantes fotografías en las que quedaba demostrado que el entonces duque de Palma mantenía una relación extramatrimonial con una mujer llamada Ainhoa Armentia , que entonces también estaba casada. Ainhoa Armentia GTRES Para la infanta, aquello fue un puñal inesperado con dos consecuencias: el inicio de los trámites de divorcio –completado a comienzos de este año- y la separación de Urdangarin de todo vínculo con la Casa Real. Hasta hoy, apartado de cualquier privilegio que todavía le quedara por su antiguo vínculo con la monarquía española. Nueva vida sin privilegios Ahora, a sus 56 años, Urdangarin está intentando rehacer su vida sin los contactos ni la protección de la Casa Real. Por ejemplo, ya no tiene escoltas oficiales. Tampoco ningún tipo de protección económica. Cuando dirigía Nóos cobraba 710.000 euros por dar asesoramiento en la organización de eventos deportivos en Valencia y Baleares. Tampoco goza de aquel contrato de 1,5 millones de euros que tenía como delegado de Telefónica en Estados Unidos. Según diversos medios, solo ha venido cobrando un subsidio como preso en libertad de 463,21 euros al mes. Sin un título de duque consorte (el Rey Felipe VI revocó el ducado a su hermana en 2015), sin una esposa infanta y sin relación alguna con la Familia Real, Urdangarin tiene más difícil encontrar un empleo de categoría. La revista 'Semana' publicó recientemente que ahora trabaja en una pequeña constructora a las afueras de Vitoria, una empresa propiedad de un vecino de toda la vida de los Urdangarin. Un pequeño empleo que le habría conseguido su actual novia. Urdangarin, como un español más La nueva vida del exduque de Palma parece más discreta y modesta, aunque liberado de cargas económicas respecto a una eventual pensión de alimentos a sus cuatro hijos. Parece que la infanta Cristina , que sigue trabajando para la Fundación La Caixa y las fundaciones del príncipe Aga Khan en Ginebra, estaría asumiendo prácticamente todos los gastos de sus hijos: Juan , de 24 años; Pablo , de 23; Miguel , de 21; e Irene , de 18. Según su entorno, Don Juan Carlos también la ayuda desde Abu Dhabi para que nada falte a sus nietos. Eso sí, cada poco los fotógrafos captan la imagen de Urdangarin con alguno de sus hijos en una visita mostrándoles todo el cariño. Nadie duda de que es un padre afectuoso y que ama a su descendencia. Pero lejos ha quedado aquella vida ostentosa de este hombre que una vez fue tan envidiado como poderoso. Logró construir todo un imperio a base de influencias y comisiones que se desmoronó en cuanto saltó el escándalo del caso Nóos. Ahora es un español más. Sin privilegios, estatus ni trabajo relevante.