Zaplana le echa la culpa al blanqueador de la trama, "una persona muy conocida en Madrid dedicada a los negocios"
El expresidente valenciano Eduardo Zaplana lo ha negado todo en su declaración en el juicio del 'caso Erial'. Zaplana, para quien Anticorrupción le pide una pena de 19 años de prisión y multa de 40 millones de euros, ha apuntado al blanqueador de la trama, el abogado uruguayo Fernando Belhot. "Es una persona muy conocida en Madrid que hasta donde yo sé se dedicaba a los negocios", ha afirmado el acusado.
Zaplana ha reconocido una "relación amplia" con el blanqueador, uno de los principales testigos de la causa que entregó al juzgado de instrucción casi siete millones de euros adjudicados al expresidente de la Generalitat Valenciana. El acusado ha relatado que Belhot le propuso "alguna operación económica" que "nunca ha fructificado".
También ha destacado la "relación en el ámbito de la política" con el blanqueador, de quien ha asegurado que le presentó al candidato "Bordaberry" a la presidencia uruguaya, aunque no ha precisado si se trataba de Pedro Bordaberry o de su padre Juan María Bordaberry, dictador entre 1973 y 1976.
Además, ha insinuado que coincidió en Argentina con Belhot y "con el que recientemente ha sido candidato derrotado [Sergio Massa]" en los últimos comicios del país latinoamericano. Zaplana, a pesar de las numerosas evidencias con las que Anticorrupción apuntala la acusación, ha negado que Belhot gestionara su supuesto patrimonio ilícito en paraísos fiscales. La Fiscalía considera que la trama llegó a mover hasta 20,6 millones de euros en paraísos fiscales, en el marco de operaciones corruptas.
El acusado ha negado que dijera "Nacho no me da dinero de Andorra", en referencia supuestamente a Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Mafdrid, imputado en el 'caso Lezo'. "Estoy seguro de no haber dicho eso jamás", ha afirmado a pesar de que los audios constan en la causa.
Por otro lado, el exministro popular ha negado que conociera a Marcos Benavent, autodenominado 'yonqui del dinero', al que se le intervino la documentación que permitió tirar del hilo del 'caso Erial' y localizar en el extranjero un presunto botín de Zaplana. El fiscal, Pablo Ponce, le ha preguntado específicamente si ha hablado con Benavent "recientemente". Zaplana lo ha negado.
En general, el acusado se ha desvinculado de "operaciones" con los miembros de la trama. Varios de los acusados han alcanzado un pacto de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción, una alianza letal en términos jurídicos para la defensa de Zaplana. Sin embargo, su letrado ha asegurado al inicio de la vista que no consta "procesalmente" los pactos, aunque ha reconocido que es "de dominio público".
El principal acusado en la causa ha justificado las anotaciones comprometedoras que se le intervinieron por las presuntas gestiones que habría realizado, por amistad hacia algunos de los miembros de la trama, especialmente a Joaquín Barceló 'Pachano', presunto testaferro. "De esas gestiones he hecho miles en mi vida", ha afirmado.
Zaplana tan solo ha reconocido 'Pachano' que tuvo "un problema" con sus cuentas en Andorra, una vez la Banca Privada de Andorra (BPA) fue intervenida. "Fruto de la disolución de la BPA, estaba preocupado por esta situación", ha declarado.
El expresidente valenciano ha dado su versión sobre el dinero de su presunto testaferro en Andorra: le aconsejó que Saturnino Suances, también acusado, le prestara ayuda. Éste último sería quien habría detectado que Belhot pudo tener "comportamientos que podían generar preocupación".
Finalmente, Eduardo Zaplana ha explicado que en las conversaciones telefónicas intervenidas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se refieren a él como "jefe" como un apelativo común dada su trayectoria política como alcalde de Benidorm, primero, presidente de la Generalitat Valencia, después, y ministro. "Es un apelativo con el que, para mi desgracia, se dirige muchísima gente, incluso en la actualidad, y mire que mi situación es desgraciada", ha manifestado.