Un grupo sudafricano será accionista de San Miguel: quién es y cuántos millones de dólares invertirá
El African Pioneer Group (APG), de Sudáfrica, ingresará al capital de San Miguel. El holding, que ya es socio de la citrícola en su país, pondrá u$s 13 millones en la nueva emisión de acciones que la empresa argentina abrió semana. Con ese desembolso, San Miguel se garantizó u$s 57 millones en la colocación, ya que u$s 44 millones estarán aportados por sus actuales dueños, las familias Miguens-Bemberg y Otero Monsegur.
Fundado en 1990 por el emprendedor Stephen Dondolo, el APG es un conglomerado con intereses en bebidas -es embotellador de Coca-Cola-, juegos de azar, energía -downstream y generación renovable-, pesca e inversiones agrícolas y hoteleras. El año pasado, puso u$s 13 millones de los u$s 22 millones que requirió la planta que San Miguel construye en Sudáfrica y que se inaugurará el mes próximo.
Esa instalación sumará 100.000 toneladas a la capacidad anual de procesamiento de limones de San Miguel (260.000), a la que habrá que agregar otras 100.000 de la fábrica que el grupo argentino está haciendo en Paysandú, Uruguay. Este último es un proyecto de u$s 31 millones y, como la planta sudafricana, también cortará cintas el 8 de mayo.
La 'otra SanCor' entró en concurso y culpa a Precios Justos por su crisis
San Miguel, principal productora y comercializadora de limones del hemisferio sur, se consolidará como la mayor procesadora industrial de limones del planeta, con una participación de mercado del 20% de la molienda mundial.
"El APG, que tiene el 27,5% de nuestra filial sudafricana, quiso ampliar su sociedad con nosotros ya no sólo en su país, sino como parte de nuestro negocio global. Por eso, se sumó al follow on que tenemos en marcha", cuenta Pablo Plá, CEO de San Miguel Global.
La citrícola, que en 2024 cumplirá 70 años, tiene abierta desde ayer y hasta el próximo martes (16 de abril) una ampliación de su capital de hasta 500 millones de nuevas acciones, a un total de 955,3 millones de títulos. En caso de sobresuscripción, la emisión podrá ser amplaida hasta 1098,6 millones de acciones. Es la primera colocación que hace la compañía desde 2017, cuando emitió 58,5 millones de papeles y levantó $ 704,6 millones (u$s 44,7 millones de la época).
Los nuevos títulos salieron en un rango de $ 700 a $ 1100 por acción, con un precio indicativo de $ 900 cada 100 papeles. Los u$s 44 millones que inyectarán los Otero Monsegur y los Bemberg, en realidad, será la conversión en acciones de un préstamo sindicado que dieron el año pasado. Con ese dinero, San Miguel encaró sus proyectos, que, además de las fábricas nuevas en el exterior, incluyen inversiones adicionales en la planta histórica de Famaillá, Tucumán.
Plá proyecta que habrá fuerte suscripción de inversores del mercado, por lo cual todavía no puede precisar cuánto será el share final que tendrán el actual grupo de control y el APG, su nuevo socio africano, después de la liquidación, el 22 de abril.
Hace dos años, San Miguel dio un volantazo estratégico: salió de la fruta fresca, su core histórico, para focalizarse en el mercado industrial, de más valor agregado y, fundamentalmente, menos volátil que la comercialización de commodities. Le vendió esa operación, que incluyó activos en Perú y Sudáfrica, al grupo español Citri & Co., negoció contratos de provisión de largo plazo y encaró la construcción de sus plantas nuevas de Sudáfrica y Uruguay con el objetivo de tener diversificación geográfica de origen en el abastecimiento a sus clientes. Hoy, tiene 200 en más de 50 países. Entre ellos, PepsiCo., AB Inbev, Cargill, DuPont y Danone.
En tanto, así como encontró en Dondolo su socio para Sudáfrica, financió la inversión en Paysandú con un crédito del Banco del República Oriental del Uruguay (BROU). Además, durante 2023, renovó ONs en el mercado local por el equivalente a u$s 80 millones y obtuvo un crédito del Rabobank, de u$s 27 millones.
"Fue una redefinición de estrategia de portfolio. Como cuando Ford decidió dejar de fabricar autos para concentrarse en pick-ups y SUV", compara Plá.
Los frutos de esa decisión empiezan a verse ahora, asegura. El año pasado, San Miguel facturó $ 29.248 millones, contra $ 13.909 millones de 2022. Aunque el resultado neto fue una pérdida de $ 14.440 millones -desde el rojo de $ 9489 millones del año anterior-, el CEO rescata que, en términos de ebitda, se pasó de u$s 24 millones negativos en 2022 a u$s 4 millones positivos en 2023 (sin considerar los costos de reestructuración, aclara).
"A mediano plazo, vamos a volver a la rentabilidad histórica de la compañía, que era en torno a los u$s 40/50 millones anuales de ebitda. Con la diferencia de que, ahora, será en función del nuevo modelo de negocios, ya no basado en la fruta fresca, que tenía un margen bruto negativo del 28%, sino en los productos industriales, que tiene un margen positivo del 23%", repite la explicación que, durante esta semana, da en su road show para captar inversores.