El PSOE y la ciénaga
“Como no soy río, cuando me da la gana me vuelvo atrás”. Así justificaba un listísimo hombre de empresa ante su familia y amigos sus inesperados virajes de 180 grados en decisiones de negocios que parecían estar ya tomadas, dejando fuera de juego a sus competidores y sorprendidos a todos aquellos que seguían por deporte sus estrategias con el vano afán de aprender algo. Todos los que le trataban aceptaban el aserto como si estuviera escrito en mármol y no veían en esos cambios de actitud un desdoro de su carácter, sino todo lo contrario, más bien como la consecuencia inevit ...