La empresa de traductores de ucraniano del Ejército impugnará el nuevo contrato
- Recurso de una empresa
- La tramitación queda en suspenso
- El tribunal anuló la adjudicación
- El Hospital General de la Defensa, en Zaragoza
La tramitación del “Acuerdo marco para la prestación de los servicios de interpretación y traducción de español a ucraniano y viceversa en apoyo a la Operación EUMAM-UA” por parte del Ejército de Tierra no termina de cerrarse.
El diario ABC reveló este lunes 8 de abril que se había aprobado la adjudicación del acuerdo marco a Eulen, después de que la primera adjudicación -a la empresa Oncall- fuera anulada por el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales.
Recurso de una empresa
Confidencial Digital ha podido confirmar que al menos una de las empresas que compitieron con Eulen y no han resultado elegidas va a presentar un recurso contra la decisión final del órgano de contratación, la Dirección de Asuntos Económicos del Ejército de Tierra.
Se trata de Ofilingua, la empresa que en 2023 comenzó a proporcionar a distintas bases militares traductores de lengua ucraniana al español para facilitar la comunicación con los ucranianos que son adiestrados en España para luchar contra las tropas rusas.
Desde Ofilingua confirman que están preparando el recurso ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales.
La tramitación queda en suspenso
La Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público, por la que se transponen al ordenamiento jurídico español las Directivas del Parlamento Europeo y del Consejo 2014/23/UE y 2014/24/UE, de 26 de febrero de 2014, establece que las partes implicadas en licitaciones públicas pueden recurrir las decisiones de los órganos de contratación de las administraciones públicas, ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, órgano especializado con plena independencia funcional en el ejercicio de sus competencias pero adscrito al Ministerio de Hacienda.
La interposición de ese recurso especial en materia de contratación provoca automáticamente que la tramitación quede en suspenso “cuando el acto recurrido sea el de adjudicación, salvo en el supuesto de contratos basados en un acuerdo marco o de contratos específicos en el marco de un sistema dinámico de adquisición, sin perjuicio de las medidas cautelares que en relación a estos últimos podrían adoptarse en virtud de lo señalado en el artículo 56.3”.
El tribunal anuló la adjudicación
En el primer intento de la Dirección de Asuntos Económicos del Ejército de Tierra para adjudicar este acuerdo marco de intérpretes de ucraniano, la mesa de contratación valoró cuatro ofertas presentadas.
Colocó en primera posición a Oncall Europa S.L.; la segunda fue Eulen, empresa de seguridad y de servicios; en tercer lugar quedó Ofilingua; y en cuarto lugar, Verbis Traducciones SL.
Finalmente, la Dirección de Asuntos Económicos del Ejército de Tierra adjudicó el contrato a Oncall, por un importe total de 2.574.247,5 sin impuestos, 3.114.839,47 euros con impuestos.
Eulen y Ofilingua, segunda y tercera, presentaron sendos recursos. Se suspendió el procedimiento, y finalmente en febrero el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales estimó el recurso de Eulen sobre el número de traductores que pretendía subcontratar Oncall.
Ordenó excluir del procedimiento a Oncall y repetir la elección de la empresa.
En el segundo intento, el Ejército de Tierra ha elegido a Eulen. Ofilingua ya apuntó en su primer recurso no sólo contra Oncall, sino también contra Eulen, por ser una empresa que consideraba más centrada en cuestiones como la prestación de vigilancia de seguridad, y no especializada en traducción e interpretación.
ECD consultó también con Oncall Europa Languages Services, la empresa que fue elegida en el primer procedimiento pero después quedó fuera. Un responsable de la empresa no respondió al mensaje enviado con preguntas sobre este asunto.
El Hospital General de la Defensa, en Zaragoza
El contrato del servicio de intérpretes de ucraniano ha dado más de un dolor de cabeza al Ejército de Tierra y al Ministerio de Defensa.
La polémica suscitada con una intérprete que trabajaba para el Hospital General de la Defensa, en Zaragoza, encendió las alarmas en las Fuerzas Armadas.
Hasta la empresa Ofilingua dio aviso al Ejército de Tierra de ciertas situaciones anómalas, lo que provocó que durante un tiempo dejara de ser enviada al hospital esa intérprete en concreto.
Tiempo después volvió a prestar servicio en este centro hospitalario militar en el que son atendidos ucranianos heridos en el frente de batalla o en bombardeos rusos.