Dime dónde habitas y te diré qué ave eres
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Los voluntarios y voluntarias del programa de seguimiento de aves comunes de SEO/BirdLife (Sacre) han recopilado en casi tres décadas una información de gran valor que actualmente constituye uno de los indicadores del estado de la salud del medio ambiente. El estudio «Evolución de las poblaciones de las aves comunes por hábitat en la España peninsular» se ha centrado en la información recopilada en un periodo de 20 años entre toda la serie disponible, considerando la situación de 14 hábitats y las 109 especies de aves más comunes como la alondra común, el gorrión común, el abejaruco europeo, el carbonero común o el pico picapinos, ampliamente distribuidas en la península Ibérica, de las 288 que crían habitualmente en territorio español. Se ha contado con información de algo más de 17.000 estaciones de censo repartidas por todos los ambientes y con una base de datos en torno a los 16 millones de registros (contactos con un ejemplar o varios de las 109 especies consideradas en los puntos de censo muestreados esos años). Entre las principales conclusiones de este nuevo estudio a tener en cuenta para tomar medidas frente a la pérdida de biodiversidad, destaca la preocupante situación de los pastizales, medios agrícolas y medios urbanos, ambientes donde la actividad humana es más intensa. Además, el estudio sugiere que la gestión del territorio puede llegar a influir más en la dinámica de las poblaciones que los cambios derivados del cambio climático 42 especies con tendencia negativa Tras el análisis, se ha detectado un cambio poblacional para esas 109 especies de aves, que varía mucho entre ellas y entre distintos hábitats para cada una de ellas. Así, se ha obtenido que el cambio acumulado para el conjunto de todas las especies consideradas varía entre el -56% y +60% entre 2002 y 2021. Algunas especies del mismo género, y que utilizan hábitats distintos, mostraron tendencias contrarias, resaltando la necesidad de disponer de información detallada y a largo plazo para cada especie de nuestra avifauna para conocer en detalle dónde se encuentran los problemas de conservación para cada una de ellas. La avifauna analizada en el periodo 2002-2021 en España, representada por 109 especies de aves comunes, ha mostrado una disminución de un 2,5% en 20 años, habiendo sido ese descenso más marcado de 2012 a 2021. Se ha detectado que 40 especies no manifestaron tendencias significativas, mientras que otras 42 mostraron tendencia negativa significativa (grajilla occidental, collalba gris, alcaudón real), y solo en 23 especies (trepador azul, pinzón vulgar, curruca capirotada) hubo una tendencia positiva. Por ambientes, se registraron tendencias negativas en pastizales-matorrales, en medios agrícolas y en medios urbanos, que contrastan con las tendencias positivas en hábitats forestales. Aunque el cambio climático podría haber influido en estos patrones, otros estudios sugieren que los cambios en el uso del suelo y la regeneración vegetal son factores más decisivos y rápidos. Aves de pastizales y aves forestales En los pastizales, la reducción registrada en las poblaciones de aves es del 17% según este análisis, y se puede asociar con la sucesión ecológica y cambios en la ganadería. El descenso del 8% registrado en medios agrícolas puede vincularse con factores como el abandono de prácticas tradicionales, la intensificación agrícola y el uso de plaguicidas, especialmente en los cultivos herbáceos, donde las aves sufrieron un declive del 17%. La avifauna en los ambientes urbanos registró una caída del 14%, muy probablemente influida por el desarrollo urbano y la edificación moderna (que maximiza la eficacia energética eliminando la existencia de orificios en las construcciones, grado de contaminación, etc.). Contrastando, la avifauna de medios arbolados y forestales registró un incremento poblacional del 15%, especialmente entre 2006 y 2012, probablemente debido al crecimiento del arbolado y la regeneración forestal ligada al abandono del medio rural por parte de las personas. Sin embargo, no todos los bosques mostraron el mismo patrón, con los bosques caducifolios que aumentan un 9% y los esclerófilos, como los encinares, que disminuyen un 7%. Los cambios en las evoluciones de las poblaciones de una misma especie entre distintos hábitats también corroboran que los problemas de conservación para una especie tienen más peso en unos ambientes que en otros. Si se consideran los cambios que se esperan en base a los modelos de cambio climático ya existentes y más plausibles, en base a los cambios que se han producido en las temperaturas en las últimas décadas, y los fenómenos extremos como olas de calor y sequías, que ya están impactando sobre las poblaciones aviares, los científicos proyectan escenarios futuros que muestran cómo ha cambiado y seguirá cambiando la extensión del área de distribución y la abundancia de diferentes especies, lo que puede ayudar a planificar acciones conservacionistas. Programa de seguimiento de aves comunes Los programas de seguimiento de aves de SEO/BirdLife se pusieron en marcha en varias fases. En 1996 se inició el trabajo con las aves comunes durante la primavera (Sacre), en 1997 se amplió a las aves nocturnas (Noctua) y en 2007 se iniciaron los trabajos para conocer las tendencias de las poblaciones de aves comunes en invierno (Sacin). Los resultados que permiten los análisis de los millones de registros que se han recopilado gracias a la colaboración de miles de personas durante estos años con una metodología estandarizada, facilitan un volumen único de información de este tipo en nuestro país, que son muy transcendentes; tanto que los valores de cambio de las poblaciones obtenidos con esta acción de ciencia ciudadana forman parte de los indicadores de Eurostat, de la publicación del Perfil Ambiental de España (PAE) y del Informe anual del Inventario del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad (IEPNB). Igualmente, es uno de los indicadores de impacto establecidos en el Marco Común de Evaluación y Seguimiento de los Programas de Desarrollo Rural y necesarios para acceder a los fondos FEADER que se desarrollan en el ámbito territorial de los 27 estados miembros.